VIAJE EN CARRETERA

Los dinosaurios sí existen

Por: Violeta Rivera Ayala

 

Hola, bienvenidos a este viaje en carretera, hace unos días llegué a una reunión en progreso, o sea, virtual, y desconozco la conversación previa que mantenían, pero ingresé en el momento justo en que un amigo se lamentaba porque la maestra de su hijo externó que los dinosaurios se extinguieron. Añadió que “la quería matar”, obvio como frase hecha y porque le pareció una barbaridad la poca sensibilidad que mostró dicha docente ante el ilusionado pequeño.

Así que hoy ampliaremos ese tema que me dejó dando vueltas. Primero pensé en que efectivamente eso era cierto, y no atiné a cuál era el drama. Luego él añadió (parafraseo): Para cuando mi hijo crezca, a la velocidad que avanza la tecnología, quizás ya estarán de nuevo en la tierra, o incluso tal vez, a mi hijo le interese la ciencia y como adora a los dinosaurios, sea partícipe de este hecho; no obstante, si le dicen que ya no se puede, simplemente se cerrará a la posibilidad.

Comencé a comprender e interesarme. No se trataba de preservar la inocencia del niño, ni era el afán de envolverlo en una ilusión, o igual y sí, un poco, ¿cuál es la prisa por dotar de objetividad y realidad a un ser de 4 años? Sin embargo, –como la espada del augurio- esto va más allá de lo evidente. Sólo puedo describirlo como filosofía infantil, que no es más que la capacidad de imaginar y cuestionar e inventar realidades y además transformarlas, cosas que estaría bueno además, procurarlas a cualquier edad, no ahondaré en eso.

Varios científicos afirman que los inventores no son más que personas que crecieron y siguieron manteniendo vivo su espíritu de niño, cuestionándose el mundo y sus misterios, y aprendiendo e interesándose en preguntar más acerca de la existencia humana y de las cosas, desde los métodos con los cuales así en un principio todos fuimos formándonos una idea y concepto de lo que significa la vida en general y en lo particular, para qué estamos aquí, cual es nuestra misión, etc.

Javier Santaolalla, divulgador de ciencia, señala: La física muchas veces toca la filosofía… ¿Realmente el universo tiene un conjunto de conocimientos últimos?, es decir, ¿habrá un momento en el que las preguntas cesen?, ¿habrá un conocimiento básico que responda a cualquier pregunta sobre el universo?… La física no solamente trata de responder a las preguntas que los propios científicos se hacen, sino incluso a las preguntas que nunca nadie se ha hecho. Quizás sea mucho más interesante lo que está por descubrirse que uno no se ha preguntado, que intentar corroborar algo que ya alguien se preguntó. 

La sesión de Zoom continuaba y mi cabeza no paraba de pensar en que si era grave o no que los maestros digan que los dinosaurios se extinguieron; a mí también me lo dijeron y… No pasó nada o… Sí pasó mucho… ¿Cómo saberlo? Recordé que en la primaria me enfadé y eso se fue agravando, al participar de una educación cuasi cerrada, es decir, “esto es así y aquello asá”. Los dinosaurios se extinguieron. La tabla periódica es esta y todos los elementos ya fueron descubiertos. La historia sucedió de tal manera y apréndete las fechas. Los planetas son tales ¿Habría otra cosa por descubrir?

Me parecía aburrido que ya todo hubiera sido inventado y sólo estuviéramos repasando lo que ya estaba… ¡Qué inutilidad la del humano! Volver a aprender a hablar, a escribir, a leer, para que al final sólo se haya tratado de un repaso, de llanamente nacer, crecer, reproducirse y morir. ¡Cuánta pérdida de tiempo y consumo de energía, de gastos, contaminación! 

Esos piensos tenía en la primaria y secundaria. Era muy poco lo que motivaban los maestros a pensar que las cosas pudieran modificarse o ser diferentes a lo que estaba escrito en los libros de texto. Creo que no por mala onda, sino porque simplemente ellos tampoco lo concebían como opción, tal cual sucedió con la teacher de los “niñosaurios” que detonó esta reflexión.

Ahora hay más métodos educativos, interés, acceso a la información, se sabe mejor cómo funciona el cerebro, etc. En mi caso, fue hasta finales de nivel preparatoria que vi algo de dialéctica y esas preguntas existenciales cobraron algo de sentido, dándome cuenta que de hecho había personas cuyo oficio era el de cuestionar todo y romper paradigmas… Uy ese concepto ahora recuerdo, me tronó la cabeza, pero regresemos al tema de los dinosaurios y las respuestas sin margen.

Sí, probado está que, al menos por ahora, no hay existencia de dinosaurios… Y si uno dice que sí y surge Jurassick Park, por ejemplo, que de entrada ya es una creación, y al concebirse aún sea una ficción, ahora lo sé, podría invitarnos a buscar que en efecto regresen y entonces en unos años, este colaboración de Viaje en carretera será obsoleta y primitiva; alguien que la encuentre señalará: ¡Qué pasado de moda, ahora los dinosaurios son nuestras mascotas! Denme derecho de réplica: ¡Huy qué nostálgicos, si ya antes lo fueron de los Picapiedras!

Total que terminó la sesión de zoom y yo comencé a escribir esto. Gracias por darle eco al leerlo y viajar conmigo en este dinosaurio volador hecho de palabras, ¿por qué digo esto? No por loca, sino porque me costó romper mis propios paradigmas ¿recuerdan esa palabra?, para comprender que a través del arte, la literatura, el compartir ideas y sobre todo imaginar, cualquier cosa puede ser real, -tangible o no-, esa ya es otra vanidad o propósito a cumplir.

Así que hoy te invito a que no sólo volemos en dinosaurios o nos dejemos engullir por ellos para conocerlos por dentro y a que por un día o un minuto le digamos a nuestros niños y sobre todo al que llevamos en nuestro interior, que se vale de vez en cuando defender la inocencia. Como dijo Marie Curie: La humanidad necesita hombres prácticos, pero también, la humanidad necesita soñadores”.

 

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