Julio César Chávez Jr. enfrentó el pasado sábado 19 de junio en el Estadio Jalisco, a Anderson Silva, un peleador de la UFC retirado, en lo que pudo ser quizá su última pelea, pues el sinaloense sufrió una vergonzosa derrota, para la cual ya comenzó a justificarse en redes sociales.
A través de sus historias, el hijo de Julio César Chávez, señaló que su rendimiento se vio diezmado por la obligación de perder 3 kilos en 2 horas, lo que le provocó un extremo cansancio arriba del cuadrilátero y posteriores malestares como náuseas, los que presuntamente aún le persiguen.
Tres días llevo así, con las piernas flojas y con las náuseas. Tres días con ganas de vomitar. Creo que es por la deshidratada. Fueron como unas tres o cuatro horas, en las que bajé tres kilos y medio”.
En el mismo video, Chávez Jr. cayó en contradicciones, pues al principio aseguraba que le parecía justo un empate, sin embargo, posteriormente señala que Anderson Silva peleó bien y se merecía la victoria, además, aunque de inicio se justificó al manifestar cansancio por la descompensación, luego indicó que no se sintió mal en el peso en el que peleó.