SE TIENE QUE DECIR

Insabi comienza con el pie izquierdo
Por CACHO

La transformación emprendida por Andrés Manuel López Obrador a raíz de su asunción a la Presidencia de la República ha tenido, en el plano de la realidad, más errores que aciertos. Pero uno que se llevaría las palmas, de no tratarse de un asunto tan serio, es el de la salud de los mexicanos.
“Primero los pobres”, una de las fases que más utiliza el mandatario mexicano y que le redituó votos y en la actualidad puntos de popularidad, se está convirtiendo en una frase vacía.
Peor aún, en algunos sectores de las benditas redes sociales, ha sido ya material para el escarnio: “Primero los pobres… en morir”. Lo anterior viene a colación por la puesta en marcha del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) que viene a sustituir al Seguro Popular.
En este caso me parece inexplicable el que se haya “dado de baja” al Seguro Popular, un programa creado por Vicente Fox (2000-2006) y al que se le dio continuidad en las administraciones de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, porque funcionaba adecuadamente y además, se olvidaron de los colores partidistas o de los egos.
Pues en esta Cuarta Transformación, se da un retroceso en este rubro: “La reversa también es cambio” decía el llamado Filósofo de Rubio, Artemio Iglesias Miramontes (QEPD) cuando el dicharachero político se refería a las promesas de sus homólogos políticos, y eso es precisamente lo que sucedió con el organismo responsable de la salud de quienes no cuentan con seguridad social.
El Insabi inició operaciones a partir del primer día de este 2020, la idea que vendieron los encargados de difusión del programa federal era, que a diferencia del Seguro Popular, el Instituto de Salud para el Bienestar brindaría sus servicios absolutamente gratis, sin cuotas de recuperación.
Sin embargo, comenzaron a surgir las quejas de quienes tenían pacientes atendiéndose en la transición de dichos programas: antes en el Hospital General de México cobraban 88 pesos diarios por concepto de hospitalización y la denuncia es que les aumentaron hasta 500 por día.
Y se trata de diferentes testimonios recabados por el espacio informativo de Ciro Gómez Leyva, tanto en radio como en televisión, en los que usuarios de este nosocomio hacen público su descontento.
A continuación se reproducen algunos testimonios: El familiar de un paciente con linfoma denunció que ahora tendrá que pagar 477 pesos diarios por hospitalización, cuando antes con el Seguro Popular el pago era menor.
En otro caso, un padre de familia relató que su hijo tiene que ser operado de una pierna, ahora tiene que pagar de su bolsillo algunos medicamentos e insumos con los que no cuenta el hospital, además de pagar el costo de operación, que es de más de 2 mil pesos y no cuenta con el dinero para cubrirlos.
Esta el caso de otro paciente, quien dijo que el medicamento que antes tenía asegurado con el Seguro Popular, ahora lo tiene que comprar a un costo de 2 mil 400 pesos, los cuales no puede cubrir.
Un hombre que fue notificado de la muerte de su madre, dijo que tiene que pagar una deuda de 3 mil 328 pesos al Hospital General por el servicio, y si no cubre el pago, no le entregarán el cuerpo de su mamá.
Lo mismo sucede en el Hospital Pediátrico de Coyoacán, donde una madre tiene que pagar de 50 mil a 70 mil pesos por la cirugía de intestino a la que fue sometido su hijo.
Mientras, en el Hospital Xoco, los pacientes no son atendidos por la falta de médicos especialistas, falta de quirófanos disponibles o la falta de medicamentos.
Bueno, esos son unos pocos ejemplos recabados por el equipo de Gómez Leyva en la Ciudad de México, que nos dan una idea clara de que las cosas no fueron para bien.
Es lógico pensar que al haber un cambio, se presenten errores, pero éstos no lo son, son abusos claros, y como siempre, López Obrador negó todo y lo soslayó con su consabido pretexto: “es una campaña mediática”. Así lo dijo el miércoles cuando le hicieron saber sobre los reclamos antes reseñados.
Sin embargo, tuvo que meter reversa y reconocer que se estaban realizando estos cobros, y prometió resolverlo, aunque como siempre lo hace, crea lugares comunes para no comprometerse de lleno, tendremos que llegar a un acuerdo, dijo.
Pero llegar a un acuerdo no es un compromiso de gratuidad en la prestación de servicios de salud para la población mayormente desprotegida.
Aquí es donde la burla en redes sociales de “Primero los pobres… en morirse” se torna en una macabra realidad… y si el Seguro Popular funcionó durante tres administraciones federales, una de ellas de distinto color político, pues rescatando otro de los dichos del célebre Artemio Iglesias, diría “Pa’qué tanto brinco, estando el suelo tan parejo”.
Pues… se tenía que decir y se dijo.

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