DERECHO Y POLÍTICA

Están matando la oralidad en el tipo penal y con ello los derechos humanos
Por CARLA CABELLO

Las iniciativas que mandó el equipo jurídico de Andrés Manuel López Obrador al Senado de la República, en materia penal para su aprobación, no es nada más que regresar a las viejas prácticas del sistema inquisitivo que sin duda causarán violaciones graves a los derechos de los sujetos que se encuentren en un proceso.
Entre otras cosas, la reforma implicaría lo siguiente:
• La extensión de la figura del arraigo:
Esto se traduce a que las personas acusadas por algún ilícito podrán estar de manera legal detenidas por un lapso de 40 a 80 días, violentando entonces el principio de la presunción de inocencia.
• La eliminación de los jueces de control:
Es decir, la misma persona encargada del proceso inicial, controlaría la legal detención, dictaría también las medidas cautelares, estaría presente en todo el proceso oral y, finalmente, dictaría la sentencia.
• La aceptación de la prueba ilícita:
Quiere decir que las pruebas que se vayan a presentar por las partes, se pueden obtener de manera injusta y daría el poder a las fiscalías para lograr lo que a su derecho convenga; en palabras más fáciles, regresarían los métodos de tortura para hacer que el acusado diga lo que a la autoridad le conviene.
• La designación de jueces y magistrados por parte del Senado:
Lo anterior daría pie a que los senadores llenen el Poder Judicial -que en este momento es el único que ha hecho un verdadero contrapeso a las tiranías de López Obrador- de amigos, compadres, parientes, etc.
Chihuahua en 2007 fue pionero en la oralidad y marcó una diferencia abismal en la forma de llevar los procesos del tipo penal, pues con el sistema inquisitivo los procesados tardaban en conocer la causa de su detención; nunca vieron al juez que los sentenció, eran víctimas de tortura, fabricaban pruebas y testimonios.
No tienen vergüenza aquellos que expresan que el anterior sistema es la solución a los graves problemas que tiene el país en materia de inseguridad, tampoco gozan de un pensamiento democrático y le apuestan a un gobierno totalitario y peligroso para quienes vivimos en esta nación.
Durante décadas México tuvo un sistema oscuro, poco dado a respetar los derechos humanos, el debido proceso y la presunción de inocencia. Anteriormente, la averiguación previa prácticamente ya constituía la sentencia de condena y dejó miles de personas en las cárceles por confesiones arrancadas bajo tortura o por pruebas que no tuvieron las garantías mínimas de defensa.
Que mi expresión te haga pensar.

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