Por: Isabel Domínguez
Luis González fue parte de las pandillas de cholos en Chihuahua en los años 80´s, platica que con tan sólo 13 años de edad se volvió parte de los denominados “Liker” de la colonia Revolución, al norte de la capital.
“Los cholos tienen años existiendo, y siempre se consideraron de lo peor que existía, pero el principal roll, era que cada barrio cuidara de su gente, evitando robos, por eso se daban las riñas”, indica.
Y es que Luis González, quien ahora se dedica a realizar tatuajes, comparte cómo fue su adolescencia y parte de su adultez, siendo parte de un grupo de cholos; señala que las noches eran demasiado peligrosas ya que algunos tenían gente muy buena para pelear, otras para tirar fierrazos y otros hasta para asesinar.
Asimismo, comenta que, en su tiempo, se acostumbraba que al terminar una riña, se le siguiera golpeando al “contrario” con patadas en la cabeza, para que estos quedaran totalmente inconscientes.
Las reuniones o tardeadas eran en una discoteca que se ubicaba en el Centro de la ciudad sobre la calle Morelos, ahí en un sótano, en donde únicamente ciertas pandillas podían ingresar a escuchar música oldies, rock y cumbias.
En las casas, las fiestas se comenzaban desde las 12 del mediodía, junto con una caguama bien fría, pues en ese entonces, había un programa de radio, llamado “los abuelos del rock”.
Luis González cuenta que quedaron muy pocas amistades de aquellos años, ya que la mayoría están muertos o en la cárcel, derivado todo ello de haber pertenecido a una pandilla.
Recuerda que, junto con aquellos con los que tuvo una amistad, como actividad preferida, era ir a los llanos o terrenos abandonados a jugar futbol y de pasada lanzar piedras hasta por unas horas.
Tan sólo en la colonia Revolución, llegamos a ser más de 100 chavos dentro de las pandillas, claro no todos los cholos eran ¨likers”, también había, Panchos, Tortugos, Pochos, Dragones, Columbus, etc.
De hecho, la colonia que inició con los cholos, fue la Martín López, dice Luis, pues era uno de los barrios más complicados, recuerda, siempre había riñas con frecuencia.
La vestimenta de un cholo en los años 80, era un poco más elegante, e incluso, muchos de ellos para ir a fiestas o reuniones importantes iban “cheros”, pero a partir de los 90 comenzaron a vestir un poco más fachosos, según comenta Luis González, aunque nunca dejaron de vestir siempre combinados en colores y con sus convers.
LA VESTIMENTA
En Chihuahua capital contamos con una tienda de ropa que sólo vende estilo rocker y cholo, se ubica en la Avenida Juárez y calle 25, denominada “La casa de los rocker´s o La Cueva”.
Uno de los vendedores del lugar nos platicó que, según su experiencia, la moda de ropa para cholos está volviendo en pleno 2023, pues en los últimos meses han visto un incremento en ventas.
“El estilo actual es andar más cómodo, con las camisas o playeras desfajadas y pantalones ‘tumbados’ y siempre de tenis, sin embargo, la vieja escuela, el estilo clásico, era tipo pachuco; más formal, con tirantes, camisas bien fajadas, pantalones tipo de vestir”, explicó el vendedor de la tienda.
En cuanto a los precios, señaló, muchos piensan que es barato vestir de cholo, pero hay quienes llegan a gastas hasta más de 7 mil pesos en un sólo cambio, y actualmente compran por igual hombres y mujeres.
¿QUÉ DICE LA POLICÍA MUNICIPAL DE LAS PANDILLAS DE CHOLOS EN CHIHUAHUA?
En la actualidad, la Policía Municipal de Chihuahua afirma las pandillas de cholos existen aproximadamente 10, pues sólo en las colonias se pueden observar en los rondines a cholos de la vieja escuela.
Con lo anterior, se reitera que ya son personas que pertenecieron a una pandilla, pero ya no pelean más, ni buscan problemas, como se hacía en los años 80 a 90, que fue cuando el problema era mayúsculo.
Lo que sí, se ha visto en estos últimos meses por parte de elementos de la DSPM, es que jóvenes de secundaria y bachillerato, están adoptando de nuevo la vestimenta tipo cholo, la ropa holgada y cachuchas.
Cabe recalcar que la temporada más alta de pandillas de cholos en Chihuahua, se tuvieron de 80 a 90; de ellas, el registro más alto se dio en los inicios de los 80, sin embargo, en este 2023, lo que se topa ahora la policía es con jóvenes que son parte pero de pandillas de narcotraficantes.
