SE TIENE QUE DECIR

Mensaje de AMLO, un retrato de “Pejelandia”
Por CACHO

El presidente Andrés Manuel López Obrador emitió el pasado miércoles un mensaje para conmemorar los dos años de su triunfo electoral, con un ramillete de verdades a medias, mentiras completas y unas cuantas cartas a Santaclós o a Los Reyes Magos.
Por ejemplo, dijo que “no se espía ni se persigue a nadie y la oposición se manifiesta con libertad; nunca, en más de un siglo, se había insultado tanto a un presidente de la república, y la respuesta ha sido la tolerancia y la no censura”.
Pero, todos los días en sus conferencias matutinas, habla contra “los adversarios, la prensa chayotera, los conservadores”, etc. etc., “no hay persecución del Gobierno”, pero sí lanza a sus fervientes y en su gran mayoría, intolerantes seguidores a atacar mediante las “benditas redes sociales” a cuanto periodista ose señalar fallas, errores y detalles que no le agradan al presidente.
De manera disfrazada, dicta la consigna para atacar a la oposición, desde la plataforma que le brindan sus “mañaneras”. Y no sólo a la oposición política, también a la prensa que señala errores e inconsistencias de su administración, son varios los periodistas que han sido denostados y atacados por las ciberhuestes oficialistas por no coincidir con “los otros datos” del primer mandatario.
López Obrador se ha encargado desde hace 19 meses de dividir y polarizar a la población, habla continuamente de los ricos que, según su visión, lo son por corruptos y deshonestos, como si nadie trabajara para superarse. Bueno, se comprende su corta visión puesto que AMLO no sabe lo que es ganar el dinero con el sudor de su frente, toda su existencia ha sido patrocinada, primero por sus padres, luego por los partidos políticos, ahora por nuestros impuestos. Trabajo, no sabe lo que es.
La otra parte es la de “primero los pobres”, victimizar diariamente a la gente humilde, que si hablamos de realidades, hay en México mucha, en exceso. Pretende crear un ambiente de que ser pobre está bien y ser de clase acomodada está muy mal; por eso la inyección de milmillonarias sumas a programas asistenciales, ésos que te sacan del apuro hoy, pero quién sabe qué suceda mañana, cuando se le acabe el dinero al Gobierno.
Programas asistenciales que no están generando riqueza, y que por otra parte, están haciendo más y más dependiente a esos pobres, pues no se generan fuentes de empleo que a su vez permitan obtener bienestar a las familias, pues tendrían asegurado su sustento y la posibilidad de dejar de ser pobres, con la esperanza de jubilarse algún día y disfrutar de una bien merecida pensión. Pero no, los programas asistenciales no generan antigüedad, no pagan vacaciones, no aportan al fondo para obtener una pensión de retiro.
Sólo dan de comer hoy, mañana quién sabe.
Los ataques a la prensa, en un país que tiene la estadística más triste en muerte de periodistas en un país sin guerra y que supera en decesos a los que sí viven un conflicto bélico, parece ser el deporte preferido de AMLO, obviamente después del beisbol, pues no pasa semana en la que no acomoda calificativos al desempeño periodístico.
Pero no hay censura.
Dice que ha sido el presidente más insultado en 100 años… pero hay tolerancia. Tolerancia de ésa de “no me voy a dejar” “les voy a contestar a esos periodistas, a esos conservadores” – que él considera fifís – “chayoteros, doble cara” etc. Se vale contestar, pero no siempre con “yo tengo otros datos” pues los periodistas en México, mal que bien, sí dan a conocer de dónde obtienen sus datos y los exponen abiertamente.
Ahí es donde López Obrador viola su principio de “no mentir”.
Dice que no se permite la corrupción y casi el 80 por ciento de los contratos del Gobierno Federal se otorgan por asignación directa. No los voy a cansar con las tropelías de Lomelí en Jalisco, Nahle con su compadre en Dos Bocas, Zoé Robledo con las compañías de monitoreo propia y de su hermano, y así.
Punto aparte, por lo que corresponde a la opacidad, merecen las casas del director de la CFE, Bartlett, o las del tuitero académico John M. Ackerman y su esposa Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública. Conste, no digo que sean malhabidas, pero sí es difícil de explicar, por ejemplo, con sueldos de servicio público uno y de académicos los otros, pudieron hacerse de tales propiedades. Quisiera yo tener tanta suerte, aunque sea para comprar otra casa, ahora que terminé de liquidar mi crédito de Infonavit y por supuesto, ahora poder pagarla de contado.
Pero no soy político, ni trabajo en la UNAM.
Luego se refirió a la austeridad del Gobierno, ahí sí es cierto, es tan austero que no hay tratamientos para los niños y mujeres con cáncer, a los primeros continuamente les faltan los apoyos, a las segundas se los retiró este año. Hay que ahorrar dinero ¡pues qué caray! Hay que comprar más ventiladores mecánicos para atender a víctimas de Covid-19 que van en aumento, pero ya no se los comprarán al hijo de Bartlett, León, pues son caros y defectuosos.
Pero no se ha traicionado a esos niños y mujeres que padecen tan terrible enfermedad.
Por cierto, sólo por un breve periodo hicieron campaña en pro de abatir el cáncer de próstata, como no pega mucho el tema en lo político, ya se les olvidó… o quisieron olvidarlo.
Dijo el presidente López Obrador “no hay derroche y se terminó el lujo insolente en el gobierno”, es probable que no voltea para atrás cuando se desplaza por tierra, pues él se traslada en una camioneta blindada de lujo y detrás de ella vienen al menos otras 11 para su protección. No sé para qué, si él nos repite incansablemente “a mí el pueblo me cuida”.
Pero sí, es mejor que también él lo cuiden los integrantes del desaparecido, monstruoso y carísimo Estado Mayor Presidencial.
Habló sobre la salud: “En materia de salud se han terminado 32 hospitales; hemos contratado a 46 mil 954 trabajadores de la salud”. Lógico, estamos enfrentando (como podemos) una mortal pandemia, si no la estuviéramos viviendo ¿se habría hecho lo anterior?
Lo digo en consonancia con el asunto de “liberé a Ovidio, porque iba a haber muchas muertes de inocentes”. No tenemos forma alguna de saber si sucedería lo de los hospitales en otras condiciones o lo de las muertes, en caso de no haber liberado al hijo de “El Chapo” Guzmán el año pasado.
Agregó que se ha logrado reducir la intensidad del contagio, él si le cree a López-Gatell, no como Javier Alatorre. Más siguen sin bajar de cinco mil los contagios diarios y alrededor de 600 ó 700 decesos cada 24 horas, sean del día o añejos, como suele “jaibolearlos” el Dr. Hugo López Gatell.
También se refirió a la economía, “Hemos comenzado a promover la recuperación económica, mediante el apoyo a los más pobres y a las pequeñas empresas y negocios; en solo tres meses, hemos otorgado un millón 278 mil créditos y llegaremos a cuatro millones; se está impulsando la creación de dos millones de empleos nuevos.
¡Ya la hicimos! No importa que en los últimos tres meses hayan dado de baja ante el IMSS a casi un millón de empleados formales, no, “el desempleo ya toco fondo” dijo AMLO y promete crear dos millones de empleos – que en una anterior colaboración analizamos, son temporales y los créditos que suman casi la mitad de supuestos empleos, no se pueden equiparar con un puesto de trabajo –, sin contar los que se han perdido en el sector informal.
Otros datos de gente relacionada y conocedora de la economía dicen que se han perdido casi 12 millones de puestos que generaban ingreso para las familias, puede que por ahí quede bien el slogan de “primero los pobres”, sí ellos son los primeros se quedan sin empleo, los políticos no. Siguen cobrando su quincena que puntualmente les llega.
Tampoco habló sobre que el dato, puede ser que para AMLO no sea importante, pero a mayo de 2020, el balance público presentó un déficit de 148 mil 200 millones de pesos, cuando en el mismo periodo del año anterior se registró un superávit de 32 mil 400 millones de pesos. Le podría parecer también poco importante que este comportamiento puede conducir a la degradación de la calificación crediticia del país.
“Antes de la crisis sanitaria, 18 millones de hogares, de un total de 32 millones, eran beneficiados de cuando menos uno de los programas sociales en curso; es decir, el 55 por ciento del total de familias. Ahora nos hemos propuesto para finales de este año, llegar a 25 millones de hogares, el 70 por ciento del total del país”, dijo López Obrador. Ahí la clave es “nos hemos propuesto”, aún no sucede.
¿Y qué pasa con el restante 30 por ciento? ¡Agárrese!
Y como no deseamos malinterpretar las palabras del mandatario, ahí le va textualmente:
“También estamos persuadidos que un gobierno democrático, aun cuando por justicia debe darle preferencia a los más necesitados, tiene la obligación de procurar el bienestar de todas las personas; de modo que es necesario aclarar lo que estamos haciendo por el restante 30 por ciento de las familias que se ubican de la clase media alta hasta las personas de mayores ingresos en el país”.
“Por orden de importancia sostengo que el principal beneficio que estamos dando, con respeto y responsabilidad, a este sector de la población, reside en conseguir la paz y la tranquilidad en México”.
Continuó: Como todos sabemos, ningún mal se equipara a la violencia y nada es más valioso que vivir en paz… Esta nueva política de seguridad empieza a dar resultados: durante el tiempo que llevamos en el gobierno hemos podido mantener, sin aumento sensible, el delito de homicidio y hemos roto la tendencia histórica de su crecimiento”.
“Así mismo se han reducido considerablemente el resto de los ilícitos en comparación con noviembre de 2018…” Aquí termino de citar a López Obrador.
¡Haga usted el favor!
El año 2018 (el último de Peña Nieto y considerado históricamente como el más violento, tuvo un registro de 34 mil 202 personas asesinadas (entre víctimas de homicidios dolosos y feminicidios); mientras que en 2019 el saldo oficial de 35 mil 588 víctimas de homicidios dolosos y feminicidios, un promedio de 97.5 personas asesinadas todos los días. Se trata de la cifra anual de asesinatos más alta de la que haya registro en el país.
Y espere un poco, en lo que va de 2020 suman 14 mil 261 muertes violentas. Ahí la llevamos en la reducción. Hay que tranquilizarse porque ése 30 por ciento de población que no necesita apoyos ya puede ir gozando de una nueva paz y tranquilidad… aunque acuérdese que “secuestran al que tiene”, quédese tranquilo.
Presumió también, regresando al ramo económico, que esa estrategia “nos permitirá una recuperación pronta de la economía y empiezan a percibirse buenos resultados. Por ejemplo, a pesar de la pandemia, según datos del Sistema de Administración Tributaria (SAT), de enero a junio, los ingresos de las principales tiendas de autoservicio en el país (Walmart, Oxxo, Soriana, Chedraui y otras), sumaron 564 mil millones de pesos, cifra superior en 59 mil millones con relación al mismo periodo de 2019; es decir, vendieron 8.8 por ciento más en términos reales.
¿Qué venden principalmente las tiendas de autoservicio? ¿Cuál es el rubro en el que se perciben sus mayores ingresos? ¡Exacto! los alimentos. Los programas asistenciales están dando para que quienes no comían ahora tengan dinero para proveerse de comida, ¡eso es excelente!, pero ¿durará para toda la vida, de aquí al fin de los tiempos?
Se ufanó López Obrador de que las remesas que paisanos envían a México se han incrementado en los pasados seis meses, “también a pesar de la pandemia, en 10 por ciento con relación al mismo periodo del año pasado. Aquí abro un paréntesis para informar que hoy, el Banco de México, dio a conocer que las remesas del mes de mayo aumentaron en 18 por ciento con relación al mes de abril, lo cual refuerza mi pronóstico de que ya pasó lo peor de la crisis económica”.
Sí, seguro, aumentan las remesas, quiere decir que más paisanos se fueron al extranjero para poder hacer lo que no les permite su propio país: mantener a la familia. ¿O la situación en EU está tan de lujo que los connacionales que trabajan allá ganan mejor y están enviando más billetitos verdes?, no, pensar eso sería muy infantil…
También le brillaron los ojos a López Obrador al referirse al T-MEC, que entró en vigor precisamente el miércoles. Con este muy neoliberal tratado comercial destacó “el enorme campo de negocios que abre la ratificación del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.
Agregó que “nos ayudará a impulsar nuestras actividades productivas y a crear nuevos empleos… se crearán más oportunidades de negocios para empresarios y comerciantes, así como puestos de trabajo mejor pagados en beneficio de técnicos y profesionales con altos niveles académicos”.
Pues sí, este neoliberal tratado no se ve entonces tan nefasto como el periodo en que, precisamente los gobiernos neoliberales, nos llevaron a la ruina que hoy nos aqueja.
Ya para rematar, pues se está ampliando mucho este asunto, debo señalar una pequeña, pequeñísima omisión de Andrés Manuel López Obrador en su mensaje del día primero: la deuda.
¿Recuerda la promesa de «no endeudar más al país»? Pues bien, se ha hecho público que desde enero hasta abril, la deuda externa creció 16 mil 084 millones de dólares, cuando el Congreso autorizó para este año un techo de endeudamiento de 5 mil 300 mdd. De esa cantidad suman 5 mil 807 millones de dólares que no son deuda del gobierno, sino de Pemex, pero deuda al fin de la empresa productiva del estado que nos pertenece a todos los mexicanos.
Por cierto, si se pregunta sobre el crédito “de rutina” que el Banco Mundial otorgó al Gobierno federal el mes pasado, que ascendió a mil millones de dólares, se destinarán a construir sucursales del «banco del bienestar», por la pandemia usted ni se preocupe.
Pues, se tenía que decir…y se dijo.

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