ESQUELETOS EN EL CLOSET

El incendio del casino

Por Jorge Villalobos

 

Mi copia de ‘Machine Head’ está por cumplir cincuenta años, ¿será oportuno hacerle un pastelito?

Nadie puede desafiar a Deep Purple (disculpen ustedes el ‘lapsus fervorus’). Desde que inició su carrera en 1968 el Morado Profundo daba de qué hablar, y a lo largo de su historia se ha destacado como una de las bandas más influyentes del negocio del roncarol, disputándose con Led Zeppelin y Black Sabbath la progenie del metal pesado, y en la actualidad siguen en activo (hoy, día de San Esteban 2021, hace justamente un mes que lanzaron un anómalo —tratándose del Deep— álbum con puros covers, ‘Turning To Crime’).

La banda formada por el tecladista Jon Lord y el baterista Ian Paice con el guitarrista Ritchie Blackmore tuvo su época dorada a inicios de los años setentas; durante el periodo conocido como Mark II —cuando se les unieron el vocalista Ian Gillan y el bajista Roger Glover— alcanzaron sus máximos trofeos de caza: en un lapso de tres años lanzaron al mercado cuatro álbumes de estudio (‘In Rock’, ‘Fireball’, ‘Machine Head’ y ‘Who Do We Think We Are!’), además de otros dos álbumes experimentales acompañados con orquesta (‘Concerto For Group And Orchestra’ y ‘Gemini Suite’, ambas incluyendo suites compuestas por el tecladista Jon Lord) y uno en vivo que los llevó al pináculo de la fama (‘Made In Japan’). También en ese periodo Ian Gillan fue llamado para interpretar el papel principal en el montaje inglés en teatro de ‘Jesus Christ Superstar’.

Parte de la historia posterior de la banda —que aún sigue escribiéndose— ya ha sido referida en este espacio (vea Esqueletos en el Closet, “Deep Purple Mark III”, http://www.laparadoja.com.mx/2020/12/esqueletos-en-el-closet-27)

Volviendo al Mark II de Deep Purple, ‘Machine Head’ es su obra maestra, considerado junto al ‘Paranoid’ de Black Sabbath y el cuarto álbum sin título de Led Zeppelin —el “Zoso”, o “el del viejito”— como la ‘Sagrada Trinidad del hard rock/heavy metal británico’. Grabado durante diciembre de 1971, apareció en el mercado en marzo del 72, y la copia que aún conserva este su seguro servidor es de la primera edición lanzada en México (en la serie ‘Convivencia Sagrada’, SLEM-360… sí se merece un pastelito, ¿no?, aprovechando la temporada de fiestas, ¿no?).

«Este álbum fue escrito y grabado en Montreux, Suiza, entre el 6 y el 21 de diciembre de 1971. Agradecer por sus nombres a todos los involucrados sería tedioso, pero un hombre debe ser nombrado —Claude Nobs, sin quien, etc. A él está agradecidamente dedicado este álbum. Jeremy Bear, Ian Stewart y Nick vinieron con la unidad móbil de los Rolling Stones, y estamos contentos de que lo hicieran. La gente del pueblo de Montreux, tras su shock inicial, nos ayudó mucho, y les agradecemos también».

Tal es la cita-dedicatoria en la funda interior del álbum, que narra cómo se hizo ‘Machine Head’; un poco más está contenido en la letra de la legendaria “Smoke On The Water”.

[Engarróteseme ahí. Ni se le ocurra decir que no ha escuchado la archirrequeterrecontraconocida “Humo en el agua” porque le crece la nariz y le lavamos la boca con lejía por mentiroso].

 

“Humo en el agua”

(Blackmore-Gillan-Glover-Lord-Paice)

 

Venimos todos a Montreux, en la costa del lago Ginebra,

a hacer discos con el móvil.

No tuvimos mucho tiempo.

Frank Zappa y Las Madres estaban en el mejor lugar,

pero un estúpido con una pistola de bengala

quemó el lugar hasta los cimientos.

 

Humo en el agua, fuego en el cielo.

 

Quemaron la casa de juego, murió con un sonido horrible,

Claude el funky corría entrando y saliendo, jalando a los chicos del suelo.

Cuando todo terminó tuvimos que encontrar otro lugar,

pero el tiempo suizo estaba corriendo,

parecía que íbamos a perder la carrera.

 

Humo en el agua, fuego en el cielo.

 

Terminamos en el Gran Hotel, estaba vacío, frío y desnudo,

pero con la Rolling-camión-Stones ahí afuerita, haciendo nuestra música,

con algunas luces rojas y algunas camas viejas

hicimos un lugar para sudar.

No importa qué saquemos de esto,

sé que nunca lo olvidaremos.

 

Humo en el agua, fuego en el cielo.

 

Y así fue. Por medio de Claude Nobs (“Claude el funky”, organizador del célebre Festival de Jazz de Montreux) Deep Purple había conseguido rentar el Casino de la ciudad al borde del lago Lemán en Suiza, para grabar ahí un álbum durante diciembre de 1971. Los miembros del Deep Purple llegaron a Montreux el día 3. El Casino cerraba durante la temporada de invierno, y su última actividad de 1971, el día 4, era un concierto vespertino de Frank Zappa and the Mothers of Invention. La leyenda cuenta que durante la última canción del recital de Zappa y Las Madres (‘King Kong’) alguien de entre el público lanzó una luz de bengala hacia el techo de madera del casino, y momentos después comenzó a incendiarse. Zappa se dirigió al público por medio del micrófono: “Que nadie entre en pánico, pero… ¡fuego!”.

El mismo Claude Nobs ayudó a muchos de los asistentes a ponerse a salvo. Afortunadamente todos salieron a tiempo e ilesos antes de que el fuego se propagara y consumiera la instalación completa del casino. Todo el equipo e instrumentos de Zappa y Las Madres de la Invención quedaron destruidos, solamente se recuperó un cencerro. Para su próximo concierto en el teatro Rainbow en Londres, cuatro días después, tuvieron que usar equipo rentado, pero además Zappa debía traer a su santo de espaldas en esa temporada, porque al concluir el concierto en el Rainbow un fan lo empujó accidentalmente desde arriba del escenario hacia la fosa de la orquesta, y Zappa pasó casi un año en silla de ruedas a consecuencia de las lesiones que le produjo la caída (pero eso es historia zappiana que habremos de relatar en otro momento, ahorita se trata de Deep Purple).

Así pues, Deep Purple se quedó sin lugar donde grabar su disco. Contaban con el estudio móvil propiedad de los Rolling Stones, instalado en un camión, y el buen Claude consiguió para ellos el teatro Pavilion, pero los vecinos del lugar comenzaron a quejarse por el ruido inusual del grupo de rock en el teatro (Deep Purple poseía además la fama de ser la banda más ruidosa del mundo), y ahí van los gendarmes suizos a desalojar a los greñudos del teatro.

De ahí se fueron al Grand Hotel, también cerrado por la temporada baja en la turística Montreux; instalaron el camión-estudio justo frente a la puerta principal y usaron colchones en las paredes para amortiguar la acústica en el salón interior donde instalaron los instrumentos, pero no contaron con que el camión afuera y los colchones adentro bloqueaban las salidas, y para poder escuchar las tomas grabadas tenían que recorrer una cantidad de habitaciones interiores y usar escaleras de servicio exteriores para llegar a la calle y acceder al camión. A la larga dejaron de hacer el recorrido, instalaron un sistema de circuito cerrado para comunicarse desde el vestíbulo del hotel con el ingeniero de sonido, el omnipresente Martin Birch, que debía permanecer en el camión. Ya no les importaba escuchar las tomas que iban grabando, cuando creían que ya habían quedado bien confiaban en el criterio de Birch, y este no los decepcionó.

Así se grabó ‘Machine Head’, y así se compuso “Smoke On The Water”.

Además de la archirrequeterrecontraconocida “Humo en el agua” se incluyen en este acetato otras rolas obligatorias para todo fan del Deep: la conspicua y pesadísima “Highway Star” con su legendario y veloz duelo de guitarra y teclados (todo un clásico); la potente “Space Truckin’” y la excelsa improvisación de “Lazy”, que incluye a Ian Gillan tocando la armónica tras el manto sonoro de los teclados de Jon Lord.

Pero las tres rolas que corrieron con menos suerte en recibir los favores del público también son de antología: “Maybe I’m A Leo”, “Pictures Of Home” y “Never Before” son tres de esas canciones que por alguna extraña razón quedaron (injusta, pecadoramente) relegadas en el olvido de la conciencia colectiva, al menos en nuestro globero y guadalupano país. “Never Before” fue lanzada como sencillo sin lograr mucho éxito, pero en el lado B de ese sencillo se dio a conocer una balada que, por razones inexplicables incluso para los miembros de la banda, se quedó fuera del álbum en su edición original: “When A Blind Man Cries”, que contiene un prodigioso solo de guitarra cortesía Ritchie Blackmore.

Lástima que estas últimas canciones nunca sonaron con la frecuencia que merecen, pero queda el recurso de conseguir una copia del ‘Machine Head’ y rendirles los honores que les corresponden; no importa si es por ‘streaming’ en la red, en CD, en LP o en caset, si se puede en 8-track mejor, porque así se revive la nostalgia y la buena vibra que son parte de todo este relajo que llamamos rocanrol (y, ¿por qué no?, celebrarlo dedicándole un pastelito, o a la manera como usted prefiera celebrar, aprovechando la temporada de fiestas).

 

* [26 dic. 2021] villalobos7@gmail.com.

 

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