Esqueletos En El Closet

 

(3) En búsqueda de la excelencia

Por Jorge Villalobos

 

Después de sus variopintas experiencias iniciales en el rocanrol, Billy Joel consiguió un contrato de grabación con Family Productions, formó una banda de acompañamiento y se lanzó al ruedo en 1971; su álbum debut (‘Cold Spring Harbor’) pasó sin pena ni gloria pero le abrió el camino para comenzar a presentarse en público. Una estación de radio de Filadelfia comenzó a emitir una grabación en concierto de la canción “Captain Jack”, lo que llamó la atención de un ejecutivo de discos Columbia (¿casualidad?, era la compañía que Joel tenía en mente) y pronto el neoyorkino recibió una oferta de la compañía con distribución internacional. Se mudó a Los Angeles, California, donde durante seis meses trabajó tocando el piano en el bar The Executive Room con el seudónimo de ‘Bill Martin’. Producto de su trabajo en ese bar fue la composición de “Piano Man”, su canción insignia que le sirvió de apodo y como título de su segundo álbum en 1973.

En su momento ‘Piano Man’ tuvo un éxito moderado, aunque mejor que su siguiente álbum (‘Streetlife Serenade’). Joel permaneció tres años residiendo en California, hasta que se desencantó y le ganó la nostalgia neoyorkina y empacó para devolverse al lugar de donde vino y luego lanzar ‘Turnstiles’, un álbum plagado de referencias a su terruño (si es que le podemos llamar así al ombligo del mundo). Pero el éxito masivo lo seguía eludiendo, hasta que…

Su producción de 1977 (‘The Stranger’) produjo cuatro hits que llegaron al Top 25 de las listas, pero entre esos estaba una cancioncita con la que obtuvo dos premios Grammy: “Just The Way You Are” fue la canción y la grabación del año; en el futuro sería regrabada por muchos otros artistas, entre ellos Frank Sinatra, Willie Nelson, Ray Conniff, Isaac Hayes, Mary McGregor y 302 versiones más; Richard Clayderman hizo una instrumental y hasta José José hizo una en español; en el Reino Unido (y en México) la versión de Barry White fue más exitosa que la del mismo Billy Joel. Al año siguiente ‘52nd Street’ ganó dos Grammys (álbum del año y mejor interpretación vocal masculina), más una nominación a la canción “Honesty”. Y dos años después ‘Glass Houses’ fue nominado al Grammy al álbum del año, que no ganó, pero sí obtuvo el gramófono por mejor interpretación vocal masculina. Y en 1983 (1984) ‘An Innocent Man’ fue nominado otra vez al álbum del año, aunque sin mucha esperanza porque en ese mismo año Michael Jackson lanzó su álbum ‘Thriller’ y arrasó con ocho premios; el sencillo de Joel “Uptown Girl” lideró las listas de popularidad y también fue nominado a canción del año, pero tampoco ganó porque se atravesó The Police con “Every Breath You Take” (vea Esqueletos en el Closet: “«Sincronicidad» –el canto del cisne de The Police (conclusión)”, https://laparadoja.com.mx/2021/01/esqueletos-en-el-closet-31). Entonces pues, Billy Joel posee cinco de esos desprestigiados Grammys para lucir en la repisa de la chimenea o para detener la puerta del baño, pero ha sido candidato al premio en 23 ocasiones.

Esa grandiosa canción, “Uptown Girl” (no puede usted ignorarla, es una joya), denunció la debilidad de Guillermo por las célebres modelos de trajes de baño de la revista ‘Sports Illustrated’. Joel compuso la canción pensando en la australiana Elle MacPherson, la chica con la que salía en ese periodo después de su primer divorcio, justo cuando Elle comenzaba a convertirse en la supermodelo que engalanó la portada de la revista en cinco ocasiones. Cuando se dio la oportunidad de filmar el video promocional de la canción contrataron a Christie Brinkley (que modeló en tres portadas de ‘Deporte Ilustrado’) para ser la figura femenina que interactuara con Billy en el video. Lo primero que le dijo Billy a Christie cuando los presentaron fue: “Yo no bailo”; Christie le enseñó a Billy algunos pasos básicos para que no hiciera el ridículo en el video y Billy a cambio se olvidó de Elle y se enamoró de ella (de Christie). Billy y Christie se casaron en 1985, tuvieron una hija, Alexa Ray, y se divorciaron en 1994. Luego Billy se casó con la chef Katie Lee, su matrimonio duró del año 2004 al 2009. En el 2015 Joel se casó por cuarta ocasión, esta vez con la ejecutiva y anfitriona de espectáculos ecuestres Alexis Roderick, con quien ha procreado dos hijas, Della Rose y Remy Anne, y el matrimonio sigue en la actualidad. Pero esos son asuntos personales.

Según los reportes (bendita Wikipedia que se fusila reportes de todos lados) Joel enfrentó problemas de depresión durante mucho tiempo, y en alguna ocasión a principios de los años setentas intentó suicidarse bebiendo una botella de cera para muebles (pensó que tendría mejor sabor que la lejía), pero recibió atención médica oportuna. Su canción “You’re Only Human (Second Wind)” contiene un mensaje para ayudar a prevenir el suicidio entre adolescentes. Años después, en los dosmiles, fue internado un par de veces en clínicas de rehabilitación para combatir su dependencia a ciertas sustancias y su alcoholismo. Pero, otra vez, esos son asuntos personales, y aquí estoy hablando de excelencia, no de perfección.

Más datos inútiles sobre Billy Joel: en 1982, ‘52nd Street’ fue el primer álbum lanzado al mercado en formato de compact-disc. Joel ocupa el séptimo lugar entre los artistas con más ventas de discos en el mundo, con más de 160 millones de copias certificadas. En 1985 fue uno de los cantantes que participaron en la canción “We Are the World” del proyecto USA For Africa para contribuir a mitigar la hambruna en Etiopía. En 1987, tras las reformas de la ‘glasnost’ y la ‘perestroika’ implementadas por Mijaíl Gorbachov, finalmente se permitieron los conciertos de rock y música popular extranjera en la entonces Unión Soviética, y Billy Joel fue uno de los primeros artistas que ofrecieron recitales ante el público de Moscú y Leningrado (hoy San Petersburgo).

Entre otros reconocimientos, el buen Guillermo forma parte del Salón de la Fama del Rock and Roll, del Salón de la Fama de los Compositores, del Salón de la Fama de Long Island, y tiene estrellas en los Paseos de la Fama de Hollywood y del Madison Square Garden. Dijimos que no se graduó de la prepa con su generación juvenil (vea Esqueletos en el Closet: “(1) El hombre del piano”, https://laparadoja.com.mx/2022/07/esqueletos-en-el-closet-61), pero en 1992 presentó un ensayo a título de suficiencia con el que finalmente obtuvo su diploma, 25 años después que el resto de sus condiscípulos; en cambio, se le han otorgado siete doctorados honorarios por diversas universidades norteamericanas. En varios estadios deportivos y salas de concierto se han colgado pendones permanentes dedicados al neoyorkino, con diversos números según la cantidad de llenos totales que ha tenido en sus recitales en cada uno de esos recintos, y ha sido honrado por el Steinway Hall, el Centro Kennedy y la Biblioteca del Congreso de los EU.

Con tantos éxitos y tantas composiciones y tanta variedad demostradas a lo largo de seis décadas de carrera, los álbumes de Billy Joel son, más que recomendables, obligatorios para todo aquel interesado en la música de rock y todas sus variantes. Si bien nunca volvió a hacer metal pesado como en la época del dúo Attila, sí tuvo una época prolífica en que quiso demostrarle a los críticos que su talento daba para algo más que canciones regidas por el piano y compuso rolas de rock rítmico, blues, algunos escarceos con el latin jazz (la aversión de su baterista Liberty DeVitto por el reggae impidió que Joel grabara canciones en ese estilo, ¡gracias, Liberty!), con letras que se fueron poniendo cada vez más interesantes y profundas. El mencionado ‘An Innocent Man’ es un álbum completito estilo ‘oldies but goodies’, con puras rolas originales pero ejecutadas en los estilos que estuvieron en boga a finales los cincuentas y principios de los sesentas, rock and roll, rockabilly y doo-wop; por algo fue nominado al Grammy.

La manera económica de navegar por semejante cúmulo de producción musical (13 álbumes de estudio) es hacerse de los compilados ‘Greatest Hits —Volume I & Volume II’ (1985, con algunas adiciones en las reediciones del álbum doble, empatado con el ‘The Wall’ de Pink Floyd en el sexto lugar entre los álbumes más vendidos en la historia) y ‘Greatest Hits Volume III’ (1997). Hacer recuento de tantas rolas exitosas y excelentes llevaría este modesto escrito a una extensión tan larga que correría el riesgo de perder a mis amables lectores y lectoras (si es que han llegado hasta este párrafo sin odiarme aún), razón por la cual (de momento) me abstendré, pero esos dos (tres) disquitos contienen el resumen más asequible de la obra grabada del hijo dilecto de Nueva York.

Billy Joel es sin lugar a dudas un músico excepcional que ha alcanzado la excelencia; atrévome a decir que es el mejor solista estadounidense en toda la historia del rock. Por eso yo también celebro su día el 18 de julio.

 

* [17 jul. 2022] villalobos7@gmail.com.

 

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