SE TIENE QUE DECIR

La corrupción en la nueva mafia del poder, la 4T y los videos distractores
Por CACHO

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo cuando era candidato, durante un mitin el 31 de mayo de 2018 celebrado en Zacapu, Michoacán, que «Vamos a barrer de corrupción del gobierno, de arriba para abajo, y voy a dar el ejemplo, cero corrupción e impunidad, trátese de quien se trate, aunque sean mis amigos, mis compañeros de lucha, los que llevan conmigo 40 años luchando, aunque se trate de mis familiares».
De lengua me como un plato, reza la sabiduría popular.
Ejemplos de corrupción hay varios, incluso en la presente y pretendida inmaculada administración federal. La exoneración “fast track” de Manuel Bartlett Díaz en lo referente a sus posesiones inmobiliarias es una de ellas. Recuérdese que la titular de la Función Pública dijo que como resultado de una exhaustiva investigación, Bartlett no tenía problema alguno pues desde que asumió como miembro del gabinete ampliado de López Obrador, no se le encontró irregularidad alguna.
Al ahora muy famoso Emilio Lozoya Austin y a su familia les investigaron ingresos y bienes desde varios años atrás, ¿por qué no sucedió lo mismo con Bartlett?
Ahí se queda de tarea, o para que la FGR lo archive de por vida.
La misma Irma Eréndira Sandoval y su esposo John Ackerman, de acuerdo con una investigación periodística de Latinus, tienen posesiones inmobiliarias que adquirieron en su época de académicos universitarios y ¿qué cree?, con sus dos sueldos juntos no les alcanzaba para comprar lo que ahora poseen.
La explicación de atole con el dedo: fueron herencias y bla bla bla… nada pasó.
Una publicación del diario Reforma puso en evidencia a Amílcar Sandoval, el hermano de la titular de la Función Pública, en el sentido de que, el “super delegado” apareció una casa pero desapareció otra. Lo curioso es que esto fue resultado de una ampliación de su declaración patrimonial, a raíz del escándalo de su hermana y su cuñado.
Además, el funcionario del Gobierno federal, se vio implicado en un escándalo en aquella entidad pues se dice que aprovecha los programas sociales para promocionarse en busca de la gubernatura guerrerense.
Estos dos personajes son hijos de Pablo Sandoval Ramírez, quien fue el principal ideólogo de López Obrador y desde los años mutuos como activistas, acompañó al ahora presidente de México, siendo considerado uno de los personajes que más influyó en él.
¿Por eso AMLO mira hacia otro lado? Porque no se ha aplicado el “trátese de quien se trate, aunque sean mis amigos, mis compañeros de lucha”.
Bueno, lo anterior es “peccata minuta” comparado con los bonos por puntualidad que Petróleos Mexicanos (Pemex) otorgó a sus empleados, independientemente de las pérdidas millonarias que la Empresa Productiva del Estado registró en el trimestre abril-junio del presente año.
¿Habrá corrupción en la 4T o no, cuando en época de contingencia, cuando una gran parte de los empleados de Pemex no estuvieron acudiendo a laborar?
Puede uno decir, bueno, pues merecido que tenían el bono los que sí fueron a trabajar y además fueron puntuales ¿Qué no?
Pero en una empresa casi quebrada, con pérdidas multimillonarias se dan el lujo de repartir en esos bonos un total de 9 mil 467.3 millones de pesos. ¿Dónde hay trabajos como ése? Quiero llevar mi solicitud.
Ahora, se cuestiona uno si Pemex tiene miles de trabajadores, pues la cantidad puede no estar lejos de la realidad, pero le tengo una noticia que, a menos que le guste defender lo indefendible y celebrar los discursos falaces de AMLO, le va a provocar un poco de gastritis:
En ese mismo periodo, de 2019, sin contingencia por la pandemia, o sea con el 100 por ciento de trabajadores petroleros trabajando, el monto de los bonos fue de 473.7 millones de pesos. Es decir, en el presente año, la petrolera incrementó mil 898.5 por ciento los recursos para cubrir este estímulo.
¿También usted quiere trabajar en Pemex?
Esto se convierte en un tema por demás sospechoso, pues por ejemplo, el 13 de abril pasado Pemex planteó un recorte de 40 mil 500 millones de pesos a su presupuesto de Exploración y Producción de petróleo para lo que resta del año. El objetivo es el de disminuir las pérdidas derivadas de la fuerte caída en el precio del crudo y los estragos ocasionados por el Coronavirus.
Además, 13 días después, la empresa petrolera nacional solicitó a sus trabajadores ubicados en el nivel de “subgerente y superior” que se rebajaran el sueldo en 25 por ciento hasta finales de 2020, para paliar los estragos ocasionados por la pandemia mediante una carta titulada “Autorización de descuento por nómina”.
Entonces, ¿a dónde fueron a parar esos casi 9 mil 500 millones de pesos? Simplemente no cuadran las cuentas, es a todas luces un acto de corrupción, pero no hay problema, pues aunque se está violando el debido proceso al dar a conocer supuestas pruebas que Emilio Lozoya Austin presenta en su demanda contra Peña Nieto, Luis Videgaray, José Antonio Meade, Ricardo Anaya y otros más, el pueblo “bueno y sabio” está contento porque AMLO combate la corrupción.
Cumple su promesa de campaña… a medias, a quienes considera adversarios, que no enemigos, todo el peso de la ley, usando a la FGR como brazo ejecutor.
Pero cuando se trata de sus allegados y sus intereses, falta absolutamente a su palabra de “voy a dar el ejemplo, cero corrupción e impunidad, trátese de quien se trate, aunque sean mis amigos, mis compañeros de lucha, los que llevan conmigo 40 años luchando, aunque se trate de mis familiares».
Es entonces Andrés Manuel López Obrador un corrupto, un hipócrita, un mentiroso o como respuesta en un examen de opción múltiple, todas las anteriores.
Pues, se tenía que decir… y se dijo.

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