Ya no estamos “requetebién”
Por CACHO
Por más que se diga que estamos blindados ante cualquier crisis, que estamos preparados, que tenemos nuestro escudo de la honestidad y el detente, no podemos cerrar los ojos ante los hechos.
La semana anterior nos referimos a una tasa de desempleo del 3.7 por ciento de la Población Económicamente Activa, una cifra nada despreciable en lo que a desocupación se refiere, pues ese es el nivel de personas que dejan de pagar impuestos, que a la vez, sirven para pagar los programas asistencialistas y nada productivos de esta administración.
Me refiero a nada productivos pues, por ejemplo, “Jóvenes con futuro” da empleo becado a los jóvenes por espacio de un año, pero no pagan impuestos, esto es, no están generando riqueza… sin generación de empleos productivos, llegará el momento en el que se acabe el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP).
Precisamente a este fondo que hace un año, en marzo de 2019, ya bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador rondaba los 290 mil millones de pesos, al cierre de septiembre del 2019, los recursos sumaban 260,185 millones de pesos.
De este total, 57.7% (125 mil millones de pesos) se utilizó para completar los ingresos del gobierno ante un nulo crecimiento de la economía por lo que en la actualidad asciende a solamente 160 mil millones de pesos, de los cuales ya le están queriendo dar “otro pellizco”, esta vez de 80 mil millones de pesos.
Habrá quienes digan “para eso es precisamente el fondo” y tienen razón, lo que ocultan, por ignorancia o por así convenir a sus intereses, es que durante 19 años se estuvo formando dicho fondo, con la intención de encarar los entuertos presupuestales que pudieran presentarse en una crisis.
Si por la falta de previsión, incompetencia o ineficiencia, usaron el año pasado más de la mitad de dicho colchón, ahora, con la crisis mundial causada por el Covid-19 y agravada por la ineficacia del Estado para generar las condiciones propicias para la inversión y generación de empleo y riqueza, se van a extrañar esos miles de millones de pesos.
Las medidas de contingencia que se deben tomar ante el escenario creado por la pandemia del Covid-19, afectarán en gran medida a la población que vive al día y lo hace de su trabajo. ¿Cómo afrontarán este problema las micro, pequeñas y medianas empresas, que son las generadoras de prácticamente el 90% del empleo en México?
¿Soportarán, sin ingresos fijos por espacio de un mes el pago de nómina, impuestos, IMSS, Infonavit y probablemente alguna otra prestación? Se ve difícil.
Ahora bien, las grandes empresas, de las que se tiene la percepción (no sé si equivocada o acertada) de que poseen alto grado de liquidez, ¿pagarán íntegros sus salarios a los trabajadores que envíen a casa debido a la contingencia de salud?, ahí se queda de tarea.
Sí vamos a extrañar los 160 mil millones de pesos de los que dispuso el gobierno el año pasado y que ahora harán mucha falta.
Pasemos al asunto de la paridad peso-dólar. Ayer, el Banco de México estableció al cierre de actividades el tipo de cambio interbancario a 48 horas a 24.42 pesos por uno a la venta, el “súper peso” tantas veces presumido por López Obrador y sus seguidores, pierde terreno ante el dólar, de manera apabullante.
En lo que respecta al mercado accionario, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cerró la jornada con una caída de 1.10 por ciento, por lo que su referencial índice accionario, el S&P/BMV IPC, se ubicó en 35 mil 143.63 puntos, con un volumen de 232.1 millones de títulos negociados. Se trata de su nivel de cierre más bajo desde noviembre de 2011.
Ante todo esto, representantes de medios de comunicación cuestionaron el miércoles al primer mandatario López Obrador con respecto a que si el país está preparado en caso de agravarse la crisis y respondió con su tradicional perorata,
Diciendo que como es puro, su escudo es la honestidad, no va a pasar nada y luego, como burlándose no de quien le cuestionó sino del país entero, presumió estampitas religiosas y hasta un billete de dos dólares.
¡Felicidades señor presidente! con sus amuletos, ya me regresó el alma al cuerpo, ya no me voy a preocupar por aquello de que muchos pierdan o perdamos el trabajo (como a otros tantos, no pocos, les ha sucedido ya), que la contingencia que enfrentamos dejará bien parados a los micro, pequeños y medianos empresarios, porque usted, sí usted, Andrés Manuel López Obrador, tiene estampitas, hasta una de un trébol, que sacará adelante este país.
Por otra parte, estimados lectores (espero que sean al menos dos, ya justifico el plural) les pido que se informen adecuadamente sobre la contingencia de salud a la que nos enfrentamos. Se suspenden clases y se reducen actividades en muchas empresas, con la finalidad de evitar al máximo un posible contagio del virus Covid-19.
No son vacaciones, es un periodo de aislamiento voluntario, a nadie se puede forzar (a menos que esté encarcelado y aun así se les permite la visita de una persona) a quedarse en casa, a evitar el contacto con otras personas, pero precisamente por eso se tomaron dichas medidas.
Quienes se vean o nos veamos forzados a salir a trabajar, extrememos las precauciones, las autoridades de salud no sólo del país, sino del mundo entero, nos dicen hasta el cansancio que lavándonos las manos frecuentemente con agua y jabón (con la técnica adecuada) se gana, al menos en un 50% la batalla a la propagación del virus.
Hagámoslo para proteger a nuestros pequeños y nuestros ancianos, los más vulnerables ante los problemas respiratorios que causa el coronavirus y de esa manera “estemos requetebién”… al menos en lo que a salud se refiere, pues en lo económico, se ve difícil.
Pues, se tenía que decir… y se dijo.