10 de Abril: Centenario del asesinato de Emiliano Zapata

Un plan muy bien urdido por Venustiano Carranza para quitar de su camino a personas contrarias a sus intereses, fue el que hizo con el general Pablo González. Consistía en asesinar a Emiliano Zapata, el fiel soldado a las causas de la Revolución, y quien se había unido en esos días a las fuerzas que comandaba Francisco Villa con su División del Norte.
Zapata había entrado a la lucha armada, convencido de que Francisco I Madero era el líder indicado para llevar a cabo conjuntamente con la derrota de Porfirio Díaz, las reivindicaciones sociales sustentadas en el reparto de la tierra y en la devolución de la misma a sus legítimos poseedores.
En Morelos, los más ricos cañeros habían despojado de sus tierras a los campesinos; y en Anenecuilco los dueños de la Hacienda del Hospital llegaron a arrebatar a los pobres pobladores sus terrenos. En esa circunstancia se nombró a Emiliano Zapata, Jefe del grupo de Defensa de las Tierras de Anenecuilco, debido a que era muy conocido en la región por su nobleza de ideales y su gran valor. Nativo de Anenecuilco, donde vio la luz primera el 8 de agosto de 1879, Zapata se unió a los revolucionarios comandados por Madero.
Al triunfo de la revolución maderista, exigió a Madero que se devolvieran sus tierras a los pueblos. Ante la negativa del ya reconocido como presidente de la república, lanzó el Plan de Ayala, el 28 de noviembre de 1811, el que desconocía a Francisco I Madero en su cargo y exigía la devolución de las tierras a sus legítimos dueños.
También se pedía la dotación de ejidos a los vecinos carentes de estos. Victoriano Huerta se puso de acuerdo con varios militares, con el apoyo del representante del gobierno de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, para derrocar a Madero, lo que concluyó con la renuncia de este y luego su muerte.
El proceso siguiente de nuestra historia fue la lucha contra Huerta, en la que Zapata participó al lado de líderes como Francisco Villa, el que derrotó en la batalla de Zacatecas al usurpador. Carranza, trató de impedir que el Centauro se hiciera dueño de la situación, al avanzar sobre Zacatecas, para lo cual intentó que este quedara subordinado a Pánfilo Natera en ese combate.
Con ese antecedente se acentuó la rivalidad entre Villa y Carranza, mismo que no quiso que este entrara a la Ciudad de México para acabar con los restos del ejército de Huerta.
En este concepto, Zapata unió sus fuerzas con Villa, causando una fuerte oposición al gobierno de Carranza, quien buscaba el reconocimiento de Estados Unidos, al igual que el jefe de la División el Norte.
Desconocido Carranza como presidente por Villa y por Zapata, se buscó la forma de acabar con este, y en tal propósito se contó con la participación de Pablo González, el que se valió del general Jesús Guajardo, para lograr sus propósitos.
Guajardo invitaría a comer a Zapata, haciéndole creer que se pasaría a las filas zapatistas. Al llegar Emiliano a la hacienda de Chinameca, inmediatamente fue hecho prisionero y luego ejecutado. Era el jueves 10 de abril de 1919; México se cubrió de luto. Murió un gran hombre y con él sus nobles principios de justicia social.