DERECHO Y POLÍTICA

Por un final con dignidad
Por CARLA CABELLO

Que una persona padezca de una enfermedad terminal es una tragedia, tanto para quien la sufre como para quien la acompaña durante todo el proceso; al verse la ciencia rebasada por algún mal, esto se convierte prácticamente en un castigo de dolor y de impotencia para ambas partes.
Por ello, creo que para el Estado debe ser importante que los hombres y las mujeres vivan en las mejores condiciones posibles, éste tiene la obligación de garantizarles todos los derechos humanos, sólo por el simple hecho de ser personas.
Sin embargo, me parece que aquellos o aquellas que se encuentran desahuciados medicamente, también tienen el derecho a no sufrir y morir con dignidad, reduciendo al máximo el dolor que puedan llegar a sentir, si así lo desean.
Brindar un ambiente amable con perspectiva humana a un ser querido que se encuentra en la situación antes mencionada, no debe ser tarea fácil, pero, así como los sistemas de salud que tenemos en México están encargados de salvar vidas, deberían ofrecer la oportunidad de terminar la existencia de la mejor manera.
En ocasiones, el impulso de los derechos humanos puede llegar a generar confusiones con temas religiosos, ya que existe una línea casi invisible que es muy fácil cruzarla, pero lo cierto es que éstos deben ser 100 por ciento laicos y progresivos.
Creo que mientras sigan existiendo personas con enfermedades terminales, dolores insoportables, sin los mínimos cuidados paliativos para reducir en un porcentaje considerable los malestares, pero además sin su consentimiento, no podemos hablar de que México cuenta con un sistema de salud justo, eficaz y eficiente.
Que mi expresión te haga pensar.

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