VIAJE EN CARRETERA

 

Domingo 7

Por Violeta Rivera Ayala

 

No sabía con qué salir, así que salí con Domingo 7. Hola, bienvenidos a este viaje en carretera. Mucho se habla del domingo 7, tanto por la historia de la frase, como por ser un dicho popular que ha pasado de generación en generación.

Hay dos versiones que datan del origen: la primera es que unas brujas cantaban: lunes, martes, miércoles 3, jueves viernes sábado 6… Y un impertinente remató sus cantos gritando: “Y domingo 7”. Y ante tal osadía le impusieron la maldición de un hechizo con jorobas incluidas. La segunda señala que unos duendes de Dinamarca entonaban esa misma canción en el bosque y una mujer de igual modo los interrumpió y como castigo le hicieron un embrujo que la dejó embarazada.

Total que principalmente se dice este dicho cuando una mujer queda preñada sin esperarlo o cuando metes la pata durísimo y te ganas a cambio unas jorobas. Es una forma de señalar o juzgar un error, liberando al sujeto en cuestión de la culpa social, para indicar que fue presa del destino a causa de un descuido.

Hoy es domingo 7 y recordé que tengo varios yerros en mi haber, y quién no si es parte de la vida, lo importante es tomarlo con el mejor humor y entereza posibles, para seguir adelante y asumir las consecuencias. Joaquín Sabina dijo: Bastante trabajo me ha costado cometer mis pecados como para malbaratarlos en arrepentimientos vanos.

No hay vacunas contra las equivocaciones, somos inmunes a salir bien librados de este juego llamado vida. Además dicen que todo pasa por una razón y la mayoría de las veces, aunque de principio no lo veamos, lo que pensamos que es una desgracia resulta ser una bendición, en el sentido literal que significa protección divina, y no como se ha popularizado para llamarle a los hijos “bendis”, que bueno, también aplica.

Mi primer entrenador de hockey afirmaba: hasta que no te caigas aprenderás a patinar. Yo me sentía muy orgullosa de no caerme y nada que eso era irrelevante, él finalmente tuvo razón y lo comprobé. ¿Por qué? Al caer descubres dos cosas: 1. pierdes el miedo. 2. Te levantas. Y se puede agregar que además tienes doble chamba, porque aún con el dolor, debes seguir patinando y alcanzar al contrincante. Eso en el mejor de los casos, cuando no hay fracturas o facturas por pagar; si estuvo fuerte y tronó tu patín, ahorrar para otros, si hubo lesión, a la banca un rato.

De aquí que en lo que llaman claves de éxito, tengo una propia: “Si me caigo una vez, me levanto dos veces”. No sólo es ponerse en pie de nuevo y ya. Es forjar carácter, a veces hasta aguantarte la vergüenza, demostrar de qué estás hecho, ser fuerte, volver a la pista.

Todo eso implica caerse, por eso mi entrenador tenía tanta razón. Ninguna novela se escribió sin echar a perder varias hojas y hasta ahora que está tan de moda decir que hay escritores a quienes les llegó su libro por canalización o dictado espiritual, déjenme decirles que las musas siempre han existido y no es más que lograr elevados estados de conciencia y comunicación intrapersonal y eso, requiere esfuerzo y antes haber escrito ya varias patrañas sinsentido.

De niños, en una competencia de carreras, a mi hermano a medio trote se le cayó el tenis. Todavía regresó, se lo puso, se lo amarró bien, se levantó, corrió con todas sus fuerzas, rebasó a sus competidores y llegó en segundo lugar, si no es que en primero, no recuerdo bien. Eso es saberse levantar.

En la noche más oscura las estrellas brillan más, no quiere decir que nos la vamos a pasar en el suelo o tumbados para que nos llegue la iluminación, pero sí es verdad que quizás hasta que no tropezamos es que descubrimos la belleza de unas flores salidas a fuerza de entre el pavimento. Hay que relajarnos porque ser humanos implica que atravesaremos por varios ciclos; la rueda de la fortuna nos tendrá algunas veces arriba contemplando el paisaje y otras abajo, incluso algo perdidos o desorientados.

Hay un cuento anónimo, que se llama El Anillo del Rey. Señala que en una ocasión, el amo del reino llamó a los más sabios de su corte para decirles que había mandado hacer un precioso anillo de diamantes, con los mejores orfebres, al que quería grabarle unas palabras que le sirvieran de ayuda para cualquier situación por desesperada que ésta fuera. Realmente los puso a sudar con la petición y quien dio con la respuesta fue un sirviente, con el siguiente mensaje: “Esto también pasará”.

A quién no le gusta mantenerse en sus laureles, hacerse de fama y luego dormir, pero mis adorados lectores: Esto también pasará y habrá que ponerle más gasolina al auto, para avanzar. El chiste es no rajarse, como la canción que está tan de moda en TikTok: run run mi troquita no se raja.

Tanto para lo que creemos malo, así te hayas sacado la rifa del tigre, como lo bueno que en ocasiones resultan lobos con piel de oveja… Esto también pasará. Qué tal que ese tigre es quien te libera de las garras del verdadero chacal. Confía en que lo que atraviesas es lo mejor para tu crecimiento. Me gusta cuando doy clase de pintura decirles que lo bonito del arte es que no existen las equivocaciones, todo son pruebas para perfeccionarnos, son cimientos para construir algo mejor o peldaños para subir y ver un horizonte más amplio.

Con sentido de responsabilidad y ética, sin dañar a otros, casi siempre será mejor hacer las cosas que quedarse con las ganas. Hay un dictado motivador que dice: Hazlo y si te da miedo, hazlo con miedo. Ojo, aplica cuando sientas el llamado de tu corazón y de cualquier manera cuídense, porque hoy Don o Doña Domingo 7 puede estar más cerca de lo que imaginan, incluso quizás, ya les mandó hoy un mensaje de buenos días.

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violetarivera@gmail.com.

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