CORRUPCIÓN Y DERECHOS HUMANOS

“La naturaleza de un ser no está en lo que parece, sino en lo que es” (Jaime Balmes)
Por FerMan

 

El pasado 14 de diciembre de este 2023, en una sesión secreta, como viles delincuentes, el Congreso del Estado de Aguascalientes aprobó la despenalización del aborto hasta la semana 12 de gestación, una muy lamentable noticia. Es en este contexto que, toma relevancia el tema de los auténticos derechos humanos, porque es importante que no olvidemos que los derechos humanos, para que sean tales, desde su origen deben respetar, en principio la vida y por consiguiente la naturaleza humana, debiendo estar conforme a la recta razón, pues como bien lo señala Santo Tomás de Aquino en la Suma Teológica, “Porque lo que va contra el orden que conocemos como ley natural, no puede ser más que algo vicioso o nocivo que conduce a la frustración”, frustración que sin duda la padecen todas aquellas personas que atentan contra la vida y su propia naturaleza humana.

En ese sentido, para Santo Tomás de Aquino, cuando una persona se inclina a cosas que no están reguladas por la recta razón, o razón ajustada al orden objetivo de la realidad, esas inclinaciones son antinaturales y, por tanto, dañinas para el ser humano. De ahí que, conforme lo enseña Santo Tomás, la recta razón consiste en que la inteligencia humana es capaz de ver lo que está de conformidad con los fines establecidos en la naturaleza de las cosas, y de juzgar si su actividad se ordena o no se ordena a esos fines establecidos en ella, señalando que, “la naturaleza racional humana es la fuente del criterio de moralidad de los actos humanos y la razón ha de considerar la ley que Dios estableció en la naturaleza”.

Así, en ese contexto, Santo Tomás define la virtud moral como el hábito que garantiza que nuestros actos sean justos, es decir, conforme a la recta razón, de ahí la importancia de la virtud de la prudencia, misma que nos ayuda a deliberar cuidadosamente para determinar lo justo, considerando las circunstancias. Lo anterior nos enseña de manera muy general como, para considerar si un derecho humano es tal, debemos atender en principio a la naturaleza del ser humano, analizando si dicho derecho humano está conforme a la naturaleza humana o bien la trasgrede y violenta, como en este caso, lo es el aborto que, sin duda alguna, aniquila la vida de un ser humano inocente, violentando y trasgrediendo la naturaleza humana y por ende, no puede considerarse un derecho humano.

De conformidad a lo enseñado por Santo Tomás de Aquino, en este sentido, el aborto no sería un derecho, porque no se fundamenta en la naturaleza humana y trasgrede el orden natural, que es la ley natural y su fundamento en el orden causal que es la Ley eterna, misma que indica “no matarás”. Lo anterior explicado de manera clara y precisa por Santo Tomás de Aquino, lo cual, sin duda, debería ser enseñado a muchos jueces, magistrados, ministros y legisladores que, por desgracia, constantemente se están empeñando en convertir al asesinado de niños por nacer en un supuesto derecho.

Así mismo, Santo Tomás de Aquino introduce el concepto cristiano de persona que supera todo colectivismo igualitario, ya que la esencia o la especie al igual que la sociedad es por y para la persona y no la persona para la sociedad, por tal motivo, el bien del todo implica al bien de todas y cada una de las partes (personas) y esa es una de las razones por la que no podemos llamar derecho humano el sacrificar niños por nacer en aras de un bien colectivo.
Ruego a Dios que ilumine la inteligencia de todas las personas que se han empeñado en convertir los asesinatos de niños por nacer en un supuesto derecho humano, para que entiendan y comprendan el gran error que están cometiendo al aprobar y autorizar el asesinato de miles de niños que se encuentran por nacer, crimen que sin duda alguna atenta contra de la naturaleza del ser humano.

“Fiat Justitiae, Pereat Mundus”.

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