Olimpiadas de ciencia, en peligro de desaparecer

En días pasados se llevó a cabo la XXVIII Olimpiada Nacional de Química. Este año se otorgaron ocho preseas de oro para los estudiantes de la clasificación A y 10 para B. Esta actividad de divulgación, desde 1992 y hasta el 2018, ha logrado de manera ininterrumpida para México en el ámbito internacional e iberoamericano 21 medallas de oro, 49 de plata y 69 de bronce. Sin embargo, este ejercicio que ha traído a nuestro país más preseas que muchas otras áreas corre peligro de desaparecer.

Hasta ahora, esta actividad en sus primeras etapas, para muchos de los estados, era financiada a través de los Fondos Mixtos (Fomix), uno de los dos instrumentos que conforman el Programa Presupuestario de Fomento Regional de las Capacidades Científicas, Tecnológicas y de Innovación y que apoya el desarrollo científico y tecnológico estatales y municipales. Aquí el gobierno local apoyaba con una fracción y el gobierno federal a través de Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) apoyaba con la otra parte para generar los recursos. Hoy todo eso está cancelado.

Otra parte, en el caso de las olimpiadas nacionales de química y de biología, ya en sus fases nacionales, era financiada por la Academia Mexicana de Ciencias(AMC), la cual obtenía sus recursos a través de convocatorias para proyectos del Conacyt, en donde asociaciones civiles podían solicitar fondos.

Este año, Sinuhe Gabriel Flores Osorio, de 17 años, ganó la que será su última medalla de oro en este tipo de concursos, pues ahora entrará a estudiar la licenciatura. Es originario del estado de Morelos y cerró con broche de oro su última participación.

“Es un orgullo para Morelos, para el Cetis 99 Yautepec, institución donde estudia, para sus padres y para nosotros sus maestros. Él es un ejemplo de lo que este tipo de movimientos puede llegar a representar para los estudiantes, pues él nos ha externado la posibilidad de participar en el futuro como entrenador”, platica Eduardo Ángel García Ramírez, delegado de la Olimpiada Nacional de Química por Morelos y profesor de la Facultad de Ciencias Químicas e Ingeniería, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM)

Formación de jóvenes talento

Durante los últimos años, la Academia de Ciencias de Morelos (ACM) ha colaborado con el gobierno del estado para la formación de jóvenes talento en áreas científicas y tecnológicas. “Lo hacemos a través de rigurosos entrenamientos e investigadores expertos en las áreas”, cuenta la doctora Brenda Valderrama, presidenta de la ACM.

“A nosotros nos parece muy importante que se mantengan estos esfuerzos a largo plazo (…) Un deportista, un artista o un científico tienen que empezar jóvenes y recibir los estímulos y acompañamiento necesarios para que lleguen a triunfar”, expresa.

Asegura que ningún medallista olímpico, especialista en cualquier disciplina, lo logró en 15 días y siempre los gobiernos han facilitado las condiciones para que los entrenadores puedan guiar a los jóvenes en su desarrollo. “A nosotros nos interesa que eso suceda también en la ciencia y la tecnología”.

Durante los últimos dos años, la ACM atendió a cerca de 23,000 jóvenes (desde los seis años hasta universitarios), ellos participaron en 37 diferentes concursos a nivel estatal y de ahí salieron 260 seleccionados que fueron a 20 olimpiadas nacionales, esto derivó en 83 medallas (cinco de oro, 35 de plata y 43 de bronce). Además hubo una participación internacional y cinco cursos de formación docente.

“Logramos mandar seleccionados a la Olimpiada Europea Femenil de Matemáticas, con lo cual no sólo damos atención a los jóvenes, sino además estamos logrando atraer a las mujeres a la carrera científica, un área donde incluso ellas se autoexcluyen de manera muy importante”.

Sin embargo, para este año, el gobierno del estado suspendió el presupuesto para ciencia y tecnología en su totalidad. “No hay un solo peso para proyectos de inversión y, con ello, para las olimpiadas científicas”, denunció la doctora Valderrama.

Hacer más con menos

En realidad la gran mayoría de los profesores e investigadores que participan en la formación de los estudiantes lo hace de forma honoraria, es decir, no recibe dinero o apoyos económicos por este cargo.

Entonces, ¿para qué es el dinero? Es para el material didáctico, algunos materiales de laboratorio, el sitio web y para pagar viáticos a los jóvenes e instructores. “No hay nada más desolador que ver a estos jóvenes organizando rifas o pidiendo recursos en la calle porque no completan para sus pasajes”, recuerda la doctora Valderrama. “Nos parece una irresponsabilidad”.

Los jóvenes incluso ceden su material. “Hay un tema que a mí me pudo mucho: las chamarras con las que nuestros estudiantes salieron a competir este año, son las de hace dos años. Generaciones pasadas las donaron porque no hubo ni para uniformes para representar al estado”.

Siguiendo con las malas noticias, “hoy estamos imposibilitados para llevar a los jóvenes a las siguientes etapas. No hay un solo peso para nacionales y mucho menos para competencias internacionales, hoy el proyecto está muerto”.

“Necesitamos que se voltee a ver a los estados, pues las academias estatales de ciencias somos las que realmente podemos aterrizar este tipo de proyectos en el interior de la República”, concluye la también investigadora.

En el 2018, el presupuesto destinado a los Fomix por parte del Conacytfue de 470.17 millones de pesos y por los estados, de 377.16 millones de pesos. La aportación histórica de los gobiernos estatales y municipales ascendió a 6,137.62 millones de pesos, que representó 42.71%, y 8,231.90 millones de pesos por Conacyt que representó 57.29 por ciento.

Con esta modalidad se apoyaron 5,964 proyectos que, entre otras cosas, funcionaron para la creación y fortalecimiento de infraestructura, recursos humanos, investigación científica, desarrollo e innovación, y difusión y divulgación.

Como ejemplo, del 2001 al 2018, Morelos recibió 211 millones de pesos, el último gran proyecto en esta modalidad se encamina a la estrategia para estimar y calcular las emisiones de efecto invernadero en la cuenca del río Apatlaco y cuenta con la participación del Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación.

El antes y después en un estudiante

El principal objetivo de estos concursos (las olimpiadas) es divulgar la ciencia, que los estudiantes accedan a conocimientos que difícilmente llegan a tener en sus escuelas de nivel medio superior. A través de ello, los alumnos descubren que existen nuevos horizontes y perspectivas que pueden tomar en cuenta para su futuro profesional. “Aproximadamente 80% de los estudiantes que participan en estas actividades estudia carreras científicas”, asegura el profesor Eduardo.

Incluso, “alumnos de nuestro estado en este momento, a raíz de este acercamiento, se encuentran en instituciones tan prestigiosas como la UNAM, el IPN e incluso en el MIT, en instituciones de Holanda y Francia; todos ellos cursando doctorados. Vieron transformada su vida por su participación en un evento de este tipo (…) En este momento dicho beneficio se ve en riesgo porque nos han dejado a expensas de nuestros recursos que realmente son muy pocos”.

Al externar su preocupación, el catedrático cuenta: “Hoy sabemos que la doctora Elena Álvarez-Buylla ha tenido un acercamiento con la AMC para estudiar los mecanismos mediante los cuales se pudiese apoyar, no solamente al movimiento olímpico sino a la divulgación de la ciencia, pero sobre programas concretos, hasta este momento, no se tiene conocimiento”.

El tiempo corre y los estragos ya se hacen visibles. Por ejemplo, el profesor Eduardo explica que para la Olimpiada Nacional de Química, usualmente son 15 los preseleccionados para la olimpiada internacional. “Ellos recibían alojamiento en la Ciudad de México para tener entrenamiento en la UNAM. Ante el recorte presupuestal la AMC tuvo que reducir a 10 los preseleccionados y probablemente México no pueda llevar ni cuatro alumnos al examen internacional, eso va a depender de los recursos”.

Al final, y ante un panorama que luce complicado, Sinuhe deja una reflexión digna de un ganador de medalla de oro. “Para mí fue una gran oportunidad y me gustaría que se siguieran realizando las olimpiadas. Soy ignorante para decirle algo al gobierno, aunque sé que están quitando subsidios, me gustaría esperar un poco, porque tal vez ellos ven algo en esa maniobra que yo no veo y que podría causar una mejora para que la ciencia crezca. Ese es mi deseo”.

“Tengo un hermano menor y le platico de esto. Por lo que he visto, le gusta; espero que cuando llegue a la edad quiera participar y que existan los espacios para que él tenga la misma oportunidad que yo de hacerlo”.

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