Fuentes de la Catedral, convertidas en albercas públicas

 

No es para menos. Las altas temperaturas hacen que familias enteras busquen lo más fresco durante sus recorridos de paseo, compras o “mandados” por el Centro de la ciudad, y los niños encuentran en las fuentes de Catedral el más tranquilizante remanso.

Algunos padres acompañan a los más pequeños y otros disfrutan de la alegría que emana de sus sonrientes hijos mientras juegan alrededor, debajo y acostados encima de los chorros de agua.

Esto se aprecia con más frecuencia en las fuentes de la Plaza de Armas, pero también los vemos en las similares de la Plaza del Ángel, aunque los padres consideran más riesgoso allá por la cercanía de las transitadas calles aledañas. Como sea, los niños disfrutan bastante de estas “albercas públicas” y mitigan los fuertes calorones de verano.

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