ESQUELETOS EN EL CLOSET

 

Soy una roca, soy una isla
Por Jorge Villalobos

 

“I Am a Rock” es una canción que Paul Simon grabó originalmente como solista con guitarra acústica en su álbum ‘The Paul Simon Songbook’, lanzado exclusivamente en el Reino Unido en agosto de 1965.

Simon & Garfunkel eran un dueto folk y su esencia originalmente consistía en las canciones interpretadas a dos voces en armonía con el acompañamiento sencillo de instrumentos acústicos, guitarra, bajo y ocasionalmente mandolina. A principios de 1965 se habían separado tras el poco éxito de su primer álbum (‘Wednesday Morning, 3 A.M.’, 1964) y Simon se trasladó de Nueva York a Londres con la intención de continuar una carrera en la música mientras Art Garfunkel permanecía en la Universidad de Columbia para continuar sus estudios de bachillerato en Historia del Arte y maestría en Docencia en Matemáticas (sí, listillo el muchacho, y además estuvo en los equipos colegiales de tenis, esquí, esgrima y boliche).

Pero en el ínter, el productor Tom Wilson tomó del álbum fallido la canción “The Sound of Silence” (que merece su propio capítulo en los Esqueletos en el Closet) y lanzó un sencillo con una nueva versión en la que sobrepuso guitarras y bajo eléctricos y batería, lo que la convirtió en un éxito #1 en las listas de popularidad norteamericanas. Ante la exigencia de la compañía de discos, Paul se devolvió de Inglaterra al gabacho para reunirse con Art y grabar un nuevo álbum para aprovechar el momento de éxito.

A Simon no le agradaba la idea de incluir el acompañamiento de un grupo eléctrico completo a su música, pero sucumbió ante el efecto dominó causado por Bob Dylan cuando se convirtió en el renegado-del-folk-convertido-en-rocker-eléctrico con su álbum ‘Bringing It All Back Home’ (producido por el mismo Tom Wilson).

Así pues, ante la prisa por tener un producto nuevo en el mercado, algunas de las canciones de ‘The Paul Simon Songbook’ fueron regrabadas a dueto con Garfunkel y otras tantas fueron reescritas o recuperadas del repertorio para acompañar al sencillo en el álbum ‘Sounds of Silence’ (lanzado en enero de 1966), cuyo éxito rápidamente estableció al dúo en las preferencias del público.

Entre esas canciones está la versión eléctrica de “I Am a Rock”, lanzada también como un sencillo que alcanzó el #3 en las listas de Estados Unidos. Dada la letra y el mensaje de la canción, hay quienes aseguran que la versión acústica original interpretada por un solo cantante es superior, pues trata acerca del aislamiento voluntario de una persona.

Un día de invierno
en un profundo y oscuro diciembre
Estoy solo
mirando desde mi ventana a las calles de abajo
en una recién caída, silenciosa mortaja de nieve

Soy una roca
Soy una isla

He construido muros
una fortaleza profunda y poderosa
que ninguno pueda penetrar
No necesito amistad, la amistad causa dolor
son la risa y el amor lo que desdeño

Soy una roca
Soy una isla

No hablo de amor
bueno, he escuchado la palabra antes
está durmiendo en mi memoria
No perturbaré el sueño de sentimientos que han muerto
Si nunca hubiera amado nunca habría llorado

Soy una roca
Soy una isla

Tengo mis libros
y mi poesía para protegerme
Estoy escudado en mi armadura
escondido en mi habitación, a salvo dentro de mi vientre
No toco a nadie y nadie me toca

Soy una roca
Soy una isla

Y una roca no puede sentir dolor
Y una isla nunca llora

¿Es la declaración de alguien que se siente autosuficiente o de un ser antisocial? Dependiendo del color del cristal con que se mire, su mensaje puede ser positivo o negativo, ¿debemos simpatizar con el personaje narrador de la canción o execrarlo? ¿Merece un análisis este poema hoy, 31 de mayo del 2020?

En las notas del álbum original Simon intenta aclarar que esas canciones no son autobiográficas ni lo proyectan a él como persona: “Este LP contiene doce de las canciones que he escrito en los dos años pasados. Hay algunas que no compondría hoy. Ya no creo en ellas como lo hice antes […] Es incómodo, casi doloroso, mirar hacia atrás sobre algo que alguien más creó y darse cuenta de que ese alguien más fuiste tú. No me avergüenzo de dónde he estado y de lo que he pensado. Simplemente ya no soy yo. Para mí está perfectamente claro que las canciones que escribo hoy no serán mías mañana. No me lamento por la pérdida”.
En los eruditísimos grupos de conversación que uno puede encontrar en la red (yo me asomé en songfacts.com y en lyricinterpretations.com) hay varias interpretaciones interesantes acerca de “I Am a Rock”. Muchos nostálgicos la mencionan entre sus canciones favoritas de Simon & Garfunkel, generalmente aclarando que les recuerda sus propios periodos de adolescencia pero que la valoran más como un poema que como una declaración personal.

Otros tantos aseguran que se trata de un enamorado no correspondido que está entre la segunda y la tercera “etapas del duelo”, aplicadas en este caso a una situación práctica y no a la muerte de un ser querido (las etapas enunciadas en 1969 por la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross: negación, ira, negociación, depresión y aceptación).

También hay quienes creen reconocer a una persona que presenta síndrome de Asperger. Por ejemplo, el usuario “Anonymous” expuso en lyricinterpretations.com: “Mi hijo (un ‘aspie’ [diminutivo en inglés para quienes tienen dicho síndrome]) y yo discutimos esta canción anoche y él ofreció una observación interesante. Estoy de acuerdo en que es la descripción más profunda de Asperger que creo haber leído alguna vez. Y las palabras al principio parecen abatidas. Pero la música nos dice que no es tan horrible después de todo. ‘Soy una roca’ (soy fuerte), ‘tengo mis libros para protegerme’ (puedo encontrar otros placeres en la vida), ‘escondido en mi habitación, a salvo dentro de mi vientre’ (me gusta estar solo y mi habitación es mi refugio). Eso no significa que los aspies no quieran interactuar en absoluto. Es sólo que puede ser doloroso y frustrante cuando realmente no eres capaz de captar las señales sociales y te ven como a un raro debido a eso. Así que te aíslas. Pero encuentras otras cosas para compensar. Muchos aspies han hecho importantes contribuciones al mundo. Einstein y Newton aparentemente tenían Asperger”.

También hay quienes lo ven como a Holden Caulfield, el personaje-narrador de la controvertida novela de J. D. Salinger ‘El guardián entre el centeno’; un rebelde y belicoso adolescente de 16 años que desdeña los convencionalismos sociales y se siente superior a los demás, a pesar de haber sido expulsado de su escuela.

Un par de opiniones de jóvenes del siglo 21 dicen: “Es un emo, ¿no? Pero está bien perdido… el ambiente frío va bien con la idea, las metáforas de la roca y de la isla son muy buenas. Y tiene sus libros y su poesía para hacerse ‘casita’…”; “Parece un chico de 13 años que quiere verse muy emo”.

Entonces, ¿estamos ante un auténtico “himno-emo” adelantado a la época de los “emos”?
Una cosa sí es segura: el ermitaño que canta “I Am a Rock” no tendría problemas para sobrellevar la actual situación de cuarentena, confinamiento voluntario o como se desee llamarla.

* Comentarios, sugerencias, dudas o desavenencias acerca de “Esqueletos en el Closet” son atendidos al correo electrónico esqueletosenelcloset@hotmail.com.

Mostrar más
Botón volver arriba