Isela Vega, todo un icono rebelde del cine mexicano

Como una mujer transgresora del cine nacional fue como el Instituto Mexicano de Cinematografía describió a la actriz Isela Vega, quien falleció el 9 de marzo después de una batalla contra el cáncer de pulmón que padecía desde hacía algún tiempo, mismo que hizo metástasis en diferentes zonas del cuerpo.

Su personalidad, su carácter, su autenticidad y su belleza fueron piezas clave en su carrera profesional como actriz, guionista, productora y directora de diferentes historias que la llevaron a un lugar especial dentro de la historia del cine mexicano.

El legado artístico que deja Isela Vega cuenta con más de 130 películas y más de 25 programas de televisión, además de participaciones en teatro como Una viuda y sus millones, conformaron más de seis décadas presente en la industria artística del país.

Personajes como doña Lupe, de La Ley de Herodes; Matea Gutiérrez, de La viuda negra; la madre de Demian Bichir y Armando Hernández en Fuera del cielo, y Abu, en Las horas contigo le otorgaron cuatro premios Ariel por su actuación en dichas cintas, y uno más en 2017 cuando la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas reconoció su trayectoria artística con otro Ariel más.

Si ves que te has pasado más de 100 películas, unas 150, en el set haciendo escenas, secuencias, inventando, estudiando, todo eso, es que te has pasado la mitad de tu vida en la ficción”, dijo la actriz previo a recibir el Ariel de Oro por su trayectoria.

Isela Vega nació el 5 de noviembre de 1939 en Hermosillo, Sonora, y filmó su primera película, Verano violento, en 1960 en la Ciudad de México. Desde entonces se convirtió en la representante de la liberación sexual de esa década, de los 70 y principio de los 80 con cintas de arte, de autor, con algunas sexy comedias del cine con tintes machistas de la época, pero en las que siempre mantuvo su imagen real de una mujer fuerte, sexualmente liberada y sin respeto al patriarcado que aún permanece.

En 1973, Elena Poniatowska le señaló durante una entrevista que era un símbolo sexual, a lo que la sonorense, sin ningún tipo de filtro y con la honestidad que la caracterizaba, le respondió: “No, soy la libertad en el sexo”.

Es una actitud ante el sexo. Por ejemplo, en las películas que he filmado, y que son bastante malas, pero no por mi culpa, yo, como personaje, cambio los diálogos, arreglo mi papel para no falsearme a mí misma, le saco la vuelta a la cursilería, a la gazmoñería, a la hipocresía hasta donde puedo y trato de que mis parlamentos digan algo porque me importa que la gente me crea”, explicó Vega a Poniatowska.

Esa transgresión y esa honestidad con la que vivía siendo ella misma la llevó a convertirse en julio de 1974 en la primera mujer latinoamericana que posó en las páginas de la revista Playboy de Estados Unidos, hecho que le hizo que la sociedad le otorgara el mote de encueratriz, lo cual poco le importó. En ese mismo año el director estadunidense Sam Peckinpah la reclutó para que participe en la cinta Tráiganme la cabeza de Alfredo García.

Yo soy artista, no tengo moral, no tengo límite, porque la moral me parece una limitación, si la tuviera me limitaría en todos mis actos, sobre todo en el trabajo. Mi moral es no hacerle daño a nadie”, dijo Vega a la escritora en aquella entrevista.

Formó parte de un cine que si bien era mal visto porque desafiaba las buenas costumbres, también fue parte importante de la revolución sexual de la época mostrando desnudos constantes en la pantalla que hacían que la gente asistiera a las salas cinematográficas a ver cintas como Las apariencias engañan, Naná, Las pirañas aman en cuaresma y El llanto de la tortuga.

Su paso por la televisión tampoco pasó desapercibido. Telenovelas y programas unitarios se fueron sumando a su trayectoria. Pedro Torres la reclutó como una de las Mujeres Asesinas; Rodolfo de Anda y Alexis Ayala la llamaron como La procuradora en la tercera temporada de El Pantera; Rubén y Santiago Galindo le dieron el papel de La bruja en la serie Hoy voy a cambiar y Manolo Caro la llevó hasta el streaming cuando dio vida a doña Victoria Aguirre, madre del personaje de Verónica Castro en La casa de las flores.

Su sobrina Brenda Vega, así como sus hijos Arturo Vázquez (hijo también del cantante Alberto Vázquez) y Shaula Vega (hija de Jorge Luke) confirmaron la noticia del fallecimiento de la actriz que dedicó más de 60 años a las artes.

Sus restos fueron velados en una agencia funeraria de la calle de Sullivan en la Ciudad de México y se decidió que su cuerpo sería cremado, pues no tenían los medios ni lugar en un panteón.

  • Isela Vega tenía 81 años.
  • Ganó cuatro premios Ariel y el Ariel de Oro por Trayectoria
  • También ganó dos premios ACE
  • Trabajó con figuras como Mauricio Garcés, Pedro Armendáriz, Damián Alcázar, Jesus Ochoa, Cecilia Suárez, Arturo Ripstein, Héctor Suárez, Enrique Rambal, José Alonso, Mario Almada, Pedro Armendáriz Jr., Ana Claudia Talancón, Daniel Gimenez Cacho, Joaquín Cosío, Ernesto Gómez Cruz, Verónica Castro, Guillermo Murray y Gustavo Rojo, entre muchos otros.
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