SE TIENE QUE DECIR

La epidemia de mentiras en México
Por CACHO

México no sólo enfrenta, en desventajosas circunstancias por cierto, a la pandemia de SARS-CoV-2 sino a la epidemia de origen endémico, la de las mentiras, verdades a medias o como se le prefiera llamar.
El caso es que para haber estado preparados desde enero para atender todo lo relacionado con la fase 3 de la contingencia sanitaria, habrá que preguntar a los integrantes de los servicios médicos del país si eso es cierto. Se estima que uno de cada cinco pacientes que padecen la enfermedad en el país, son médicos, personal de enfermería, camilleros y de intendencia.
Lo anterior indica que no estaba preparado el sistema nacional de salud para esta pandemia, una mentira pues, lo que el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, dijo desde fines de enero y hasta el final del mes de marzo lo siguió sosteniendo. Después omitió abordar más ese tópico.
Luego, el presidente Andrés Manuel López Obrador, afirmó en la conferencia matutina del 28 de febrero que estaban preparados “para enfrentar esta situación del coronavirus”; “(…) serenos, tranquilos, tenemos la capacidad para enfrentar esta situación”, refirió López Obrador en aquella ocasión.
En la conferencia del 2 de marzo, AMLO fue enfático al afirmar que “Los conservadores, que quisieran que nos fuera mal, van a decir que está mal mi pronóstico y que vamos a tener crisis económica y financiera. Yo digo: No, está bien nuestra economía, tenemos finanzas públicas sanas y está fuerte nuestra moneda”. Otra mentira.
La economía está tan bien que el lunes, información brindada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi), da a conocer que en todo el país se han perdido alrededor de 12.5 millones de empleos. Este es un síntoma evidente de que la economía no está bien, es la puerta abierta a la crisis económica.
Si no hay empleo, no hay generación de riqueza, por lo tanto, sin trabajo y sin impuestos qué cobrar, por lo que se le puede empezar a dar el adiós a las finanzas públicas sanas. Agréguele a lo anterior el barril sin fondo en que se ha convertido Pemex y el peligroso camino que está recorriendo la CFE en esa dirección.
“Las medidas de mitigación promovidas por las autoridades de Salud y acatadas en gran medida por la población para enfrentar al Covid-19 han permitido «domar la epidemia» y evitado que se disparara, como «desgraciadamente» ha ocurrido en otros países, dijo López Obrador a finales de abril a través de un video que difundió en sus redes sociales.
Otra falsedad, ni está domada la epidemia de Covid-19, menos la de las mentiras.
Aunque el subsecretario Hugo López-Gatell, vocero oficial en lo referente a la pandemia, “no canta mal las rancheras”, el viernes 24 de abril de 2020, mencionó en su conferencia nocturna que “el pico máximo de transmisión de la pandemia de Covid-19, que se prevé se inicie la próxima semana, durará las tres siguientes”.
“Será el periodo de mayor saturación de los hospitales, en particular de las camas de terapia intensiva y el momento en que los servicios médicos pudieran colapsar”, agregó el funcionario. Debe ser admirador de Armando Manzanero por aquello de que “contigo aprendí que la semana tiene más de siete días” pues ya van seis y no se vislumbra mejoría en ese aspecto.
Una más del galeno, ésta, el cinco de mayo: “Hemos reducido los contagios cerca del 60 al 75%, gracias a las intervenciones que se han tomado. Se demuestra en una disminución de casos por estado en cuanto iniciaron las medidas como la Jornada Nacional de Sana Distancia”, dijo.
Aseguró que “sí se está logrando aplanar la curva epidémica” de los casos de coronavirus Covid-19 en México. En esa fecha el número de contagios sumó 26 mil 25, ayer, la cifra era de 105 mil 680 casos confirmados ¿En dónde está lo plano?
Una de las más recientes del presidente López Obrador es la de que va a generar dos millones de empleos porque, de acuerdo con sus datos, la pandemia le quitó un millón de plazas laborales al país, aunque como se dijo previamente, párrafos antes en esta colaboración, suman 12 y medio millones los trabajos perdidos.
La mentira está en que son 200 mil 872 “trabajos” del programa Jóvenes con Futuro, que duran un año, en el Programa de Mejoramiento Urbano en 50 ciudades se crearán 228 mil 135, que no son permanentes, Sembrando Vida aportará 202 mil 216, pero esos durarán hasta que llegue el invierno, cuando ya no se pueda seguir sembrando.
Además, debemos considerar que ninguno de esos empleos paga impuestos, por lo tanto, no beneficiará al fisco de manera alguna. Y entre otros tantos rubros sumarán un millón 123 mil 364 plazas de trabajo creadas, la mayoría de ellas eventuales.
Lo curioso es que para completar los dos millones de empleos generados, AMLO agrega 800 mil créditos para vivienda de Infonavit y otros 170 mil por medio de Fovissste. No se entiende cómo es que la consecución de un crédito, una deuda pues, pueda equipararse con una plaza laboral.
Dicho adeudo, eso sí, obliga a trabajar para poder pagarlo.
Todo lo anterior viene a colación porque, para variar, López Obrador ilustró ayer al país con una de sus sabias máximas:
“…Estar bien con nuestra conciencia, no mentir, no robar, no traicionar, eso ayuda mucho para que no dé el coronavirus”.
No queda más que hacer un llamado a que se cuiden ambos López (Obrador y Gatell) no vaya siendo que adquieran la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, por causas relacionadas con el asunto de no mentir.
Pues, se tenía que decir…y se dijo.

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