LO QUE NO SOMOS TODOS LOS DÍAS

Ya se llegó a los 60 años del Chepe
Por Mario Alfredo González Rojas

El 24 de noviembre del año 1961, el presidente Adolfo López Mateos, inauguró el Ferrocarril del CHEPE. La fecha es una fecha que como cualquiera se puede olvidar. Y así como se nos olvida, cuando son los cumpleaños de la gente que uno quiere, se nos ha olvidado a muchos lo que aconteció ese día aquí en nuestro estado
Sin embargo, casi nunca nos cae mal hacer un recuerdo bonito. En 1880, el presidente de la República, Manuel González, compadre de don Porfirio Díaz, le otorgó una concesión a Albert Kinsey, mandamás de una empresa de Indiana, en Estados Unidos, para la construcción del ferrocarril que uniera a Sinaloa con Chihuahua, pero por dificultades económicas la obra no se concluyó.
No se nos olvide que por distintas razones no se hacían carreteras, y que los rieles eran la mejor de las vías de comunicación por tierra. El tipo de comunicación por ferrocarril no tenía una historia muy vieja, cuando tuvo el presidente González la intención de lograr la comunicación por vías férreas entre Chihuahua y Sinaloa. Fue en enero de 1873, cuando el presidente Sebastián Lerdo de Tejada inauguró el primer ferrocarril, el que venía a unir a la Ciudad de México con el puerto de Veracruz. Dicha obra contaba con un ramal de Apizaco a Puebla.
¿Se acuerda usted cuando sus padres, abuelos y usted también se iban en tren de Ciudad Juárez a la capital del país? Ya ha llovido bastante desde luego; los viajes duraban, pues los dos días. Es más, se cuenta que el 23 de marzo de 1883, llegó el primer tren a Ciudad Juárez, proveniente de la Ciudad de México, luego de un “aburrido” viaje de cinco días. Pero para la época era la gran cosa -cómo no-, si antes las diligencias duraban meses en realizar el recorrido.
Como se dice, “tiempos traen tiempos”, y nos resulta muy agradable recordar, comparando la vida de antes con la de nuestros días. Volviendo al asunto del ferrocarril interrumpido por cuestiones de dinero, en el sexenio de Adolfo López Mateos se recuperó dicho asunto y entonces se hizo el tramo de Creel a San Pedro, en Sinaloa, con lo que se completó la magna obra.
El CHEPE recorre una distancia de 650 kilómetros, atravesando más de 80 túneles y pasa 175 puentes. Atraviesa por zonas agrícolas, ganaderas, forestales y mineras. Ese 24 de noviembre de 1961, el siglo pasado, hay que decirlo, el presidente inauguró la clínica del IMSS, en colonia Anáhuac, el seccional del municipio de Cuauhtémoc, y el Centro de Salud, en la propia cabecera. Me contaba al detalle hace años -creo fue en el 2011- cómo estuvieron estos actos de mucho protocolo, el cronista del municipio, el profesor Marcelino Sánchez Martínez.
Se inauguró además, en un acto por demás emotivo el gimnasio «Pistolas Meneses», en honor del basquetbolista olímpico Salvador “Pistolas” Meneses, originario del lugar, que fuera a los Juegos de Helsinki en 1952. Incluso asistió al acto el propio Meneses, según me lo contara él mismo, con una gran emoción. Imaginemos lo que se ha de sentir, que le pongan el nombre de uno a un gimnasio, contando en su haber el enorme orgullo de haber representado al país en unos Juegos Olímpicos; y además el homenaje fue en su ciudad natal.
La fiesta en grande se dio con la inauguración del CHEPE, en el poblado de Témoris, y ya con la alegría de los festejos, el presidente fue a visitar la estación de La Junta, en donde fue visto casi como un héroe. Antes daba mucho gusto, se emocionaba uno al máximo por el sólo hecho de ver de cerca a un presidente de la República, aún sin saber a ciencia cierta si su gobierno estaba dando buenos resultados. Eso no pensaba uno como ahora. El presidente era el presidente y nuestra forma de ver las cosas era más a la ligera, sin el análisis que debe ser muy riguroso, porque el que gobierna el país está haciendo uso de los recursos de la nación.
En adelante, se conoció al pueblo como Estación Adolfo López Mateos, en honor a quien creó los Libros de Texto Gratuitos, creó el ISSSTE, y nacionalizó la energía eléctrica, cuando se tenía que haber hecho por una necesidad histórica.

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