¿Qué se espera para la economía de México este año?
C.P.C., M.I. MOISES ARÉVALO MARIÑELARENA
Buenos días, ante la incertidumbre del rebrote del Coronavirus en el país, y que aún el sector salud se encuentra rebasado por tanto contagio; los pronósticos de crecimiento económico para México en este año pueden ser inexactos ya que las actividades económicas tal vez sean frenadas por más tiempo del estimado.
La estadística casi oficial de la caída económica del año pasado será del -9%, y los empleos netos perdidos al cierre del mismo se estiman en casi 700 mil (según cifras del IMSS), circunstancia que difícilmente se podrá revertir en este 2021, pues los analistas económicos (CEPAL) indican que pueden pasar hasta más de cinco años en volver a retomar el ritmo económico esperado antes de la pandemia.
Si recordamos, Arturo Herrera -secretario de Hacienda-, estimó un crecimiento del 4% del PIB en su presupuesto presentado el año pasado, dicho presupuesto contempla recaudar 6.3 billones de pesos, un incremento del 3% respecto del ejercicio de 2020, (principalmente por la presión y auditorías realizadas a las empresas), sin embargo, la recaudación no crecerá a la par de la economía, pues esta será mucho más lenta.
El tema de la contingencia sanitaria sigue latente, ahora con la puesta en marcha de la vacuna contra el virus, que también para no variar, en nuestro país va muy lenta su aplicación en relación con nuestros principales competidores como Estados Unidos, China y la Unión Europea; esto desde luego no es un aliciente de corto plazo.
Conforme a los estudios realizados por el Fondo Monetario Internacional, la economía mexicana registraría un crecimiento del 3.5% en el presente año, (cuando la caída del 2020 fue del -9%); aunque su pronóstico lo pone en riesgo debido a la pandemia y el tratamiento que se le ha dado en el país, pues somos de las naciones con las cifras más altas de muertes per cápita.
Desde luego que para que se presente este crecimiento (que se antoja difícil), el papel del gobierno tendría que dar un giro importante en materia del gasto, y definitivamente se ve complicado, ya que en las propias dependencias gubernamentales se han hecho recortes enormes al presupuesto y se ha despedido a un gran número de trabajadores, y si a eso le sumamos la negativa del gobierno de dar incentivos fiscales, pues la economía tardará en agarrar ritmo.
El gasto programado del gobierno se programó demasiado limitado, pues el 23% destinado para gastos en bienes y servicios públicos será solamente para los pensionados de las empresas del gobierno, (Pemex, CFE, Luz y Fuerza de centro), lo que limitará desde luego gasto en inversión, y como es de todos conocido, las magnas obras federales como el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, limitarán el presupuesto disponible.
No podemos dejar de comentar el fantasma que representa PEMEX para la economía mexicana, pues es un riesgo latente para las finanzas públicas si es que la política de apoyo a la paraestatal continúa, pues el déficit financiero de la paraestatal en el 2020 fue de 216,900 millones de pesos, (va en picada) y el apoyarlo pondría en riesgo el perfil crediticio de México.
La caída de la inversión en el país también es un factor, pues debido a la falta de reglas claras en las condiciones de inversión, la permanencia de criterios y la constante muestra de incertidumbre en las declaraciones de las mañaneras del presidente; no lo ven estable y firme en sus disposiciones.
En el ámbito bancario, el “calvario” de solicitar un crédito sigue creciendo, los bancos no están confiando en la economía, las empresas necesitan financiamiento barato, sin tantos requisitos ni ventajas para la banca; sin crédito no tendremos el crecimiento estimado, aunque sea sólo del 3.5%
Agradezco sus comentarios al correo electrónico: moiarevalo@yahoo.com.