LA TINTA ERRANTE

 

El artista y el crimen

Por Germán Campos

 

Hablar de música hoy en día es algo que representa placer para algunos e indiferencia para otros. No puedo asegurar esto al cien por ciento pero pienso que, a partir de cierta edad, tus gustos musicales están tan firmemente establecidos que nada, o casi nada, los altera de manera significativa. Si acaso, en ocasiones contadas aceptas una que otra recomendación aislada producto de una conversación a altas horas de la noche con alguien que goza de tu total confianza y respeto pero, después de eso, no pasa mucho.

Hace relativamente poco tiempo (antes de esta nueva normalidad, por supuesto), me encontraba en compañía de unos amigos quienes son verdaderos apasionados por la música y parece que jamás logran saciar su apetito por ella. Aquella fue una ocasión semi-bohemia en donde sonaban nuestras guitarras acústicas y discutíamos uno que otro tema interesante y entretenido, además de estar relacionado con los músicos que admirábamos y que nos habían orillado a tomar un instrumento y tratar de hacer algo con él.

No tardamos en encontrar ejemplos de artistas y músicos a quienes seguíamos más de cerca y discutíamos acerca de la manera en la que habíamos llegado a ellos. Hubo algunas anécdotas, entre muchas que no pude contar, que sobresalieron de entre las demás. Captaron mi atención dos de ellas en las que se afirmaba que algunos artistas habían cometido algún crimen en sus vidas y eso hacía sus biografías más atractivas. Pues bien; esta es la razón por la que tomo este espacio para hablar de esos artistas que, aparte de gozar de fama y fortuna, también cuentan con la infortuna de tener sus nombres en registros policiacos.

Johnny Cash

Miembro del Salón de la Fama del Rock & Roll desde 1992, este compositor americano se aferró al éxito en 1956 cuando el tema “I walk the line” se convirtió en una magnifica aportación a la historia de la música después de lograr posicionarse, como un tema country, en el número 1 en las listas de música pop. Con esto, Johnny Cash logró afianzar una muy buena base de seguidores que lo acompañaron durante toda su carrera y esto se demostró en la constante venta de sus discos. No sólo eso sino que también recibió un sinnúmero de premios y reconocimientos que solidificaron su estatuto como un artista extraordinario.

Durante el comienzo de los años 60’s, gracias a sus giras extenuantes, Cash contaba con la aceptación de la audiencia norteamericana; sin embargo, estos también fueron los años que sirvieron como testigos de sus encuentros directos con la ley. Uno de esos incidentes se presentó cuando, en 1965, Cash hizo un viaje junto a su sobrino a Los Padres National Forest en el estado de California, EU. Ambos disfrutaban de pasar un tiempo y practicar la pesca como actividad de recreación. Al parecer, unas chispas dentro de su caravana causaron que esta se incendiara y pusiera en peligro a Cash mientras el sobrino salió ileso del incidente. Más de 500 hectáreas se vieron afectadas por el fuego. Las autoridades demandaron al artista quien siempre negó haber actuado con negligencia al supuestamente iniciar el fuego bajo la influencia de las drogas y al fin terminó pagando cerca de medio millón de dólares para cerrar el caso.

Otro caso en el que Cash se vio involucrado sucedió durante el mismo año cuando, debido a una fuerte drogadicción que desarrolló desde comienzos de los años 60’s, decidió cruzar la frontera de El Paso a Ciudad Juárez en México para comprar anfetaminas. Johnny Cash escondió esta mercancía en el estuche de su guitarra con la intención de volver a los Estados Unidos, pero finalmente fue detenido por las autoridades fronterizas al encontrarle dicha sustancia. A pesar del incidente, Cash se vio obligado a pagar una mínima fianza de mil dólares para librarse de este asunto.

Sex Pistols

Nada como una celebración escandalosa sobre el rio Támesis para causarle un disgusto a la realeza durante los días previos a los festejos del 25 aniversario de la entronización de la reina Isabel II. En 1977, los Sex Pistols lanzaron “God save the queen” y decidieron festejarlo junto a críticos de música, editores, periodistas, fotógrafos, entre muchos más, en un bote rentado en el que se dirigieron hacia al palacio de Westminster. La fiesta estaba en grande, llena de abundantes cantidades de cerveza y de conversaciones casuales. Los invitados al evento mencionaron que jamás hubo mejor momento para ver a los Sex Pistols tocar en vivo. La historia de esta celebración cuenta que momentos antes de que los Pistols comenzaran su concierto ya se percibía una atmosfera bastante peculiar. Los botes de la policía comenzaron a navegar alrededor del bote donde la celebración se llevaba a cabo y todo parecía que el evento acabaría antes del final estelar.

La lista de canciones que los Sex Pistols interpretaron incluía desde “God save the queen,” “Pretty Vacant” y la esperada “Anarchy in the UK.” Para cuando la electricidad fue desconectada por la policía (quienes, según reportaron los asistentes, se comportaron con una rudeza por demás excesiva), los invitados ya mostraban en sus rostros una consternación e incertidumbre acerca de lo que vendría después. Se les ordenó que llevaran el bote a la orilla mientras los Pistols desconectaban su equipo y se preparaban para huir del tumulto. Todos los músicos, así como el manager de la banda, personas a bordo del bote y fanáticos quienes defendían a los Pistols fueron arrestados con cargos relacionados con el desorden público. Nada que nos sorprenda de una banda que, aunque tuvo una vida corta, logró marcar la historia de la música hasta el día de hoy.

Ian Watkins

Miembro fundador y vocalista de la banda de rock Lostprophets, Ian Watkins vio su nombre en las noticias después de ser acusado de varios delitos relacionados con agresiones sexuales. En el año 2000, la banda sacó a la venta su primer álbum homónimo y con esto fue blanco de críticas positivas y negativas pero que, en conjunto, lograron llevar a la banda a una audiencia internacional. Con cinco discos de estudio, Lostprophets amalgamó un sonido distintivo, producto de las influencias de cada uno de sus integrantes. Para el año 2012, la banda había recibido discos de platino y de oro por altas ventas. No cabe duda que la fama y el éxito iban de la mano con estos galeses.

El año 2012 también logró llevar a los reflectores la otra parte de la vida del líder de la agrupación. Watkins fue arrestado con cargos que iban desde violación a un bebé hasta conspiración para agredir sexualmente a un menor de edad. Para agregarle más a la ofensa, un cargo en específico mencionaba probable pornografía infantil. Sin duda, la imagen del vocalista junto con la de la banda quedaría manchada irremediablemente. Con el arresto de Ian Watkins también llegaba el final de la exitosa vida de Lostprophets, de acuerdo con el resto de los integrantes. Eventualmente, Watkins recibió una sentencia de 33 años por los cargos que se le imputaron. Vaya final.

No es mi intención alargar este texto con más ejemplos que son de conocimiento cultural para cualquier melómano. De cualquier forma, no creo que escuchar la música de artistas relacionados con algún crimen deba causar vergüenza o indignación a los seguidores. Si acaso, alimenta el interés de conocer más acerca de los artistas que llenan nuestros espacios de ocio y nuestras conversaciones como sonido de fondo.

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