La Iglesia católica ha mencionado que deben existir ciertos enfoques más precisos, pero sobre todo amables con varias comunidades, como el caso de la LGBTQ+, los católicos pobres, personas con discapacidad y mujeres que sufren discriminación laboral.
Afirmaron que la reunión no fue un acontecimiento aislado, sino una etapa integrante y necesaria del proceso sinodal. “En la multiplicidad de intervenciones y la pluralidad de posiciones resonó la experiencia de una Iglesia que está aprendiendo el estilo de la sinodalidad y buscando las formas más adecuadas para realizarlo”, se puede leer en el informe.
Una parte importante del texto afirma que “como discípulos de Jesús no podemos eludir la tarea de mostrar y transmitir a una humanidad herida el amor y la ternura de Dios”.
MVS