CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD

“Si algo puede corromperte, ya estabas corrupto” (Bob Marley).
Por FerMan

Definitivamente los actos de corrupción no tienen límites. En días pasados vimos cómo la corrupción ha impregnado las altas esferas de la política mexicana, por supuesto que no sorprende, pero sí indigna y mucho, debido a que, quienes deberían defender los intereses del pueblo mexicano, eran quienes únicamente se interesaban por sus bolsillos. Me refiero al caso ODEBRECHT, que con motivo de la extradición del exdirector de PEMEX, Emilio Lozoya Austin, y de las publicaciones realizadas por las revistas Reforma y Proceso con respecto a su testimonio, se ha revelado que la empresa Brasileña no sólo corrompió funcionarios de alto nivel del sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018), sino al parecer también de Felipe Calderón Hinojosa (200-2012).
Con independencia de quienes hayan sido los funcionarios sobornados y del partido al que hayan pertenecido, la sociedad mexicana tiene el derecho de conocer la verdad, de que se realice una investigación exhaustiva y que se llegue hasta sus últimas consecuencias. No se debe permitir impunidad en estos hechos que lesionan la confianza de la ciudadanía en sus autoridades, pues como lo he venido manifestando en publicaciones anteriores, la corrupción es el principal enemigo de la democracia, de un verdadero Estado de Derecho.
Es por ello que, es de suma importancia que las autoridades que se encuentran a cargo de las investigaciones de estos hechos tan lamentables, realicen su trabajo diligentemente, atendiendo a los principios de inmediatez de justicia y reciprocidad institucional, respetando la debida observancia a la garantía del plazo razonable, así como a la propia administración de justicia; puesto que toda investigación, y sobre todo, la relacionada por actos de corrupción, debe emprenderse con seriedad y no como una simple formalidad, debe ser asumida por la autoridad como un deber jurídico y no como una simple gestión de intereses particulares que dependa de la iniciativa procesal de las víctimas, de sus familiares o representantes.
La autoridad a cargo de la investigación del caso Odebrecht, tiene un reto muy importante en sus manos, puesto que debe buscar llevar a juicio a los responsables para que reciban la sanción que su conducta merece, ya que la falta de ello, esto es, la ausencia de la investigación, de la persecución, de la captura, enjuiciamiento y condena de los funcionarios involucrados en estos hechos, acarrearía impunidad, y como lo hemos referido constantemente, la impunidad genera y propicia la repetición crónica de los actos de corrupción por quedar los mismos sin castigo.
Es en este momento que se debe fincar un precedente que sea contundente contra la corrupción, la sociedad mexicana lo necesita, el pueblo de México lo exige, los ciudadanos lo merecemos.
“Fiat Justitiae, Péreat Mundus”.

Mostrar más
Botón volver arriba