El presidente Andrés Manuel López Obrador criticó la acción de inconstitucionalidad contra la consulta de revocación de mandato que iniciaron partidos políticos y dirigentes empresariales, y lo consideró incongruente.
Señaló que los partidos políticos que dicen defender la democracia se hayan unido para tratar de bloquear la consulta con el pretexto de que la pregunta está mal formulada y calificó el recurso legal ante la corte como «politiquería».
«Primero, es una incongruencia que quienes se dicen demócratas ejercen mecanismos de democracia participativa en donde la gente va a tener la libertad de expresarse, de manifestarse, además, por la vía pacífica», destacó el titular del Ejecutivo.
Dijo que la consulta es un instrumento democrático que evita la tentación de ejecutar golpes de Estado y el establecimiento de regímenes autoritarios.
«Este es un proceso que aleja los derrocamientos, los golpes de estado, el autoritarismo y permite dirimir nuestras diferencias con el método democrático, y escuchando al pueblo, porque la voz del pueblo es la voz de Dios y la voz de la historia», sentenció López Obrador.
Adelantó que la estrategia de la agrupación Va por México será la de declarar que el ejercicio de consulta no es válido y llamarán a no votar en él en un intento de que el resultado no sea vinculatorio.
Señaló que incluso si la consulta no registra la participación necesaria para que el resultado sea vinculante, es decir, el 40 por ciento del padrón electoral, él acatará el resultado de la votación.
«¿Cuál es el paso siguiente? Decir, ‘no participamos y llamamos a no votar, que nadie participe’, porque creen que los ciudadanos son borregos y va a decir ‘meee, meee’. Eso es.
«Por eso es que no van a llamar a que la gente participe, no quieren que se tenga el 40 por ciento. Pero si se tiene el 30 y la mayoría, 51 por ciento, dice ‘cambio’, 49 dice ‘se queda’, me voy, porque no se puede gobernar un país como México sin autoridad moral, sin autoridad política», comentó el presidente.
Destacó que en el futuro podría plantear una modificación constitucional de la consulta ciudadana para que el resultado sea vinculatorio con una menor participación.