León devora a las Águilas 3-0

¿Quién lo diría? El poderoso y reforzado América ayer fue goleado en su cancha ante un León que fue inteligente, aprovechó sus oportunidades y se llevó tres valiosos puntos a su cancha.
Ni el debut de Nicolás Castillo pudo evitar el desaguisado azulcrema. La figura fue Ángel Mena, quien con dos goles y una asistencia, hizo que La Fiera rugiera con fuerza en Santa Úrsula. 0-3 contundente.
El ave quedó herida y con el orgullo mancillado justamente a una semana del primer Clásico de la temporada.
El invicto en casa terminó para los azulcremas. 24 juegos después, los Millonetas volvieron a caer en su casa.

EL JUEGO
Al fin, y después de algunas semanas, América se presentó en la cancha con una baraja de jugadores más amplia con respecto a lo que tuvo en duelos anteriores. Con la presencia de los Nico’s en el banquillo y el regreso de Andrés Ibargüen, Miguel Herrera contó con mayores variantes para enfrentar a un León que le complicó en todo momento el partido.
Con el juego en marcha, las Águilas no tardaron en irse al abordaje. Un túnel del joven Hernández Clemente por izquierda concluyó con un pase rodadito a Edson Álvarez. El “Machín” no se animó a pegarle de primera, y cuando quiso decidir entre tirar o prolongar a su derecha, terminó por rematar sin fuerza y a las manos de Cota.
Los Esmeraldas jamás perdieron la calma pese a la presión ejercida por los locales. Incluso, se daban tiempo para preocupar a los cremas cuando adelante se conjuntaban elementos como Mena, Campbell, Montes y Macías.
En el momento en el que los Millonetas jugaban más en el terreno felino, vino una acción a pelota parada a favor de la visita que le pondría el número a la casa.
Un tiro libre desviado en la trayectoria, provocó que Agustín Marchesín tuviera que recomponer sobre la marcha para evitar que se le colara el esférico. Al rechazar, la bola le quedó a Ángel Mena. El ecuatoriano levantó la vista y picó la de gajos para que José Juan Macías la prendiera con un potente zurdazo. La zaga crema vio como la raya iba a dar al fondo de su arco. ¡Gol de León!
El ave estaba herida y buscó dar alcance a su rival, pero se encontró con una zaga verde bien parada. Pocas fueron las acciones que en realidad preocuparon al cancerbero leonés, quien mantuvo intacta su valla durante los primeros 45 minutos.
Para el complemento, América salió revolucionado y con mayor agresividad. Conseguir cuanto antes el empate era la consigna y lo hubieran hecho pronto de no ser por Cota. Un achique a Paul Aguilar y una gran atajada a un remate de cabeza de Guido Rodríguez le negaron la igualada a los Millonetas, que pisaban cada vez con más frecuencia el área guanajuatense.
Los minutos transcurrían, los emplumados dominaban, pero el gol no caía. Fue ahí cuando Miguel Herrera decidió echar mano de su refuerzo estelar. Nicolás Castillo entró al campo como la esperanza de gol americanista acompañado de los aplausos del respetable en la grada.
Con un crema jugado al frente, los espacios en su cuadro bajo comenzaron a ser más notorios. León supo jugar con eso a su favor cuando Meneses escapó sin marca por izquierda, levantó la cabeza y puso un servicio pasado, a segundo poste. Ángel Mena apareció para cerrar la pinza y colocar la bala blanca pegada al poste, lejos de Marchesín. La Fiera rugía fuerte en el Azteca y ponía contra las cuerdas al campeón.
Con toda la carne al asador, América se lanzó sin miramientos al ataque para rescatar lo que pudiera en el tiempo restante. Tocaron la puerta con fuerza, pero Cota nuevamente se agigantó bajo sus tres postes y le bajó la cortina al arsenal americanista.
Ángel Mena redondearía su gran actuación en un mano a mano frente a Marchesín. El ecuatoriano le pisó la bola al meta argentino y le dio el pase a la red. Los Esmeraldas se regodeaban en Santa Úrsula.
León se fue del Azteca con la melena muy en alto. Dejó malherido a un América que tendrá que sacarse la espina dentro de ocho días, en Ciudad Universitaria, ni más ni menos que frente a Pumas.

 

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