Bolsonaro aludió así a la tesis de la inmunidad colectiva, que presupone la superación de la pandemia gracias al contagio de un elevado número de personas, lo que dejaría inmunizada a gran parte de la población.
La estrategia, según expertos, no funciona con el coronavirus porque mucha gente moriría en el proceso. Además, aquellos que ya han tenido la enfermedad pueden volver a infectarse.
No obstante, un estudio de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Sao Paulo, en colaboración con la ONG Conectas Derechos Humanos, analizó las decisiones en referencia a la pandemia y la información proporcionada por las autoridades en Brasil y concluyó que el gobierno «optó por favorecer la libre circulación del nuevo coronavirus, con el pretexto de que la infección induciría naturalmente a la inmunidad de los individuos».
Hasta el momento, Brasil, el tercer país más golpeado por la pandemia del mundo, contabiliza más de 17,7 millones de personas contagiadas, incluidas más de 496 mil víctimas mortales a causa de la enfermedad. En el país el ritmo de vacunación es lento, y por ahora sólo 11,3% de la población cuenta con la pauta completa.