SE TIENE QUE DECIR

“Estamos requetebién”… y falta el Covid-19
Por CACHO

“La bolsa no se ha caído”, “el dólar está más barato que con Peña Nieto”, “ahora sí se está ayudando a los pobres”, estos y otros más son los argumentos que manejan las personas que están convencidas que con la 4T estamos mejor que en sexenios previos.
A lo anterior hay que agregar que el presidente Andrés Manuel López Obrador no se cansa de pregonar que “el pueblo está feliz, feliz, feliz”; “estamos requetebién”, “funciona nuestra estrategia (sobre la economía)”… esos son los otros datos que el mandatario posee, y con los que pretende contraponerse a la realidad.
Pues bien, dicha realidad ya nos alcanzó, y si López Obrador no lo quiere ver, peor para todos los mexicanos.
Ayer, en el arranque de actividades, la Bolsa Mexicana de Valores cayó 7.53%, lo que obligó a su cierre temporal de operaciones. Esto sucedió apenas a las 8:23 de la mañana (hora de la Ciudad de México) para continuar con su actividad poco tiempo después, aparentemente tras tranquilizarse los mercados.
Sin embargo, fue poco lo que se recuperó pues el referencial índice S&P/BMV IPC, compuesto por 35 acciones, perdió -5.28% a 36,636.70 puntos, lo que significó la baja más alta del mercado accionario mexicano, desde el año 2012.
Por otra parte, la paridad cambiaria llegó a estar por encima de los 22 pesos por un dólar, aunque al cierre, el dólar interbancario a 48 horas, de acuerdo con el Banco de México, quedó en 21.64 pesos por uno.
No así el FIX, determinado por el Banco de México con base en un promedio de cotizaciones del mercado de cambios al mayoreo para operaciones liquidables el segundo día hábil bancario siguiente y que son obtenidas de plataformas de transacción cambiaria y otros medios electrónicos con representatividad en el mercado de cambios cerró en 22.15 pesos por uno.
De acuerdo, amigos defensores recalcitrantes de la 4T, esto se debe a factores externos, principalmente a la nominación de Pandemia de Covid-19 dada a conocer por la Organización Mundial de la Salud, que puso a los mercados bursátiles del mundo como coloquialmente se dice “patas pa’rriba”.
Recuerden esto cuando digan que con Calderón se encareció el dólar, sí, pero también mencionen que se debió a la crisis hipotecaria que se desató en los Estados Unidos en el 2008. De igual manera el peso se cotizó arriba de los 21 pesos en el 2016, durante la administración de Enrique Peña Nieto, sí, el peso, de cotizarse a 18.5 unidades por dólar cuando empezaron las votaciones en Estados Unidos pasó a 20.74 por uno al cierre de la jornada, tras la victoria de Donald Trump ante Hillary Clinton.
Todo eso fue y lo que ahora sucede con el peso y la Bolsa Mexicana de Valores, por factores externos, obviamente los efectos no se pueden prevenir, sólo atenuarlos.
Ahora vayamos a lo que sí se puede hacer y no se ve que la administración federal pueda revertir, atenuar, deshacer o como quiera que se le pueda llamar: en 2019 Pemex sufrió pérdidas que ascendieron a 346 mil 135 millones de pesos con referencia al 2018 un aumento de 165 mil 716 millones de pesos, un 92% superior, o sea perdió casi el doble.
Estas pérdidas se registraron aun y cuando se le inyectó una majadera cantidad de fondos a la empresa, lo que nos lleva a pensar que no la han sabido administrar: son ineficaces, ineficientes e incompetentes, lo que se aproxima mucho a parecer corrupción, pues si no se tiene la capacidad para un puesto, no debe aceptarse, lo dijo por el ingeniero agrónomo que dirige los destinos de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero Oropeza.
Todavía falta ver cómo nos va con la caída en el precio del petróleo; la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos del 2020 contempla una media anual de 55 dólares por barril… la mala noticia, con la disputa de Arabia Saudita con Rusia y el efecto colateral del coronavirus, el precio cayó a los 24.42 dólares por uno.
La buena noticia: tenemos un programa de cobertura anual, una saludable medida que se viene tomando desde el año 2001, por las administraciones federales de Fox, Calderón, Peña Nieto y López Obrador.
Ahora pasemos al empleo. De acuerdo con las cifras que maneja el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa de desocupación desestacionalizada al 27 de febrero del año en curso, se ubica en un 3.7 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) a nivel nacional; una cifra nada halagadora.
Y ahora, pasemos a lo tenebroso: ¿Está el país preparado para el embate del Covid-19, conocido como el coronavirus?
El discurso oficial gira en torno a que “no pasa gran cosa” ya está prevista la aparición del brote en México y hay, aseguran suficientes camas, medicamentos y capacidad de respuesta. Incluso ya se calculó la fecha de la posible aparición del brote epidémico en territorio nacional.
La pregunta lógica que se viene a la mente es: Si no hay medicamentos suficientes y a tiempo para enfermos de cáncer, se les mueren pacientes en el hospital de Pemex por usar medicamentos catalogados como “pirata” y el sistema de Salud a nivel nacional está saturado, ¿podremos enfrentarlo? No es por causar alarma, es solamente una duda que me asalta y no les miento, a veces me roba el sueño.
Ante este panorama, evidentemente no debe cundir el pánico, debe prevalecer la razón, así que preparémonos con prácticas saludables para evitar el contagio como el lavado constante y adecuado de manos, ingesta de líquidos calientes como infusiones e incluso el agua, beberla también caliente, evitar líquidos fríos y el uso de hielo, pues el virus no sobrevive a temperaturas superiores a 26-27 grados Celsius.
Hay más recomendaciones por parte de los expertos, lo insto, estimado lector, a informarse y seguir las recomendaciones de ellos. Por lo demás, exijamos a las actuales autoridades que cumplan lo que prometen, pues hasta ahora, “puro jarabe de pico”
Pues, se tenía que decir… y se dijo.

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