Productores de Chihuahua en manos de gobierno autoritario
La defensa del agua de las presas El Granero, Las Vírgenes y La Boquilla por parte de los agricultores de los diferentes distritos de riego en Chihuahua, no está relacionada con cuestiones políticas, se trata más bien, de una lucha social a favor del campo, el trabajo de todo un año y el amparo del vital líquido que pertenece a los chihuahuenses.
Andrés Manuel López Obrador ha sido cobarde con los productores de Chihuahua y, utilizó al Ejército para para reprimir el llamado desesperado de las personas que todos los días cultivan las tierras y necesitan la poca agua que se tiene para enfrentarse al clima desértico.
Las personas que trabajan el campo están siendo víctimas de una militarización y, desde hace meses han sido testigos presenciales de cómo el gobierno federal ha despreciado las instituciones civiles para imponer su voluntad a base de intimidaciones, amenazas y el uso excesivo de la fuerza pública.
Los mexicanos nos encontramos en manos de un gobierno sordo, inhumano, violados de derechos, autoritario y además de todo peligroso, porque desde su inicio buscó darle facultades al Ejército que no son de su competencia y bajo un argumento muy débil, de nuevo la milicia está en las calles.
El agua de Chihuahua es para uso y aprovechamiento de los chihuahuenses y es inaceptable que Andrés Manuel López Obrador haya utilizado a la Guardia Nacional para lograr su cometido, que es vaciar las presas y no permitir que los agricultores concluyan el ciclo agrícola.
El llamado de los productores es claro, justo y además cumple con lo estipulado en el tratado, que es esperar a que ellos concluyan el ciclo agrícola, bajar la extracción de agua que actualmente se encuentra a 22 metros cúbicos por segundo y pagar a Estado Unidos en octubre del presente año.
Así las cosas, en miércoles.
