Las empresas Google y Apple aceptaron eliminar la aplicación “Smart Voting” (Voto Inteligente), creada por aliados del opositor ruso Alexei Navalny el primer día de votación del Duma (Parlamento) Estatal para elegir a 450 diputados, entre candidatos de 14 partidos.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, celebró la decisión de las empresas porque se cumple con la ley. Dijo que esa aplicación operaba al margen de la ley en Rusia, según The Associated Press (AP).
Las autoridades rusas lograron suprimir el uso de “Smart Voting” en smartphones, elaborado por aliados de Navalny para promover a los candidatos opositores de las elecciones parlamentarias, de mucha importancia para el presidente ruso Vladimir Putin, para consolidar su control de poder antes de las presidenciales de 2024.
Las últimas semanas, autoridades rusas advirtieron a Google y Apple que retiraran la aplicación, pues de no hacerlo lo interpretarían como una interferencia en las elecciones, por lo que se les podrían imponer multas.
La semana pasada el Ministerio de Exteriores ruso citó al embajador de Estados Unidos, John Sullivan, para tratar este asunto, y ayer representantes de Apple y Google fueron invitados a una reunión en el Parlamento de Rusia.
Tras el encuentro, el Consejo sobre la Protección de la Soberanía Estatal emitió un comunicado para señalar que Apple accedió a cooperar con las autoridades rusas.
Google retiró la aplicación por obligación, porque enfrentaba demandas legales de los reguladores y amenazas de enjuiciamiento penal en Rusia, de acuerdo con alguien cercano a la situación.
Esta persona, citada por AP, contó que el lunes 13 policías rusos visitaron las oficinas de Google en Moscú para hacer cumplir una orden judicial para bloquear la aplicación.
Desde la prisión, el pasado miércoles, 15 Navalny llamó a los electores a apoyar por el Partido Comunista, aunque se prevé que obtenga un amplio triunfo el partido en el poder, Rusia Unida.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, María Zajárova, denunció que “embajadas extranjeras en Moscú contrataron a varios ciudadanos de Rusia y les pagaron dinero que se transfirió a sus respectivas organizaciones” de los proyectos de Navalny.