EL ORÁCULO DE APOLO

 

La teoría del origen del universo

Por Enrique Pallares

 

Una de las grandes preguntas que se ha hecho la humanidad a lo largo de la historia es acerca del origen del universo, o bien del origen de todas las cosas. Muchas de estas respuestas han quedado en los mitos y leyendas de las diferentes culturas. Todas ellas configuran un universo que una vez que este se creaba por alguien, quedaba estático y sin evolución. Su visión estaba acotada en las ideas y conceptos emanados de las experiencias de la vida cotidiana, dándole siempre atributos que sólo le corresponden a los seres humanos.

 

Solamente en el siglo XX se contó con herramientas y teorías científicas que nos explican de manera racional y objetiva cuál ha sido el origen y evolución del universo y todo lo que hay en él.

 

Una de estas teorías cosmológicas que se confirma día a día es la teoría del Big Bang o de La Gran Explosión. Entre 1927 y 1930, el sacerdote belga Georges Lemaître​ desarrolló de manera independiente las ecuaciones Friedman-Lemaître-Robertson-Walker y propuso, sobre la base de la recesión de las nebulosas espirales, que el universo se inició con la expansión de un átomo primigenio, lo que más tarde se denominó «Big Bang».

 

Esta teoría nos habla de la explosión de un cuerpo de materia extremadamente pequeño, caliente y muy denso que dio origen al universo hace 12 o 20 mil millones de años.

 

De acuerdo a la extensa y aceptada teoría del Big Bang, el universo fue originalmente tan pequeño como una moneda y siempre infinitamente denso. Una explosión masiva, la cual al expandirse fue el origen de todo lo que conocemos, el espacio, la materia, la energía y el propio tiempo.

Sin este suceso, el Big Bang, no existirían las galaxias, las estrellas y tampoco los átomos que nos componen. Todo lo que los homo sapiens conocen se creó en este momento. Sin lugar a dudas, se trata de una teoría con gran poder explicativo y por supuesto, una vez elaborada, como en cualquier teoría de la ciencia, surgen viejas y nuevas preguntas. ¿Qué evidencia tenemos de ello? ¿Cómo se creó la materia que ahora compone todas las cosas? ¿Qué es el Big Bang?

Actualmente se tienen varias razones para pensar que esta teoría es correcta: la primera es que el universo se sigue expandiendo y las temperaturas que muestra el fondo de microondas (CMB) sólo pueden ser explicadas por la teoría del Big Bang.

– Toda la materia existente en el universo provino de los primeros segundos del Big Bang. En 1920 el astrónomo Edwin Hubble descubrió que para dondequiera que uno vea en el espacio, las galaxias distantes están siempre alejándose rápidamente de la tierra; y las aún más distantes galaxias lo hacen a enormes velocidades. Con base en estas observaciones este astrónomo determinó que en la medida que pasa el tiempo, el universo se hace cada vez más grande; es decir, se expande.

Hubble también encontró que la razón entre la distancia de una galaxia y su velocidad es una constante. La constante de Hubble indica la velocidad a la que se expande el universo. Por el cálculo de las distancias y las velocidades de varias galaxias, los astrónomos ven el pasado y pueden determinar la edad del universo. Basándose en la velocidad de la luz, 300,000 kilómetros por segundo, los habitantes de la Tierra verán lo que sucedió en el pasado dependiendo de la distancia que tienen los objetos con respecto a nuestro planeta.

 

¿Cómo la luz nos ayuda a saber que el universo se está expandiendo?

Hubble pudo probar su descubrimiento gracias a un hecho importante: la luz de las demás galaxias está desplazada hacia el rojo. ¿Qué quiere decir esto? pues precisamente que lo que llamamos luz en realidad es radiación electromagnética que viaja en forma de ondas. Dado que la luz se comporta de esta manera, así como el sonido, entonces puede generar el efecto Doppler. Este describe cambios en la frecuencia de ondas de sonido o luz producidas por una fuente que se mueve con respecto a un observador. Esto suena complicado, pero es algo que hemos experimentado antes en nuestra vida. Por ejemplo, lo percibimos cuando oímos un carro o una ambulancia que pasa delante de nosotros a toda velocidad. Cuando se van acercando, escuchamos un sonido más agudo y cuando se alejan, se escucha más grave.

En el contexto de esta teoría carece de sentido preguntarse qué ocurría antes del Big Bang, pues eso equivale a preguntarse qué ocurría en los instantes anteriores al Big Bang, pero no hay tales instantes ya que sólo a partir del Big Bang hay tiempo e instantes. El antes y el después únicamente tiene sentido después de la Gran explosión. El universo tiene un pasado finito y, sin embargo, ha existido siempre en el sentido de que no hay ningún instante en que el universo no haya existido.

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