CORRUPCIÓN Y DERECHOS HUMANOS

“Quienes hablan en contra de la familia no saben lo que hacen, porque no saben lo que deshacen” (G.K. Chesterton)
Por FerMan

 

En publicaciones pasadas hemos tratado la importancia de las políticas públicas con perspectiva de familia, en este sentido es obligatorio referir que, hace algunos días, desde las instalaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), diversos líderes políticos y de la sociedad civil, impulsaron el rescate del sentido original de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) para las familias y los niños, la iniciativa surgió en el marco de la V Cumbre Transatlántica que tuvo lugar en la sede de ese organismo, en Nueva York, del 17 al 18 de noviembre de 2023, en donde más de 200 líderes políticos y cívicos de 40 países coincidieron en impulsar el rescate del sentido original de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH).

En tan trascendente evento, se acordó trabajar para establecer entornos propicios para la formación y estabilidad de la familia; para proteger a los niños, tanto antes como después del nacimiento; y para que se respete la libertad de los padres y tutores legales de brindar la educación religiosa y moral de sus hijos conforme a sus propias convicciones, tal y como lo refiere el artículo 26 tercer párrafo de la DUDH en donde se indica: “Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”.

Por tal motivo, los participantes también se comprometieron a promover el respeto de los diversos valores religiosos y éticos, antecedentes culturales y convicciones filosóficas de los pueblos del mundo; y es en ese contexto que, José A. Kast, presidente de Political Network for Values, señaló que: “Estamos aquí para traer al presente, en su sentido original, aquel acuerdo de 1948, debemos volver a la persona humana y, desde allí, garantizar sus derechos fundamentales. Es precisamente aquí, en Naciones Unidas, que es necesario que se escuche nuestra voz. Nosotros reivindicamos los principios básicos que inspiraron la DUDH, son principios atemporales y trascendentes”.

En este acontecimiento, el compromiso por los Derechos Humanos Universales da visibilidad a un amplio consenso que existe en todos los continentes sobre la necesidad de afirmar la dignidad de la persona y los valores fundamentales, en especial, la vida, la familia y las libertades, indicando también que: “Somos muchos los que pensamos así y estamos muy activos en lo social, en lo político y lo cultural y creemos que siempre se puede dialogar. Es nuestro deber recordar el sentido original de la DUDH a quienes la olvidan o quieren desvirtuarlo”.

Cabe resaltar que entre los participantes estuvo Santiago Santurio, diputado nacional argentino, quien declaró: “No puede ser que hoy en el mundo el lugar más peligroso sea el vientre materno, donde más riesgo corre la vida humana. Es ahí donde tenemos que defenderlo con más fuerza, con más convicción. Y que el Estado tiene que proteger. Y que las familias lo tenemos que promover”. En este contexto, dicho legislador argentino hizo un llamado a proteger a las familias de los abusos de los Estados y de los gobiernos, y puso como ejemplo el caso de Beatriz de El Salvador, indicando en lo esencial que, “corremos el riesgo de que algunas personas desde Costa Rica quieran legislar sobre todas las Américas el aborto, lo cual sin duda, es muy grave para la defensa de los derechos humanos y la soberanía de los Estados. El caso Beatriz tiene que ser el ejemplo de que los derechos humanos se tienen que defender en los organismos internacionales y no abusar de estos organismos para incidir en la voluntad de los Estados y de los Parlamentos”.

Por su parte, y en el mismo sentido, Ito Bisonó, ministro de Industria y Comercio de República Dominicana, señaló que, “Nunca fue más oportuno reafirmar los principios que dieron origen a la DUDH ante las amenazas que hoy sufren, en especial, la vida, la libertad y la dignidad de las personas”. Samuel George, miembro del Parlamento de Ghana, subrayó que en la Carta Magna de la ONU están consagrados el derecho a la vida, la protección que debe darse a la familia fundada en el matrimonio de un hombre y una mujer, la protección a la maternidad y a la infancia; el derecho preferencial de los padres a elegir la educación de sus hijos; a la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión, de opinión y de expresión, por lo que resulta incomprensible que desde organismos internacionales, dichos derechos humanos sean vulnerados.

En tanto, Margarita de la Pisa, miembro del Parlamento Europeo, señaló que estos derechos, lejos de ser regresivos, son la base del verdadero desarrollo humano, siendo contundente al manifestar que: “Defender la vida, por ejemplo, significa un compromiso político con la prosperidad”. En el mismo tenor, entre otros participantes, de las que alzó su voz al respecto fue Neydy Casillas, experta en organismos multilaterales y vicepresidente del Global Center for Human Rights (GCHR), quien se refirió al caso Beatriz, la joven salvadoreña cuya hija, Leilani, murió horas después de nacer por una anencefalia, y cuyo caso fue aprovechado por grupos abortistas y llevado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, refiriendo en lo sustancial que:

“Al ver este trágico caso, grupos abortistas que dicen proteger a la mujer, obtuvieron ilegalmente el expediente médico de Beatriz, su dirección y fueron a su casa, la acosaron, la llenaron de miedo sin importarles su enfermedad (padecía lupus) y la convencieron de que moriría si no abortaba”, así mismo, se dirigió a los legisladores de varios países, a quienes advirtió que se les está “dañando la autoridad, ya que tienen la legitimidad del pueblo, quien les confirió la voz para que hablaran a su nombre, por lo que se está terminando la democracia al silenciarlos”.

Así mismo, el diputado paraguayo, Raúl Latorre, denunció que se está buscando cambiar el consenso y concepto que representó originalmente la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Organismos de derecho internacional están atentando abiertamente contra el derecho de quienes no pueden defenderse, de quienes no pueden hablar” haciendo referencia a los niños por nacer. Finalmente, quienes participaron en tan relevante evento, hicieron un acuerdo, conocido como “el Compromiso de Nueva York” donde se obligan a formar una alianza global en favor de los derechos humanos y las libertades fundamentales consagrados y universalmente reconocidos en la DUDH, por lo que trabajarán para establecer entornos propicios para la formación y estabilidad de la familia; para proteger a los niños, tanto antes como después del nacimiento; y para que se respete la libertad de los padres y tutores legales de brindar la educación religiosa y moral de sus hijos conforme a sus propias convicciones, a promover el respeto de los diversos valores religiosos y éticos, antecedentes culturales y convicciones filosóficas de los pueblos del mundo, así como la soberanía de los Estados en los asuntos que son de su jurisdicción interna.

Sin duda alguna, el evento antes referido, representa una contundente llamada de atención a la comunidad internacional, misma que se ha desviado de los auténticos derechos humanos, por lo que, el compromiso que los líderes políticos y de la sociedad civil asumieron es un punto de partida muy significativo para encauzar los verdaderos derechos humanos, pues es precisamente en el ámbito internacional que se debe dar la batalla en contra del falso imperio de los derechos humanos, que a través de resoluciones ideologizadas han emitido Organismos Internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, entre otros, tergiversado los auténticos derechos humanos y siendo contrarios a la dignidad del ser humano, cosificándolo, degradándolo y rebajándolo al nivel de las bestias.

“Fiat Justitiae, Pereat Mundus”.

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