En pocas horas varios países europeos han decidido protegerse e imponer restricciones o hasta cerrar sus puertas a los viajeros procedentes de varios estados del sur de África debido a la nueva variante del coronavirus detectada en Sudáfrica, aparentemente muy contagiosa.
El cierre de puertas en algunos países en Europa provocó el rechazo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo, esto no fue impedimento para que las naciones continuaran con sus medidas.
El primer país en blindarse fue Reino Unido, anunció el jueves que prohibirá la entrada de personas procedentes de seis países de África: Sudáfrica, Namibia, Lesoto, Zimbabue, Botsuana y Esuatini (o Suazilandia) a partir de hoy viernes.
La Unión Europea determinó imponer una prohibición temporal a los vuelos desde el sur del continente africano.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que los vuelos “deberían suspenderse hasta que tengamos una comprensión clara del peligro que representa esta nueva variante, y los viajeros que regresan de esta región deben respetar las estrictas reglas de cuarentena”.
Los países integrantes de la UE acordaron que los residentes europeos que provengan de esos países y que sí tienen derecho a entrar en la comunidad se sometan a pruebas de covid y un periodo de cuarentena de 14 días, estén vacunados o no.
La Unión Europea está formada por 27 países: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, República Checa, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía y Suecia.
La UE creó su mecanismo de emergencias para enfrentar problemas de este tipo, este señala:
Cuando la situación epidemiológica de un tercer país o región empeore rápidamente, en especial si se ha detectado una variante preocupante o de interés, los estados miembros deben adoptar restricciones urgentes y temporales en los viajes a la Unión Europea. Esto no debería afectar a los ciudadanos comunitarios, a residentes de larga duración en el bloque y a ciertas categorías de viajeros esenciales, que sí tendrán que someterse a pruebas de detección del virus y cuarentenas, incluso aunque estén completamente vacunadas.
Estas restricciones deben revisarse al menos cada dos semanas.