Restringen alcaldes garantías individuales sin facultad jurídica para hacerlo
Por CARLA CABELLO
La llegada de la fase tres del Coronavirus en México ha requerido que los diferentes órdenes de gobierno tomen acciones para evitar el menor número de contagios y, así evitar el colapso de los sistemas de salud.
Aquí lo preocupante es que los alcaldes de algunos municipios del estado de Chihuahua se han tomado atribuciones que no les corresponden, cometiendo violaciones a los derechos de las personas mediante la restricción de garantías.
El primer Ayuntamiento que se excedió fue Parral, cuando cerró por algunas horas los accesos para la entrada y salida de las personas, entorpeciendo con ello el libre tránsito.
Después, el municipio de Bachíniva anunció un dizque toque de queda e impuso medidas sancionadoras excesivas y sin fundamento legal a todas aquellas habitantes que se encuentren después de las 8 de la noche en la calle, expresando lo siguiente:
“Por disposición municipal y aprobación de Cabildo, como una de las medidas de seguridad ante esta la contingencia, se aplicará «Toque de Queda» para todo el municipio de Bachíniva, a partir de las 8 pm deberás permanecer en tu hogar y no salir a la calle, evitemos sanciones y pongamos una barrera al COVID-19”.
Después le siguió Jiménez, que al igual que Bachíniva, expresó a sus habitantes un absurdo “Toque de Queda” y ahora sus habitantes tienen que cuidarse de los abusos y arbitrariedades que se cometerán en aquel lugar.
Alguien debería recordarles a los alcaldes que, afortunadamente, la restricción de garantías no es facultad de ellos sino competencia del presidente de la República con aprobación del Congreso de la Unión.
Lo delicado de esto, es que ilegalmente, le entregaron facultades al policía para que, mediante el uso de la fuerza pública, comenzara a detener personas que no representan ningún peligro.
Este es un claro ejemplo del porqué el poder punitivo debe detenerse, pues en la historia de la humanidad nunca ha resuelto el problema, pero sí ha ocasionado grandes revoluciones.
Por último, citaré una frase del penalista Eugenio Raúl Zaffaroni, quien dice que poder punitivo no resuelve el conflicto sino que lo cuelga, como una prenda recién lavada que se tiende hasta que se seque. Encierra al agresor un tiempo y lo suelta cuando el conflicto se secó. Es cierto que podría matarlo, pero en ese caso no haría más que dejar el conflicto colgado para siempre.
Que mi expresión te haga pensar.