SE TIENE QUE DECIR

Arresto de César Duarte; falta que llegue la “Justicia para Chihuahua”
Por CACHO

El arresto con fines de extradición del exgobernador chihuahuense César Duarte Jáquez realizado el miércoles en Miami, Florida, por el Servicio de Alguaciles Federales de los Estados Unidos (US Marshals Service) hizo revivir la animadversión que muchos sienten por él, no sólo en su estado natal sino en el centro del país, como por ejemplo Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El exmandatario fue detenido en el vecino país a raíz de una solicitud hecha por el gobierno mexicano, que lo reclama por varios delitos de corrupción. La orden emitida por un magistrado federal del estado de Nuevo México, en Estados Unidos, es bajo cargos de peculado y asociación delictuosa.
A partir de su aprehensión, Duarte Jáquez deberá ser presentado ante la Corte Federal del Distrito Sur de Florida en un plazo de 72 horas, en donde le explicarán sus derechos y los delitos por los cuales es requerido por el Gobierno de México, señala un comunicado emitido por la Fiscalía General de la República (FGR).
Habrá que recordar que al integrarse la ficha emitida por la Interpol, los cargos por los que se acusa al ex funcionario estatal son peculado, peculado agravado y delito electoral, aparentemente por una suma superior a los seis mil millones de pesos, aunque otras órdenes de aprehensión que están vigentes en su contra, documentaron otros mil 200 millones de pesos.
Ahora bien, esto es sólo el primer paso en el procedimiento iniciado contra el exmandatario chihuahuense, pues una vez que sea presentado ante la jueza Lauren F. Louis, del Distrito Sur de Florida, habrán de definirse varios aspectos, como los relacionados con su libertad personal. Posteriormente, la jueza tendrá que fijar una fecha de audiencia para las exposiciones de las autoridades de EU y de la defensa.
Es por lo anterior que las expectativas para que Duarte sea trasladado a territorio nacional, no son muy alentadoras en el futuro inmediato. Hay quienes dicen que podría tardarse hasta dos años el proceso de extradición.
Luego hay otro aspecto que se debe tomar muy en cuenta, la solicitud de repatriación hecha por la Fiscalía General de la República, se basa sólo en una carpeta de investigación, en la que se acusa al exgobernador de peculado y asociación delictuosa y si se allana el procedimiento para traer a Duarte a México, únicamente se le podrá juzgar por dichos señalamientos en su contra.
No se sabe qué podría pasar en este caso, pues no se ha dado a conocer específicamente cuáles son los delitos que se le imputan al chihuahuense, debe recordarse que suman 21 las órdenes de aprehensión, de las cuales 20 fueron obtenidas por la Fiscalía de Chihuahua y una más por la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (Fepade) en el ámbito federal.
Y como coloquialmente se dice “ahí está el detalle”, pues no hay claridad si Duarte será juzgado por delito electoral (que es de competencia federal) y en consecuencia, todo el proceso -más las flores, aplausos y arrimadijos que se pudieran adjuntar- se las llevará el Gobierno federal y por ende, se retrasa o de plano, desaparece la “Justicia para Chihuahua”.
El actual gobernador del estado grande, Javier Corral Jurado, echó las campanas al vuelo y dijo que “fue un ‘triunfo’ del pueblo chihuahuense ante ‘la más descarada corrupción’ que el estado haya vivido”.
Agregó que “es un triunfo frente a la impunidad de la que gozó hasta el día de hoy (César Duarte), por la protección que le brindó el expresidente de la República, Enrique Peña Nieto”… y si en algo tiene razón es que en Chihuahua fue donde inició la investigación y la integración de carpetas para llevar a César Duarte ante la justicia… pero el año próximo hay elecciones.
Y sí, en caso de que Duarte Jáquez busque evitar ser trasladado a México, el proceso se puede extender hasta dos años, eso le da al presidente Andrés Manuel López Obrador mucha tela de dónde cortar, para hablar de la corrupción, de los gobiernos anteriores, en fin, revive el discurso que ya se estaba mirando bastante gastado, a 19 meses de haber asumido la Presidencia de la República.
Además, le da un respiro a AMLO para “sacar del aire” el tema del Covid-19, pues lejos de estar amainando el número de contagios en el país, sigue en una alza constante, desafortunadamente muy alta, con el ingrediente extra de la condescendencia del mandatario federal, respaldado por el negligente encargado de combatir la pandemia, el Dr. Hugo López-Gatell, quienes se dedican a contar los muertos, en vez de elaborar estrategias claras definidas y sobre todo, eficaces para acotar los daños causados a la población mexicana por el virus.
A Corral, probablemente no le va a alcanzar para impulsar a su candidato a sucederlo en la magistratura estatal (Gustavo Madero, dicen los politólogos maliciosos), o para ponerle piedras en el camino a María Eugenia Campos Galván (quien la busca con todas las fuerzas de su alma) pues si no logra tener a Duarte tras las rejas y en Chihuahua, respondiendo por los delitos que se le imputan, le va a comer el mandado el Gobierno federal.
Así que no hay más: habrá que esperar a ver si Duarte Jáquez, además de pagar por los supuestos delitos que cometió (no ha sido juzgado, por lo tanto hay que acatar el principio de presunción de inocencia) puede servir para los intereses electorales de Corral, en la sucesión gubernamental, como de AMLO, que busca continuar con la mayoría abrumadora con la que actualmente cuenta en la Cámara de Diputados.
Otro de los “detallitos” y no menos importante que la captura y posible extradición del exgobernador Duarte, es ¿quién se queda con el dinero que pueda ser recuperado, en caso de que sea declarado culpable y obligado a devolver lo que ilícitamente se hubiera apropiado?
Ahí hay otro pleito que ya habrá tiempo para analizar…
Pues, se tenía que decir… y se dijo.

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