EL ORÁCULO DE APOLO

 

Las transformaciones profundas en la cultura actual

Por Enrique Pallares

 

La humanidad está experimentando una de las grandes transformaciones revolucionarias en la cultura. Entendida, esta cultura, en el sentido más amplio, es decir, que comprende todas las dimensiones culturales: ciencia, tecnología, arte, religión, política, educación, sociedad, familia, moral, relaciones interpersonales, etc.

En sociedades muy diferentes, el hombre trata de aplicar los hallazgos de un rápido desarrollo científico y tecnológico a los viejos problemas de la vida.

Los cambios que está operando la ciencia prosiguen con celeridad creciente y no se vislumbra signo alguno de que se pueda alcanzar alguna estabilidad en ningún plano o disciplina científicos. Por el contrario, todas las evidencias hacen pensar que las revolucionarias posibilidades de la ciencia y la tecnología se extienden más allá de lo que se ha logrado hasta ahora.

Este gran desarrollo tiene sus implicaciones en las otras dimensiones culturales. De este hecho, la preocupación básica que nos hace reflexionar es si nuestra sociedad podrá ajustarse con la suficiente rapidez a estas vertiginosas transformaciones.

Y, si es verdad que las características de la modernidad (o posmodernidad para algunos) pueden considerarse de validez universal, entonces debemos examinar los nuevos problemas a los que se enfrentará nuestra sociedad en el proceso de adaptación de las instituciones tradicionales a las funciones exigidas hoy en día.

En este proceso vemos que se ha dado un cambio espectacular en la comprensión del entorno por parte del hombre, y este cambio no es sino sólo una parte de una revalorización mucho más global de las formas de acción aceptadas.

Para empezar, tenemos que ver con otros ojos nuestro planeta. Cada vez es más urgente modificar nuestros estilos de vida por el daño del entorno que estamos haciendo, los ecosistemas se están deteriorando a un ritmo acelerado y es un hecho que el hombre está acabando con el planeta.

Todas las concepciones y teorías que tiene el hombre han sido sometidas a revisión, y todos los campos de la actividad intelectual han experimentado una rápida transformación. Los mismos conceptos de «ciencia» y de «método científico» se han modificado en las últimas décadas de manera significativa.

La actitud científica también ha influido en los valores por los que se rigen las vidas de los seres humanos en casi todas las sociedades. Los sistemas teóricos (incluyendo las creencias religiosas) sobre la naturaleza del mundo y del hombre, se han enfrentado a la necesidad de revalorizar la diferencia que existe entre aquellos aspectos basados en una fe en “verdades” eternas y aquellos otros que reflejan la visión de períodos concretos y culturas específicas.

Aunque los valores y las creencias siempre evolucionan, en nuestros días este cambio se ha caracterizado por darse de una manera más crítica y más rápida, al nivel de las sociedades avanzadas tecnológicamente, pero finalmente arrastrando con ellas al resto.

Tenemos el ejemplo en la literatura en donde se advierte cómo la novela se ha convertido en la forma favorita de expresión, porque esta literatura se adecua a la exploración de los problemas infinitamente complejos de la época actual.

Las obras de literatos contemporáneas reflejan estas profundas preocupaciones por el cambio social, los conflictos bélicos, los movimientos migratorios, el desdén y la avaricia de los políticos, las luchas raciales y étnicas, los movimientos feministas y homofóbicos entre otros.

Todo esto se da en una gran transformación entre los valores tradicionales de todo tipo y los valores que, actualmente, quedan configurados por las nuevas realidades sociales y el incierto destino del hombre; toda una era en donde no se dan normas estables de conducta.

En la ciencia se está desarrollando el conocimiento profundo de los genes de todo tipo de organismos. La revolución electrónica y tecnológica nos tomó de sorpresa con extraordinarios dispositivos. Las sociedades no estaban preparadas desde el punto de vista de nuestra constitución mental, y se sigue dudando por sumergirse completamente en este mundo técnico.

 

La significativa revolución en la ingeniería genética nos va a sorprender todavía más y seguramente nos provocará un vértigo ético. Cuando se aplique de lleno, y de forma conjunta, la inteligencia artificial, las tecnologías de la información, la biotecnología, la genética y las ciencias cognitivas, el crecimiento en sus aplicaciones se disparará enormemente.

Desde el punto de vista moral e intelectual nos empezamos a preguntar qué vamos a hacer, como humanidad, con estas nuevas tecnologías y cuáles serán sus consecuencias en el orden jurídico y normativo. De aquí en adelante será constante y necesario que nos preguntemos de qué manera se transformará nuestra especie; pues ya estamos entrando en la era de las máquinas inteligentes y trabajando con robots.

Estamos claramente entrando a las puertas de una evolución tecnológica, tan rápida y profunda, que significará seguramente una ruptura en el tejido de la historia de la humanidad.

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