CORRUPCIÓN Y DERECHOS HUMANOS

“La naturaleza de un ser, no está en lo que parece, sino en lo que es” (Jaime Balmes)
Por FerMan

La semana pasada indicamos que era importante que los gobernantes, tanto del ámbito municipal y estatal como el nacional, se comprometieran a la aplicación de políticas públicas con perspectiva de familia, como se ha estado realizando en el municipio de Chihuahua. Pero veamos ahora qué se entiende por perspectiva de familia, en dónde basa su génesis y cuál es la importancia de esta.

En dicho contexto, es importante señalar que la Perspectiva de Familia, tiene como objetivos, entre otros, una renovada visión que permita promover mejores espacios para el desarrollo al interior de la familia, a través de la transmisión de habilidades afectivas como la empatía, el autodominio, el manejo de sentimientos, la autoestima y de habilidades cognitivas como la resolución de conflictos, la eficiente toma de decisiones y la comunicación asertiva. Todo ello con el fin de valorar a la persona en su justa proporción, teniendo como base y fundamento la dignidad substancial de la persona humana.

No obstante que en la actualidad también existen otras perspectivas como la de género o bien del feminismo radical, no se puede ignorar que las mismas se enfocan únicamente en una de las partes que integran una familia, esto es, de la mujer, y que su objetivo no es el de unir, sino el de destruir, confrontar o aniquilar, ya que, el enfoque de género es un paradigma de análisis social, que trata de empoderar el papel de las mujeres en todos los ámbitos, tanto doméstico como extra doméstico, así como en la producción económica, pero combatiendo y sin tomar en cuenta la contraparte.

Esto indica que el enfoque que se les da a esas perspectivas es erróneo, puesto que contrapone a la mujer en contra de los demás integrantes de la familia, sin olvidar que, la mujer es un miembro fundamental en la familia y que, al igual que los demás, es una persona que tiene derechos en igualdad de circunstancias y por lo tanto, libre de toda discriminación. En dicho sentido, es importante señalar que la conformación de la pareja de esposos, quienes integran la familia, se concibe como un encuentro íntimo del uno con el otro, lo cual es un hecho muy distinto a cualquier otra conformación de asociación, como sería un partido político, una empresa o cualquier otra de semejantes características.

De ahí la importancia de los hábitos y costumbres que se expresan en el seno familiar, que deben considerarse a partir de sus propias características, esto es, valorando las relaciones familiares como algo sui géneris, en su singularidad, destacando siempre el proyecto de la conformación de una familia, en lo esencial el encuentro, la convivencia y la formación de sus miembros, la entrega del uno hacía el otro, el respeto entre todos sus miembros, el amor, entre otras, las cuales no sólo invitan a vivir en familia, sino que su sobrevivencia expresa una manera más profunda y trascendental.

Se destaca de todo ello la importancia de la familia, tanto en el ámbito privado como en el social, pues la familia como tema nacional está inmersa en el debate sobre la injerencia que el Estado tiene en su organización, debate que se ha centrado en argumentos éticos, políticos, morales y sociales, a efecto de justificar la intervención del Estado en el ámbito familiar, de donde la gran mayoría de los autores que han tratado este tema consideran que sí es importante que el Estado tenga intervención en la familia pero de manera afirmativa conforme a las siguientes razones: 1. La solidaridad política depende de la solidaridad familiar, pues sin ésta la existencia del Estado peligraría. 2. El Estado tutela los intereses del orden público que existen en el seno de la familia, ya que el régimen jurídico de la familia tiene semejanzas tanto del derecho privado como público, que armoniza intereses individuales y generales. 3. Al intervenir el Estado, se celebran determinados actos jurídicos del Derecho Familiar, tales como: matrimonio, adopción, reconocimiento de hijos, etc., y 4. El Estado controla la actividad de los que ejercen la patria potestad y la tutela por medio del juez, evitando la realización de actos perjudiciales a los menores o incapacitados, entre otras cuestiones donde el Estado no puede ser indiferente pues tiene una amplia relación con los miembros de una familia.

En ese contexto, no podemos negar que los principios de solidaridad, convivencia, tolerancia, defensa, trabajo en equipo y otros, humanizan a los integrantes de una familia y por ende se verán reflejados en la sociedad, la cual da sustento al Estado. Con base en lo antes expuesto nos podemos dar cuenta de la importancia que tiene la familia para la sociedad, ya que, de la composición de familias con valores y principios, habrá sociedades con mayor paz y armonía, que al final, redundará en la constitución de un Estado sólido de columnas democráticas dónde se respete el estado de derecho.

“Fiat Justitiae, Pereat Mundus”.

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