EL ORÁCULO DE APOLO

 

Mujeres que han hecho historia en la ciencia

(En la Edad Media, Parte II)
Por Enrique Pallares

Hemos hablado en el artículo anterior sobre aquellas mujeres que destacaron en la ciencia de la antigüedad. Ahora veremos que una ojeada en la historia nos revela que la mujer hizo importantes colaboraciones al quehacer científico, también en épocas en donde prevalecía el pensamiento oscuro, lleno de prejuicios de todas clases e irracionales posturas sobre el papel de la mujer, el mundo y la vida.

Los tiempos eran confusos y se había perdido por completo el acceso a tratados científicos de la antigüedad clásica, todos ellos escritos en griego. Sin embargo, veremos que aun, en una época de pleno oscurantismo en el saber, existieron algunas mujeres científicas que con su trabajo contribuyeron al desarrollo del conocimiento humano en la Edad Media.

En esas circunstancias adversas, las mujeres tuvieron pocos campos para desarrollarse como científicas. Algunos de esos pequeños campos fueron la medicina, las matemáticas, la astronomía y las letras. Veamos algunas de esas mujeres.

Trótula

 

En el siglo X encontramos a Trótula de Salerno, quien fue una médica italiana que desarrolló importantes estudios sobre el control natal y la infertilidad. Ella vivió en una época en donde el ejercicio de la profesión médica permanecía prohibido para la mujer.

Trótula estudió en la Escuela Médica de Salerno, una institución fundada por cuatro médicos: uno griego, un latino, un hebreo y un árabe. Aquí se le dio a la mujer, con vocación médica, oportunidades para la formación y titulación como facultativo, así como la ampliación de su ejercicio profesional.

Junto con Trótula nos encontramos a las alemanas Salernitana, Constanza y Calenda, a la judía Rebeca Guarda y a la musulmana Abella. Trótula de Ruggiero que es su nombre completo, destacó en la ginecología y en la obstetricia, elaborando sobre estos temas uno de los más importantes tratados, que fueron impresos por primera vez en 1554. Lamentablemente se supo con posterioridad que muchos de sus trabajos fueron plagiados por médicos posteriores.

También en el siglo X encontramos a Fátima de Madrid. Fue hija de un célebre polígrafo y astrónomo andaluz, cuyo nombre está formado por diez palabras árabes, que no anoto, pero conocido brevemente como “el hombre de Madrid” o el “Euclides de España”.

Fátima tiene un tratado sobre el astrolabio, uno de los instrumentos astronómicos más importantes de la época y escribió la obra Correcciones sobre Astronomía, conocidos como “Correcciones de Fátima” que todavía en la actualidad es de útil referencia en estas disciplinas. Junto a su padre, desarrolló trabajos sobre calendarios, cálculos de las posiciones verdaderas del Sol, la Luna y los planetas, tablas de senos y tangentes, Astronomía esférica, tablas astrológicas, cálculos de paralaje y eclipses.

Esta científica, adelantada para su época, fue incluida por sus aportes en el calendario: Astrónomas que hicieron historia creado en el año 2009.

De la Orden Benedictina sobresalió Hildegarda de Bingen (1098-1179) conocida como la sibila del Rin, mujer sabia con espíritu profético. Fue escritora, científica, naturalista y médica.

Por su personalidad polifacética tuvo una gran influencia en la Baja Edad Media siendo consejera del Papa y del emperador Federico I Barbarroja. Fue la primera astrónoma en sostener que el sol era el centro del sistema planetario. Escribió obras de medicina y farmacopea como Liber simplicis medicinae, Liber compositae medicinae y Causae et Curare. La iglesia la convirtió en Santa Hildegarda de Bingen.

También sobresalió en esa época Eloísa (Héloïse) (1101-1164) de origen francés y discípula del famoso Pedro Abelardo con quien sostuvo una relación amorosa, sobre la cual bien vale un capítulo aparte. Considerada la primera mujer de letras francesas, Eloisa practicó y enseñó la medicina y la investigación científica.

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