Pese a que el marcador sugiere un dominio absoluto de los Pats, nada más lejos de la realidad. El duelo comenzó lleno de errores, ambos equipos intercambiaron intercepciones en jugadas consecutivas y fueron los equipos especiales de New England los que abrieron el marcador.
En el primer cuarto Riley Dixon estrelló su despeje en la nuca de su compañero, por lo que Chase Winovich aprovechó para tomar el ovoide rebotado y llevarlo hasta las diagonales.
En el segundo periodo, luego de una gran recepción de Jakobi Meyers, Brandon Bolden duplicó la ventaja de los Pats con un acarreo de par de yardas. Sin embargo, cuando parecía que se vendría temprano la debacle neoyorquina, Daniel Jones (161 yardas, 1 touchdown y 3 intercepciones) respondió con un pase de anotación de 65 yardas con Golden Tate para poner el juego 4-7.
El momento era de los Giants y lo aprovecharon. Instantes después del TD de Tate, Brady tuvo un fumble que fue regresado hasta las diagonales por Marcus Golden y el juego se empató a 14.
Pero dejarle tiempo a los Patriotas es un pecado y en la última serie ofensiva de la primera mitad Tom Brady devolvió la ventaja a New England con un quarterback sneak.
Ya para el último periodo, los Giants seguían a una anotación de distancia, pero un balón suelto dentro de su territorio terminó por inclinar la balanza a favor de los Patriots. Kyle van Noy anotó touchdown producto de dicho fumble y entonces sí vino el derrumbe de Nueva York.
Tom Brady -quien fue capturado tres veces, lanzó para 334 yardas y una intercepción y no tuvo pase de anotación- consiguió su segundo touchdown terrestre de la noche para poner la puntilla en el marcador.
Con este resultado los Patriotas se mantienen como el mejor equipo de la Conferencia Americana, mientras que los Giants se quedan en el tercer sitio del Este de la Nacional con marca de 2-4.
FINAL: The @Patriots keep it rolling on #TNF! #NYGvsNE #GoPats
(by @Lexus) pic.twitter.com/f6KuNcDCYS
— NFL (@NFL) October 11, 2019