EL ORÁCULO DE APOLO

Los Derechos

Por Enrique Pallares

El término “derecho” proviene del latín directum, que significa “lo que está conforme a la regla” y permite desarrollar normatividades institucionales en una sociedad para disciplinar las conductas y así alcanzar un orden social.

Existe la idea, defendida por el iusnaturalismo, que los derechos son naturales y su concepción ha variado a lo largo de la historia. Los que defienden el derecho natural han querido fundamentar esta idea en un ente abstracto natural que es superior a la voluntad de las personas.

Pero también el derecho natural ha pretendido postular la existencia de derechos del hombre fundados en la naturaleza humana y que, supuestamente, son universales, anteriores y superiores o independientes del ordenamiento jurídico positivo y al derecho fundado en la costumbre.

Si bien la idea del derecho natural ya lo encontramos en la Ética de Aristóteles, quien distinguía la justicia legal o convencional y la justicia natural; para este filósofo la esclavitud era natural. Pero esta concepción del derecho natural, presupone que los derechos son ajenos a las decisiones humanas, que se imponen desde fuera, ya sea por una deidad o por la propia naturaleza.

Para todos debe ser claro que los derechos no son algo que exista ya dado en la naturaleza y que nosotros nos limitemos a descubrir. Tenemos derecho en un sentido muy diferente en el que decimos que tenemos ojos o riñones. Los derechos no existen de por sí, es por eso que los seres humanos tratamos de crearlos mediante convenciones legislativas.

Los derechos los creamos nosotros los seres humanos, es una cuestión convencional que sólo se plantea en el seno de una sociedad organizada políticamente y provista de un ordenamiento jurídico. Por otro lado, la moralidad, a diferencia de la composición química, no es una propiedad natural, sino convencional. Es por eso que la fuente de los derechos es el Derecho, es decir, la legislación, y por lo tanto, no hay más derecho que el derecho positivo.

Los derechos no son revelados por la ciencia ni por autopsia, sino por las leyes o normas de convivencia de un país. Las leyes de un país no tienen nada que ver con las leyes de la naturaleza las cuales están expresadas en enunciados legaliformes. Los derechos pueden ser violados, las leyes naturales no. Los derechos son temporales y dependientes de los contextos sociales e históricos.

Si fueran naturales, los mismos derechos existirían en todas las épocas y en todos los países. Que alguien tenga ciertos derechos, implica que los demás tienen determinadas obligaciones respecto a él o que se establecen ciertas prohibiciones. El derecho de los niños a ser alimentados y educados es la obligación que tienen los padres a darles de comer y llevarlos a la escuela. El derecho a la libertad de expresión, es la prohibición a la censura.
Los derechos naturales, independientes de nuestras convenciones, no existe, son meras ficciones. La declaración universal de los derechos humanos son declaraciones de buenas intenciones, en las que se promueve la promulgación de leyes positivas que impongan ciertas obligaciones y prohibiciones…Así pues, el iusnaturalismo resulta ser falso.

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