14 de enero, creación del Conservatorio Nacional de Música
El 14 de enero de 1866, un grupo de amigos formó la Sociedad Filarmónica Mexicana, que entre sus objetivos tuvo el de crear un Conservatorio. El grupo lo integraban médicos, ingenieros, empresarios, escritores, abogados; y se juntaban motivados por el pianista Tomás León.
Antes de la creación de la Sociedad Filarmónica, tuvieron varios tropiezos, como fue la cerrazón del empresario Amibale Biacchi para presentar en su teatro la ópera Ildegonda, de Melesio Morales, quien era parte del grupo. En esa circunstancia boicotearon la presentación de la obra Baile de Máscaras, de Verdi. Finalmente se impuso la serenidad y la cordura, y el 27 de enero de 1866 se estrenó la ópera Ildegonda.
De esta manera, el uno de julio de 1866 se abrió el Conservatorio en la casa que había sido sede de la academia de música del padre Agustín Caballero, mismo que fue su primer director. El Conservatorio tenía la misión de entrenar músicos competentes, así como procurar su formación artística. Luego la institución contó con la Academia de Música y Dibujo para Señoritas, sentando un precedente, ya que por primera vez en México, las mujeres podrían obtener un título profesional.
Al caer el imperio de Maximiliano, Benito Juárez apoyó al Conservatorio, incluso le proporcionó el edificio de la ex universidad; y a la vez, ingresaron muchos liberales al mismo, el que se convirtió en Conservatorio de Música y Arte Dramático. En 1877, el gobierno nacionalizó el Conservatorio, integrándolo al Sistema Educativo Mexicano. Este organismo tuvo influencia de la música italiana, y en el porfiriato, se incluyeron prácticas pedagógicas francesas.
Desde 1946, el Conservatorio forma parte del Instituto Nacional de Bellas Artes.