SE TIENE QUE DECIR

Tenemos un gobierno federal ruin y mezquino
Por CACHO

Podrá decirse que es muy fuerte el encabezado de esta colaboración editorial, sin embargo, cuando se trata de una cruda realidad, deja de parecerlo para convertirse en una descripción objetiva del tipo de funcionarios que ahora rigen el destino de esta grande nación.
Para quienes defienden a priori a la cuarta transformación y a las personas que la enarbolan, incluido el presidente Andrés Manuel López Obrador, y además desconocen (o simplemente defienden lo indefendible) el significado de los términos, de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, vigilante del correcto uso del idioma, ahí les va:
Ruin
1. adj. Vil, bajo y despreciable.
3. adj. Dicho de una persona: Baja, de malas costumbres y procedimientos.
5. adj. Mezquino y avariento.
Y de esta última acepción tomamos la definición que sigue:
Mezquino
1. adj. despect. tacaño (que escatima en el gasto). No seamos mezquinos y démosle lo que pide.
2. adj. Falto de generosidad y nobleza de espíritu.
3. adj. Pequeño, diminuto.
Digo, no se puede negar que las acciones llevadas a cabo por la Federación, enviando aproximadamente a 500 integrantes de la Guardia Nacional (creada para combatir a los criminales, además de brindar seguridad a los mexicanos y usada para detener a los inmigrantes y o en casos como el que hoy nos ocupa) para resguardar al personal de la Comisión Nacional del Agua que abrieron las compuertas de la presa La Boquilla, situada en el municipio de San Francisco de Conchos, no se ajustan a la definición de ruindad y mezquindad.
¿Y por qué los calificativos? Pues había una negociación, habían acordado las autoridades federales con los productores agrícolas de los sistemas de riego 005 y 113 (en Delicias y Camargo, respectivamente) que no se haría trasvase alguno del líquido contenido en La Boquilla para pagar el agua que se debe a los Estados Unidos, a raíz del tratado signado entre ambas naciones para el aprovechamiento del agua, hasta que se vieran garantizados los ciclos de riego de ambos distritos.
Vil, baja y despreciable, además de realizarse bajo un mal procedimiento (usando la fuerza pública, o “por mis pistolas” dirían en mi rancho) se llevó a cabo la apertura de las compuertas de la Boquilla, aprovechando, además, la situación de salud por la que atraviesa el mundo entero a raíz del Covid-19 y que no es ajena obviamente a Chihuahua.
¿No suena algo mezquino que mientras los ciudadanos se resguardan del posible contagio del (mortal) virus, las autoridades “madruguen” y rompan el acuerdo dejando salir el caudal de La Boquilla?
Luego, con la extracción de 110 metros cúbicos por segundo que se está haciendo en La Boquilla y el consiguiente aumento del caudal en el río, ya causaron problemas de inundaciones en algunas comunidades de San Francisco de Conchos. Una ruindad ¿Qué no?
Pues lo anterior, lógicamente que desató una reacción de parte de los productores: quemaron vehículos de Conagua, otro de la CFE con el que atropellaron a uno de los manifestantes, se liaron a pedradas con los elementos de la Guardia Nacional, bloquearon la Carretera Panamericana y las vías del Ferrocarril…
¿Una reacción desproporcionada? No me atrevería a afirmarlo, son personas que viven del cultivo de alimentos, que a su vez, permiten vivir a otros con su comercio y finalmente, a nosotros los consumidores, que nos alimentamos de dicha producción.
Si no se garantiza lo primero, mal nos va desde el primero hasta el último, pero eso no le interesa a una federación mezquina, por aquello de la falta de generosidad y nobleza de espíritu, pues a espaldas de la ciudadanía, faltan a su palabra y dejan fluir el líquido que tanto se necesita en estas áridas tierras, a las cuales con base en el esfuerzo de muchos, se les saca el alimento.
Ahora, la administración federal se ve obligada a dar una explicación coherente y convincente del porqué de sus acciones y habrá de garantizar la subsistencia de los afectados por haber tomado unilateralmente esta decisión.
Como botón de muestra:
El tratado de agua suscrito entre México y Estados Unidos señala en su Artículo 4º, Inciso c):
“Una tercera parte del agua que llegue a la corriente principal del río Bravo (Grande) procedente de los ríos Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido, Salado y Arroyo de Las Vacas; tercera parte que no será menor en conjunto, en promedio y en ciclos de cinco años consecutivos, de 431,721,000 metros cúbicos (350,000 acres pies) anuales. Los Estados Unidos no adquirirán ningún derecho por el uso de las aguas de los afluentes mencionados en este inciso en exceso de los citados 431 millones 721 mil metros cúbicos (350,000 acres pies), salvo el derecho a usar de la tercera parte del escurrimiento que llegue al río Bravo (Grande) de dichos afluentes, aunque ella exceda del volumen aludido.
Los aproximadamente 220 millones de metros cúbicos que están liberando hacia el Bravo, ¿son apenas una tercera parte de la corriente principal del Conchos?, a otro perro con ese hueso.
Otra actuación ruin, mezquina y le agregaría cobarde, es la del delegado del Gobierno Federal en Chihuahua, Juan Carlos Loera, al declarar públicamente que el agua era para consumo humano en los estados de Nuevo León y Tamaulipas, como si allá no les lloviera o no tuvieran presas.
“Tenemos la información técnica, ya medida, de que si hay agua actualmente para el ciclo agrícola, y la extracción hecha es para el consumo humano, por eso es un llamado a la solidaridad, de seguro hay chihuahuenses que viven en estados vecinos”, dijo el mezquino funcionario federal, como si en Ciudad Juárez, donde vive, no faltara el agua.
Igual tendría que vivir Loera al menos el mes de julio en alguna de las colonias de Chihuahua capital, en donde solamente les surten agua en la red de distribución tres horas en la mañana y si bien les va dos horas por la tarde, ni para llenar los tinacos.
O peor aún, colonias en las que usando pipas con agua potable surten ecuménicamente (cuando Dios quiere) a decenas de colonias que no red de distribución tienen. Probablemente eso no le parece inhumano al mezquino y ruin funcionario federal.
Pues bien, ayer por la tarde, surtió efecto la movilización de productores con apoyo ciudadano y se redujo la extracción de líquido en la Boquilla de 110 metros cúbicos por segundo a 48 m3/seg tras llegar a un acuerdo gobierno y manifestantes.
Finalmente, una pregunta para el presidente López Obrador:
¿Por qué en Baja California sí consultaron al pueblo bueno y sabio para quitar a una planta cervecera en construcción los derechos de uso de agua y con ello echarle tierra a una inversión que llegaba a los 900 millones de dólares de mil 400 que tenían pensado gastar para completarla y en Chihuahua no? ¿Acá no somos pueblo bueno y sabio?
Lo más seguro es que buenos, sí somos los chihuahuenses, sabios podrá haber, no sé si pocos o muchos, pero inteligentes y que exigimos respeten nuestros derechos, somos la mayoría, porque sí tenemos de aquellos que defienden lo indefendible.
Pues, se tenía que decir… y se dijo.

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