SE TIENE QUE DECIR

Bájenle una rayita, dice AMLO: “A puñaladas iguales, llorar es cobardía”
Por CACHO

El dicho que por estas tierras repetía el extinto político, apodado “el filósofo de Rubio”, Artemio Iglesias Miramontes, se aplica a la perfección al presidente Andrés Manuel López Obrador, pues ahora que está en el poder (aunque se comporte como si fuera aún opositor al Gobierno), pide a quienes él califica como sus adversarios “que le bajen una rayita” a las críticas en su contra, escudándose en la crisis causada por el Covid-19.
Ya se le olvidó cómo, por espacio de más de 12 años (desde que dejó el gobierno del entonces Distrito Federal, para buscar la Presidencia y durante los sexenios de Calderón y Peña Nieto) se la pasó “subiéndole a la rayitas” en sus señalamientos a todo gobierno que no le cuadraba (atacaba también a los estatales) y sobre todo, contra las administraciones federales y jamás daba tregua.
Ahí es donde se aplica el dicho que sabrosamente externaba Artemio Iglesias, ahora que AMLO tiene la responsabilidad (aunque para él no lo pareciera), de cargar sobre sus hombros el destino de este país, y busca, a través de la auto victimización, que otros le dejen de criticar y señalar sus errores, que no son pocos.
También en este caso se aplica la sabiduría popular, en el contexto de que “el que se ríe, se lleva, y el que se lleva, se aguanta”. No es tiempo de permitirnos como mexicanos, tener un presidente llorón que quiere que otros le resuelvan lo que a él, como máxima autoridad del país, le compete.
“Que (los adversarios) ya le bajen una rayita, porque está la campaña en medios, en redes, desbordada. Abruman, fastidian…lo interesante es que busquemos la unidad, es una tregua, un mes”, dijo en su conferencia del pasado miércoles.
Con respecto a que quiere que le resuelvan los problemas que a luces vistas, él está generando, baste resaltar las palabras del mandatario de esa misma conferencia, con dedicatoria a los empresarios de la Nación:
“Quiero pedirles a los empresarios que nos sigan ayudando. Recuerdo aquí lo que nos ofreció Carlos Slim, que no iba a despedir a ningún trabajador; este es el ejemplo a seguir. Ahora, con la emergencia, es un mes de permiso con goce de sueldo (para los trabajadores); se puede ayudar de esa manera”, dijo el Presidente.
Dijo esto además, en la conferencia de antier, “no se puede reducir el Impuesto Sobre la Renta ya que significa menos ingresos y recaudación”, y “¿de dónde vamos a sacar para darle a los adultos mayores, a los niños con discapacidad, a los campesinos?”.
Es sobradamente conocido que más del 95% de las empresas en el país son las consideradas en el rubro de micro, pequeñas y medianas empresas (las MiPyME), estas generan el 72% del empleo en la nación y corresponden al 52% del Producto Interno Bruto de México.
Tratándose de negocios de este tipo, si siguen pagando los salarios, sus impuestos, además de lo correspondiente a cuotas del IMSS e Infonavit, yo me pregunto ¿de dónde van a sacar dinero para ello, sin tener ingresos por espacio de un mes?
Hay que vivir fuera de la realidad para pensar que eso es posible.
Recordemos, la mayoría de los empresarios no solicitaron dejar de pagar impuestos, pidieron que se difiriera el cobro hasta tener las posibilidades de ingreso y por ende, de cumplir con sus obligaciones.
Esto suena más a una venganza de López Obrador contra “sus adversarios pudientes” que como una realidad, en el sentido de que los empresarios mexicanos en su totalidad pudieran pagar sueldos de un mes sin ganar un cinco por estar en cierre temporal y, además, pagando sus contribuciones.
Además, el martes 24 de marzo, López Obrador presumió en su conferencia matutina que el gobierno federal cuenta con 400 mil millones de pesos de fondo extraordinario para hacer frente a las consecuencias económicas de la epidemia del Covid-19.
Agregó, “Esto nos permite mantener todos los programas del bienestar; tener recursos para enfrentar la caída de los precios del petróleo, al mismo tiempo que tomamos la decisión de bajar el precio de las gasolinas”.
Si esto es cierto, entonces sí hay para los adultos mayores, los niños con discapacidad y los campesinos. ¿Por qué no diferir el pago de impuestos?
Por cierto, dicho sea de paso, bajaron los precios de combustibles, no por la decisión del presidente López Obrador, sino por la caída en los precios del petróleo.
Si hubiera decidido el mandatario bajar el precio de las gasolinas, la que hoy cuesta en promedio $14.50 (Magna) costaría poco más de 9 pesos el litro, porque se aplica un Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) de 4.95 pesos por cada litro.
De acuerdo con lo estipulado para la semana del 28 de marzo al 3 de abril, el IEPS que aplica la Secretaría de Hacienda y Crédito Público es de $4.950 a la gasolina menor a 91 octanos (Magna) $4.180 a la gasolina mayor o igual a 91 octanos (Premium) y de $5.440 al diésel. Vamos echándole cuentas ¿no?
Regresemos a los 400 mil millones de pesos para la emergencia, ¿no alcanza ese capital para que las MiPyMEs difieran los impuestos por uno o dos meses? O el peor escenario que pudiéramos esperar, no existe tal capital y lo más terrible: el presidente nos miente, traicionando los ideales de su tan llevada y traída cuarta transformación, “No mentir, no robar, no traicionar”.
Se lo dejamos de tarea al mandatario porque ya nos mintió al decir que él bajó los precios de los combustibles, sólo las gasolinas pues no se nos olvide que el gas L.P. no ha bajado de precio, en Chihuahua capital sigue costando entre 10.92 y 12 pesos el litro.
Y si quieren saber por qué tendría que reducirse su costo, pues L.P. significa licuado de petróleo, o sea, es otro derivado, como las gasolinas, ¿dónde está la verdad con respecto a que bajó López Obrador los combustibles?
Pues, se tenía que decir… y se dijo.

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