En Chihuahua tenemos una tradición de que somos gambusinos, nos llama la atención las piedras, en particular siempre soñamos con entrar a una mina de oro, como en la sierra Madre Occidental, desde Guanajuato hasta el límite de Estados Unidos, tiene yacimientos de este metal.
Los buscadores de minerales caminan por la orilla de los ríos y al encontrar piedras con pequeñas vetas de oro, intentaron generar molinos de piedra, por ello los construían poniendo una roca en el suelo y encima de ella otra similar, la cual la hacían que rodara alrededor de un vástago, poste o un guardián como lo llamaban, hasta que este metal se soltaba.
En los tiempos de los españoles no se usaba el agua, pero siendo Chihuahua con ríos caudalosos como el caso del Río Urique, Papigochi y Verde, excavan cañones generando que aflore la zona mineralizada que atrae a empresas, pero más a los gambusinos que encuentran pequeñas cantidades de oro de las piedras y las muelen en la denominada tahona.
La singular piedra que está al cuidado de la Facultad de Ingeniería de la UACH y de exhibición para los estudiantes, fue encontrada abandonada sobre el Río Urique después de los huracanes que afectaron la región de Sinaloa en el 2008, donde arrastró varias de estas herramientas primitivas.
