Con zapatos de charol
Por Violeta Rivera Ayala
Hola, feliz domingo de viaje en carretera, hoy más que charlar, quiero invitarlos a mi próxima exposición individual de pintura titulada “Con zapatos de charol”, este jueves 29 de julio a las 18:00 horas en el Centro Cultural Los Laureles Chihuahua, recinto que durante muchos años funcionó como Casa de Gobierno para residencia del Gobernador en turno, posteriormente fue convertida en el Centro de Información y oficinas del Instituto Chihuahuense de la Cultura y finalmente, desde hace un par de años, la renovaron y adaptaron como un espacio único en el país, dedicado a la promoción y consumo del arte y la cultura del Estado.
Cuenta con una cineteca, una sala de lectura, cafetería, sala de artesanías y tres galerías de Arte, todo en este bello recinto de primer nivel. La oferta artística ha sido muy rica, sin embargo, debido a la pandemia varias actividades tuvieron que detenerse o funcionar en línea. Afortunadamente y con las medidas necesarias, “Con zapatos de charol” se reabren de cara al público las exhibiciones plásticas, así que el convite queda abierto para que nos acompañen con un vino de honor en el corte del listón.
Presentaré alrededor de veinte piezas en diversos formatos, la mayoría en acrílico sobre tela, con un estilo expresionista, figurativo, bajo la influencia de la ilustración de moda y la cultura pop, lleno de contrastes y libertad de trazo, colorido e intenso, tratando temas cotidianos que pueden ir desde lo superficial hasta lo más profundo que desee entrar el espectador, pues se dejan entrever varias vetas sobre las relaciones humanas desde una poética contemporánea y un imaginario que nos guía a inventar diálogos, conversaciones o sentimientos, a quedarse y trascender a través del inconsciente.
Mensajes oníricos fundidos entre el fondo, la forma y el juego del tiempo; todo está sucediendo porque estamos no en el presente sino en la suma de aquello que nos influye, sea pasado, futuro, sea en esta vida o en otras dimensiones, en la información de un ADN personal y en otro colectivo, y en los miles de impactos que ni siquiera alcanzamos a procesar acerca de esta dimensión a la que tratamos de encontrarle sentido y coherencia para explicarnos los grandes temas que nos han acompañado a lo largo de la historia, la filosofía y en general de la existencia: quiénes somos, lo finito y lo infinito, etc.
A lo que aspiro con esta propuesta artística es a abrir ventanas ya sean mentales y emocionales, que motiven a que nuestro estado intelectual y anímico se asomen a otra versión del mundo, a uno brillante, estridente, de charol, en el que transitemos -como señaló Graciel Staufert, Doctorante a Literacidad por la Universidad de Pensilvania-, a aquél “universo visual de Violeta Rivera, pletórico de sensaciones y de juegos, donde no quepan estructuras: poesía colórica”. Al respecto, el poeta costarricense Ignacio Arú agregó “Violeta Rivera es un archipiélago uniéndose, un continente dentro de otro continente, el martillo lluvioso del que hablaba Dylan Thomas”.
En fin, hay mucha información e historias en cada pieza y se trata de desentrañarla a un ritmo de velocidad suficiente para que algo nos atrape, tal como sucedería en una pasarela de prêt-à-porter, lista para llevar, colgar el cuadro en su sala y encontrarle cada día, ya con más calma, a la luz de la apreciación, alguna novedad mientras se goza de aquello que fue hecho entregando en cada pincelada una inspiración tal a la que sólo se puede acceder en medio una catarsis creativa o un rayo a mitad de la tormenta. GRACIAS.
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