“La injusticia en cualquier lugar es una amenaza para la justicia en todas partes”. Martin Luther King.
Por: FerMan
Continuando con el tema de los 124 casos investigados por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, y según lo publicado por dicho Ente Internacional, se ha estimado que la tasa de eficiencia del trabajo en conjunto entre la Fiscalía Especializada Contra la Impunidad (FECI) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), obtenida entre la presentación de imputaciones y la emisión de sentencias condenatorias, se acercó al 85%, lo cual supera ampliamente el promedio general de la mayoría de las fiscalías nacionales.
Otro indicio de efectividad en las investigaciones, es el número de procedimientos abreviados, el cual evidencia la solidez de las investigaciones, así como la eficiencia en el litigio estratégico. Ello porque en cuanto más elevados estaban dichos factores, más posibilidad existía para que los involucrados solicitaran la aplicación del procedimiento abreviado.
En los informes de la CICIG principalmente se destaca que en los últimos tres años las solicitudes de procedimientos abreviados por parte de los involucrados, quienes reconocían y aceptaban su responsabilidad en los hechos reprochados, se incrementaron significativamente para alcanzar más de 70 procedimientos.
Los casos evidenciaron que la forma corrupta de hacer política no distingue entre ideologías, partidos ni líderes políticos, siendo aquellos parte de un mismo mapa de expoliación de recursos públicos y cooptación de instituciones públicas de manera alternada en función de los resultados electorales.
Es por ello que se observaba cómo los mismos personajes financiaban indistintamente a los liderazgos políticos y cómo estos pasaban de un partido a otro en función exclusivamente de su sobrevivencia política. Los casos también expusieron cómo grandes fortunas y empresas nacionales construyeron su emporio sobre monopolios, sin prácticas reales de competencia de mercado, pudiendo contar con protección regulatoria, impositiva y política por sus relaciones, incluyendo financiamiento electoral oculto con los políticos de turno.
Después de los logros alcanzados a lo largo de 12 años de presencia y acompañamiento de la CICIG en Guatemala, el país no puede retroceder en los avances realizados, aunque lastimosamente se vieron algunas señas de regresión desde 2017.
La institucionalidad del país, con el apoyo decidido de la ciudadanía, los medios de comunicación, la academia y las organizaciones sociales y con el acompañamiento de la comunidad internacional, debe continuar dando saltos cualitativos en las capacidades de investigación penal, estratégica de redes ilícitas complejas, de las cuales muy pocas habían sido perseguidas judicialmente y solamente bajo motivaciones político-coyunturales.
El trabajo en conjunto del MP y la CICIG logró vencer la percepción de “intocables” al sentar a varios de ellos en el banquillo de los acusados y este hecho, por sí mismo, debería constituir un punto de referencia en el combate a la corrupción e impunidad, no solamente para el pueblo de Guatemala sino para toda Latinoamérica.
“Fiat Justitia, Pereat Mundus”.