SE TIENE QUE DECIR

La corrupción en tiempos del Covid-19
Por CACHO

Corrupción no es sólo desviar recursos, pedir moches…también lo es actuar sin transparencia, utilizar el engaño a través de verdades a medias o bien, mentir sobre la realidad que afecta a la ciudadanía.
Vamos por partes (diría Jack el destripador) en estos tiempos álgidos, en los que el coronavirus SARS-CoV-2 o Covid-19, tiene prácticamente secuestrada a la población de todo el globo terráqueo, se han dado en el país datos, que en un momento determinado comienzan a generar confusión y lo peor, desinformación.
Hasta ayer, el número de infectados, de acuerdo con las cifras oficiales ofrecidas por el subsecretario Hugo López-Gatell, era de 3 mil 441 personas contagiadas y un total de 194 decesos.
Sin embargo, una parte de la sociedad, incluido un servidor, objeta, aunque con prudencia, dichas cifras, pues a pesar de que este año ha sido el más cálido de los últimos cuatro, han aumentado las muertes que han sido inscritas en los reportes médicos por neumonía atípica como causal.
Veamos: datos obtenidos de la Dirección General de Estadística, dependencia que prepara las láminas que muestra el subsecretario López-Gatell, evidencian que en enero, febrero y marzo de 2018 la temperatura mínima media en el país fue de 10.8 grados, en 2018 las mínimas del trimestre promediaron 10.7 grados, en 2019 promediaron 10.5 grados Celsius y en el presente año promediaron 10.9° Celsius.
Con datos oficiales, no cabe duda que este trimestre ha sido el más cálido en comparación con el mismo periodo de los últimos cuatro años.
Ahora bien, el promedio de temperatura en el mes de marzo pasado (2020) fue de 13.9°C., contra 13.7°C en marzo de 2019, 12.8°C en 2018 y 12.6°C en 2017, lo que significa que el pasado mes fue el más caliente de los cuatro más recientes.
Entonces, y citando la misma fuente oficial, ¿Por qué aumentaron los casos de neumonía atípica en un año más cálido con respecto a los inmediatos anteriores?
De acuerdo con la Dirección General de Estadística, en 2017, de los casos presentados durante la semana 8, alrededor de 601 mil, se redujeron en 106 mil para la semana 12, aproximadamente un 19 por ciento.
Para el año 2018, en la semana 8 eran 504 mil y bajaron para la semana 12 a 406, también cerca de 19%. En 2019 al final de febrero había 541 mil casos y se redujeron en 130 mil para la última semana de marzo, esto es, 24 por ciento.
Sin embargo, en la semana ocho del presente año, habían registrado 452 mil casos y para la semana 12 aumentaron los enfermos de infecciones respiratorias agudas (IRA), fueron 52 mil, un aproximado de alza de 12 por ciento, ¿no es algo raro que con más calorcito aumente la incidencia de enfermedades típicas del clima frío?
Ahí lo dejamos para la reflexión.
Seguimos con los dineros: ya no entendí cómo está el asunto de las compras o de los recursos que se destinarán a la adquisición de equipo médico y para atender la contingencia.
A saber: la cena en Palacio Nacional, la de los tamales de a 20 (millones de pesos) había dejado como cifra preliminar mil 500 millones de pesos comprometidos para la no rifa del avión presidencial, después, se inició la venta de “cachitos” que a decir del inquilino de Palacio Nacional “va muy bien”, si es así, ya juntaron para los premios, ¿dónde está el excedente?
Luego, por arte de decreto, López Obrador extinguió 283 fideicomisos que aportarán una bolsa de 250 mil millones de pesos que serán destinados a fortalecer programas sociales, reactivar la actividad económica, así como para ayudar a generar empleo.
No veo cómo, AMLO prometió generar dos millones de plazas laborales en este año y de acuerdo con Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS), quien el miércoles informó que del 13 de marzo al 6 de abril se han perdido 346 mil 878 empleos. Con esto, en menos de un mes, se borraron los trabajos generados en el país durante todo el 2019.
Le doy el beneficio de no le creo.
Volvamos a lo que resta de los 250 mil millones de los fideicomisos. Van para sostener sus programas de regalar dinero a los que no lo tienen y según dijo, al pago de deuda. ¿Y para la contingencia? De esta cifra, nada.
¡Ahhh! Pero resulta que unos fifís empresarios e igualmente fifís empresas deben al fisco 50 mil millones de pesos y con esos, sí se puede invertir para combatir la crisis de salud por el Covid-19. Por eso el mandatario envió a la presidencia del CCE, representada por Carlos Salazar Lomelín, la lista de los que adeudan para que los exhorte a pagar.
¡Oiga usted! Flamante cobrador de lujo se anda agenciando López Obrador. La mala noticia es que esos dineros no son sentencia en firme, están en litigio y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no los puede exigir, si no, ¿para qué está la Unidad de Inteligencia Financiera, de Santiago Nieto, que podría congelar las cuentas a los deudores?
No quiero pensar que la UIF solamente se usa para los enemigos políticos, disidentes o bien, para organizar revanchas y desquites políticos de cierto personaje que mora en el edificio histórico situado frente al Zócalo.
Además, Ricardo Salinas Pliego, su asesor, sí el dueño de una mueblería de abonos chiquitos y deudas inmensas, del banco que mueve los dineros de los programas clientelares y cuyos negocios, al parecer son esenciales pues no los ha, ni se los han cerrado por la contingencia, debe y mantiene en litigio 32 mil millones de pesos, ¿por qué no le cobra él mismo, si lo tiene tan cerquita?
¡Hombre! No vaya a pasar lo del teléfono descompuesto y Salinas Pliego no entienda el mensaje vía Salazar Lomelín, por lo que dejaría de abonar a su deuda.
Un botoncito de muestra más, que hace levantar las sospechas: El propietario de la empresa que contrató el IMSS para surtir 2 mil 500 ventiladores, es un mexicano residente en Houston, quien fue sentenciado en julio de 2017 por haber servido de testaferro en el fraude millonario de una compañía “fantasma” que engañó a inversionistas estadounidenses e intentó estafar a Pemex, de acuerdo con una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
El pasado día 3, MCCI informó que el Instituto Mexicano del Seguro Social había contratado a Levanting Global Servicios, S.A. LLC para surtir miles de ventiladores con los que se atenderá a los enfermos de Covid-19.
Con el argumento de que se vive una emergencia de salud, la adjudicación fue directa, por un monto de 93 millones de dólares, equivalente a unos 2 mil 223 millones de pesos. Pero aquí no hay “sospechosismo”.
Bueno y todo esto que se ha descrito viene a colación porque, a pesar de la insistencia oficial en el sentido de que las cosas no son graves en el país a causa del Covid-19, tendría que hacer una llamado a la racionalización del problema.
Nos dicen que todo está bajo control, pero no sé si cambió la definición de esta palabra, porque, el periódico El País reseñó el miércoles pasado la situación que se vive en el Seguro Social.
“Una serie de contagios masivos entre personal sanitario ha sembrado dudas y preocupación en la red de seguridad social más amplia de México. En menos de 24 horas se han registrado más de 60 casos positivos en tres hospitales: 42 en Cabo San Lucas (en la península de Baja California), 19 en Tlalnepantla (a las afueras de Ciudad de México) y seis en Cuernavaca (en el centro del país)”. Dice la entrada del reporte.
Los trabajadores del IMSS se han manifestado y de acuerdo con lo publicado por El País, “El material es de pésima calidad, esto no nos protege de nada”, reclama una trabajadora del hospital regional 72 de Tlalnepantla, en un vídeo difundido por el propio personal.
Los contagios en esa clínica ya superan la 30 y por lo menos, suman 50 los médicos que fueron puestos en aislamiento, de acuerdo con el informado por el portal Latinus, que cita a las autoridades federales y del Estado de México.
Por ello, el llamado a la reflexión y la exigencia de que nos hablen con la verdad, sin disfrazar con neumonías atípicas los fallecimientos causados por el Covid-19 y que los recursos que dice el presidente que se destinan a equipamiento médico, de verdad se vean reflejados en la seguridad, primero del personal médico y después, de los pacientes que son atacados por el virus.
Debemos exigir que nos hablen con la verdad, sin tapujos y que el esfuerzo de los trabajadores, comerciantes, empresarios y la sociedad en general no se vea disminuido por la negligencia, que pudiera llegar a ser criminal, del Gobierno federal.
Pues, se tenía que decir…y se dijo.

Mostrar más
Botón volver arriba