CHAIROMAQUIA

La polémica consulta del domingo
Por Antonio Piñón Aldana

El próximo domingo se lleva a cabo la famosa consulta para decidir si se enjuicia a los expresidentes de México, razón por la cual han circulado numerosas opiniones a favor y en contra. Sean o no sean de tu agrado este tipo de ejercicios democráticos donde te corresponsabilizan de decisiones trascendentes en la vida pública del país, lo cierto es que NO es necesario exponer argumentos que justifiquen su aplicación por el simple hecho de que ya el Congreso lo ordenó y porque la Constitución lo contempla; es decir, la consulta del domingo está justificada a priori y no necesita de mas argumentos que la signifiquen; en todo caso, lo conducente es analizar los argumentos que la desaprueban y analizar si son válidos o no. Para ello aquí comentamos al respecto en los siguientes puntos:
– “La Ley no se consulta, se aplica”. Esta frase resulta equivocada en sí misma, puesto que la consulta popular está contemplada en la ley y prevista en la Constitución, que es nuestra Carta Magna. Con la consulta técnicamente se está aplicando la Ley al dejar la decisión final al pueblo de México.
– “Es un derroche de dinero que debería gastarse en algo más importante”. El costo de la Consulta Popular será absorbido en su totalidad con recursos ya etiquetados para el INE, no se habrá de invertir un peso extra. Por otro lado la falacia de que ese dinero debiera aplicarse en cosas mas trascendentes como la salud o la seguridad resulta imposible, pues el dinero asignado al INE es SOLO para facultades previstas al INE y no se puede desviar a otras actividades o dependencias; la consulta no se pagará con dinero de la Secretaría de Salud o de la Secretaría de Seguridad, sino solo con lo que el Instituto Electoral ya tiene etiquetado. Paradójicamente el Presidente ha insistido en quitarle recursos al INE y a los partidos políticos para destinarlo a “cosas más importantes” como la salud, pero la oposición se ha negado rotundamente alegando que “AMLO quiere debilitar estas instituciones”; hoy esa misma oposición es quien se opone a la consulta exigiendo que se gaste en “cosas más importantes”, mostrando que la prioridad para ellos no es el país, sino llevarle siempre la contraria a López Obrador.
– “AMLO quiere confundir a la gente porque la pregunta ni se entiende”. También resulta totalmente falso, pues fue la SCJN quien redactó la pregunta y así lo ordenó el Congreso justamente para que el Presidente no “se fuera a la yugular” contra los expresidentes en la elaboración de la pregunta a consultar. Si por AMLO fuera, hubiera sido totalmente claro en el cuestionamiento, pero al querer debilitar la fuerza de su solicitud, terminaron por elaborar una pregunta ambigua, de la que ahora resulta quieren culpar al mismo AMLO.
– “Es un capricho de López Obrador”. Resulta incorrecto desde el momento en que participan toooodas las instancias que ejercen el poder y la soberanía en el país. Los tres Poderes Supremos de la Unión se manifiestan, pues el Ejecutivo propuso, el Legislativo aprueba y ordena y el Judicial redacta la forma en que habrá de consultarse al Pueblo que es quien habrá de decidir el resultado, como depositario de la Soberanía Nacional. Esta consulta popular pudiera ser en si misma uno de los ejercicios mas legítimos y constitucionales en la historia de la nación.
– “Que tontería consultar, no puede andar preguntando cada que deba meter a la cárcel a alguien”. Es falso suponer que el Gobierno pretende preguntar cada vez que quiere investigar a alguien, pues el caso de Lozoya y otros funcionarios importantes lo desmiente; la misma UIF sigue investigando sin detenerse los hechos mas severos de corrupción que han habido actual y anteriormente. El tema con los expresidentes es distinto, incluso, viéndolo desde otra perspectiva, es también una manera en que AMLO respeta el voto y las decisiones de los mexicanos, toda vez que esos expresidentes fueron en su momento electos por el mismo pueblo; dejar la decisión final a la gente es una manera de respetar el sufragio y la soberanía de la misma, al mandar el mensaje de que “el pueblo los hizo Presidentes, el pueblo decidirá juzgarlos”. Sería mas sencillo y autoritario por parte de López Obrador tomar las cosas en sus propias manos, negando el importante hecho de que fue la población quien en su momento decidió que aquellos fueran sus mandatarios. También sería sentar un peligroso precedente que cualquier Presidente de la República en funciones decidiera encarcelar a sus antecesores solo por persecuciones políticas. Con esto AMLO respeta la investidura Presidencial que él mismo posee y que otros ostentaban, al dejar que el pueblo ordene que hacer con sus dañinos ex mandatarios.
– “Un Presidente no puede consultar encarcelar a alguien que violó la Ley, debe hacerlo”. En este tipo de aseveraciones hay un error de origen, en cuanto a las facultades mismas del Presidente. Es decir, el Ejecutivo quiere consultar si se le sigue proceso a los expresidentes pero no es el Ejecutivo quien juzga y encarcela sino el Poder Judicial. Absurdo sería, en efecto, que un Juez Penal sometiera a consulta el resultado de su sentencia en un juicio, pero este no es el caso. Lo que se pregunta es si el pueblo quiere que se les enjuicie y el resultado del juicio que determine si se les castiga o no, efectivamente estará en manos de un Juez que deberá impartir justicia sin “ejercicios democráticos populares”.
– “Yo no votaré en esta consulta porque es un desperdicio de dinero de AMLO”. Contrario a esto, desperdicio sería no votar porque el gasto ya se va a realizar votes o no votes. La consulta, ordenada por el Congreso y no por AMLO, ya es una realidad, con el costo correspondiente, independientemente del resultado de la misma; si el recurso invertido en ello resultara un desperdicio como tal, sería precisamente por culpa de quienes decidan no participar en este ejercicio ya presupuestado.
– “¿Porque no ejerce directamente acción penal y pide se les vincule a proceso? Es puro show”. Algunos de los muchos delitos en que incurrieron los expresidentes ya prescribieron, es decir, ya transcurrió el tiempo legal para pedirle a un Juez orden de aprehensión y/o vinculación a proceso. Con la consulta, en caso de ser vinculante, es posible que se evite la impunidad y que personajes tan detestables para la historia de nuestra nación como Felipe Calderón, quien destrozó al país y mutiló a cientos de miles de familias, puedan ser tocados por la justicia legal y social, ordenada por la misma comunidad a la que dañó.
Al observar que no existe argumento alguno que válidamente desacredite el simple pero trascendente hecho de que nuestro Gobierno nos pregunte que queremos hacer, podemos concluir que si después de analizar esto, hay quienes insistieran oponerse férreamente, quizá sería por alguna de estas razones: 1. En ciertas personas hay una resistencia inconsciente de asumir la responsabilidad en las decisiones públicas; es muy de México y de América Latina ese “complejo masoquista” de que otro sea quien tome malas decisiones públicas para tener de quien quejarnos de nuestra diaria realidad. La consulta nos corresponsabiliza de la suerte que seguirán los expresidentes y no todas las personas se sienten cómodas con la toma de decisiones importantes; y 2. Aquel otro grupo de personas que en realidad no les interesa ni la justicia ni el gasto ni alguna otra de las consideraciones vertidas, sino simplemente el contradecir sistemáticamente a AMLO; aquellos que no importa lo que haga o diga López Obrador, buscan algún razonamiento que contradiga lo hecho o dicho por él. Lo cierto es que antes no nos preguntaban nada y solo debíamos esperar para padecer las decisiones del gobierno; hoy tenemos la oportunidad de ejercer soberanía de forma directa y no solo por representación y lo único que tenemos que hacer es sacar nuestra credencial de elector, buscar nuestra casilla y DECIDIR. Como dicen los millenials, no le tengas miedo al éxito.

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