POR LOS RINCONES DE LA HISTORIA

El 4 de septiembre de 1861, se entera Benito Juárez de las protestas de Francia e Inglaterra por la suspensión del pago de la Deuda Externa

La suspensión del pago de la deuda externa de parte del gobierno de Benito Juárez, trajo desafortunadamente muchos problemas para el país, a lo que se sumaba el deseo de venganza del grupo conservador y la Iglesia Católica, derivado de las consecuencias de la Guerra de Reforma. Este conflicto bélico que duró tres años, había servido para cimentar el dominio de los liberales, y el debilitamiento de los opositores.

En esta circunstancia no desistieron los derrotados de insistir ante el gobierno de Napoleón Tercero, de Francia, su intervención en los asuntos de la República. Al declarar Benito Juárez en 1865 la suspensión por dos años del pago de la deuda que tenía con Francia, Inglaterra y España, se aliaron diversos intereses contrarios al gobierno de México. El 4 de septiembre de 1861, comunicó al presidente Juárez, el ministro plenipotenciario ante las naciones mencionadas, Juan Antonio de la Fuente, las protestas de Francia e Inglaterra por la suspensión del pago de la deuda externa.
De la Fuente estuvo pendiente luego de la declaración de Benito Juárez, de la falta de pago, de establecer un acuerdo de espera, pero se encontró con la soberbia de los negociadores nombrados por los mandatarios europeos. El secretario de Estado de Napoleón, el señor Thourvenel, llegó a declarar que no escucharía por ningún concepto las explicaciones que por orden superior externaba Juan Antonio de la Fuente, ya que dicha negativa afectaba a los súbditos franceses, según se asienta en documentos guardados en el Archivo General de la Nación.
Acto seguido, el secretario de Estado agregó que ya se habían dado órdenes, de acuerdo con Inglaterra, para que buques de ambas naciones exigieran del gobierno mexicano el pago de todos los adeudos. Después de recibir del francés su respuesta categórica, De la Fuente expresó que siendo así, no había ningún motivo para continuar la conversación.
Después vendrían situaciones muy difíciles de afrontar de parte de México, pero nunca se doblegó el carácter de Benito Juárez, para poder resistir todos los embates que se sucedieron hasta concluir con la llegada de Maximiliano a México, enviado por el gobierno de Napoleón Tercero. Habiendo vencido el ejército nacional a los franceses en la Batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862, vendría muy pronto la respuesta de Francia para conseguir su objetivo de penetrar a suelo nacional.
En abril de 1863 se perdió en Puebla, y se preparó todo para enviar a Maximiliano a gobernar a México.

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