SE TIENE QUE DECIR

“Ya no es como antes”; ahora hay más cinismo
Por CACHO

“No somos iguales”, “No nos comparen”, “Ya no es como antes”, son las muletillas empleadas cotidianamente por el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando se le hace alguna referencia o comentario con la corrupción imperante en el Gobierno federal.
“Ya no quiero seguir diciendo: vamos a acabar con la corrupción; quiero decir: acabamos con la corrupción. Hoy sí puedo decir que se acabó la corrupción tolerada por el Gobierno”, aseguró el mandatario el día 4 de marzo del 2019, a 94 días de haber tomado posesión como Jefe del Ejecutivo.
Hoy, a poco más de un año de haber declarado totalmente limpia su administración, surge como el ave Fénix, de entre las cenizas de la investigación realizada por la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, sobre los bienes inmuebles relacionados con Manuel Bartlett Díaz, director General de la Comisión Federal de Electricidad y en la que fue exonerado por la vía “Fast Track”, el conflicto de interés; ahora quien se ve involucrado es su hijo, León Manuel Bartlett Álvarez.
El periodista Carlos Loret de Mola publicó el domingo 3 de mayo en su colaboración con The Washington Post, el regalo “del día del niño” recibido por el vástago de Manuel Bartlett: por asignación directa, es decir, sin licitación de por medio un contrato por 94.9 millones de pesos con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
El acta de adjudicación directa a favor de la empresa Cyber Robotics Solutions, propiedad de León Manuel Bartlett Álvarez, puede consultarse en el portal Compranet.
No es ilegal, pero es inmoral.
¿Por qué es inmoral? Pues porque, de acuerdo con la investigación de Loret de Mola, el junior del director general de la CFE -que no tiene propiedades, aunque varias de ellas están a nombre de su pareja de 20 años, que no es su novia, ni concubina-, no es el único contrato que ha recibido en adjudicación directa. Han sido seis en este esquema y una por licitación, que en conjunto suman más de 162 millones de pesos.
Tiene León Manuel Bartlett dos contratos más con el ISSSTE, por 275 mil pesos por “adquisición de material radiológico (material fotográfico y productos químicos)” y de 65,000 pesos por “adquisición de termómetros”.
Además, Cyber Robotics Solutions recibirá 23.4 millones de pesos de la Secretaría de la Defensa debido a la “Contratación del servicio de mantenimiento integral plurianual 2020-2023”. Otra cifra que recibirá dicha empresa, pero esta de la Secretaría de Marina asciende a 4.9 millones de pesos por “Servicio de mantenimiento preventivo en dos sesiones y todos los correctivos a 01 sistema de cirugía robótica asistida para atención”.
Hay un par de contratos de la empresa con el IMSS: uno por 8.2 millones de pesos y otro por 31 millones. Este último inició el 20 de abril y fue el que dio a conocer la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, por la compra de ventiladores para los pacientes más graves de COVID-19.
Y es, precisamente, esta adjudicación directa la que ha sido tan criticada, no sólo por el conflicto de interés, al tratarse del negocio perteneciente al hijo de un miembro del gabinete ampliado de la administración federal, sino por el escandaloso sobreprecio de los ventiladores mecánicos que venderá al Seguro Social.
El de 8.2 millones data del 25 de febrero de este año y es por “Servicio de mantenimiento preventivo correctivo” a un equipo dedicado a radiocirugía robótica en el hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, aunque este sí lo ganó mediante licitación pública.
¿Es inmoral lo anteriormente expuesto? Evidentemente que sí, por el conflicto de intereses y más aún porque desde hace más de un año “ya no hay corrupción”, no es una afirmación de los que AMLO llama adversarios, fifís, neoliberales, etc. No, lo dijo él mismo en su conferencia matinal del 4 de marzo del año pasado. “No nos comparen”, pues no, llegó al poder bajo su pretendido manto de pureza y ya se ve que no existe tal.
Sí, es inmoral y raya en el cinismo, tanto así que el diputado Porfirio Muñoz Ledo, quien ha acompañado en sus proyectos a López Obrador desde hace años, se refirió al tema con una lapidaria frase: “El imperio de la corrupción se instaló en la pandemia; hay evidencias del trafique con los insumos esenciales para atacar al Covid-19”.
“Es urgente que intervengan la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y los Órganos competentes del Estado para evitar la intermediación y hacer compras directas a los proveedores; ya sean países, gobiernos o compañías”, agregó el diputado por la vía plurinominal, con referencia a la compra de ventiladores a la empresa de Bartlett Álvarez.
¿Quiere saber más de la inmoralidad y el cinismo imperantes en la administración de López Obrador? Sí hay más material.
En la conferencia mañanera del martes, Marcelo Ebrard exhibió las irregularidades que se asoman en esa compra, más allá del posible conflicto de interés o tráfico de influencias, frente al presidente, el canciller informó que él compró “directamente al fabricante de Estados Unidos y sin intermediarios” 211 ventiladores de la marca Hamilton a precios de entre 384 mil y 600 mil pesos cada aparato, mucho más bajo que el millón 500 mil que pagó el Seguro Social a León Bartlett por ventiladores chinos.
“Estos son hechos en Suiza, la marca es una de las mejores del mundo, que se llama Hamilton. También han puesto precios habituales, son cuatro modelos los que México está adquiriendo: el T1 Militar, el T1, el C1 y el C3 y valen 21 mil dólares, 19 mil dólares, 16 mil dólares y 24 mil dólares cada uno. Aquí no hubo ningún intermediario, fue directamente con la empresa que los produce”, dijo Ebrard en Palacio Nacional.
Con los 31 millones que el IMSS pagó por 20 ventiladores chinos, el canciller compró unos 70 ventiladores de fabricación suiza… los mejores del mundo, hay que recalcarlo.
Ahora bien, AMLO ordenó una investigación a la Secretaría de la Función Pública, es la segunda oportunidad (que muy pocas veces llega en la vida), para desprenderse de la etiqueta de “palera” o bien, si no la aprovecha, se “convertirá en la Virgilio Andrade de este sexenio”… el tiempo lo develará.
Por lo pronto, la fracción perredista en la Cámara de Diputados, a través de su coordinadora, Verónica Juárez, presentó la querella ante la Función Pública que involucra a los titulares del IMSS, Zoé Robledo; la CFE, Manuel Bartlett y de Cyber Robotics Solutions, León Bartlett Álvarez por presunto uso de información privilegiada, conflicto de interés y tráfico de influencias.
El cinismo que evidencia a los impulsores de la 4T los lleva a considerarlos moralmente derrotados.
Pues, se tenía que decir…y se dijo.

Mostrar más
Botón volver arriba